La provincia ha sido testigo en los tres primeros meses del año de una docena de concentraciones, ninguna de ellas con más de 1.000 asistentes
Asistentes a la conccentración organizada a finales de enero por la Mesa del Ferrocarril de Almería. |
ALMERÍA HOY / 06·03·2017
Agricultores, médicos y pacientes, profesores, regionalistas, sindicalistas o meros ciudadanos de a pie; diferentes gremios y colectivos han convocado distintos actos de protesta en diferentes lugares de la provincia de Almería desde que comenzara 2017, convirtiendo el primer trimestre del año en época de movilizaciones de lo más variadas que, a pesar de su elevado número, no han conseguido juntar en ninguna de ellas a más de un millar de almerienses de los más de 700.000 que residen en la provincia.
Así, los almerienses abrían este 2017 tan reivindicativo con una concentración en defensa de la sanidad en la provincia donde, según datos oficiales, existen menos camas hospitalarias de toda España, donde los hospitales se prometen para una fecha y se abren décadas más tarde, y donde los servicios de urgencias son de los peores de todo el país. Asistían al acto, convocado por sindicatos de médicos, enfermeros y técnicos sanitarios, medio centenar de personas.
No es la única manifestación en defensa de una mejor sanidad pública que se ha producido en Almería en lo que va de año; la 'Marea Blanca', de reciente implantación en la provincia, también se viene moviendo en ese sentido, y se manifestó con la 'Marea Verde' —más reivincaciones educativas en la provincia con más aulas prefabricadas de Andalucía—a principios de febrero, y volverá a hacerlo el próximo 12 de marzo por los mismos motivos, esperando una mayor asistencia que en ocasiones anteriores, cuando la participación, una vez más, dejó que desear.
Los sindicatos tradicionales, CC.OO y UGT, llamaban a principios de febrero a la ciudadanía almeriense a una concentración por la que consideraban primera muerte de 2017 en accidente laboral en la provincia de Almería; una llamada a la que acudieron decenas de personas.
Aunque si alguien da juego —con permiso del ferrocarril— a las movilizaciones sociales en esta provincia son los agricultores, que en lo que va de año ya han realizado varios actos de protesta por la crisis de precios en las hortalizas almerienses. Las más sonadas fueron este acto de COAG frente a la Subdelegación del Gobierno y este más reciente realizada por la UPA que provocó importantes retenciones en las principales vías de la capital almeriense.
Mencionábamos de pasada el ferrocarril; efectivamente, la concentración ciudadana más concurrida del año ha sido la que pedía «un tren digno» desde la Puerta de Purchena, y que lograba aunar las voces de cientos de almerienses... aun padeciendo las infraestructuras ferroviarias «peores» del país.
No son las únicas reclamaciones de los almerienses que salen a protestar a la calle; los regionalistas de 'Acción por Almería' volvieron a hacerlo el pasado 28 de febrero; decenas de vecinos se congregaron a los pies de la Alcazaba para exigir el parque de Jayrán, que acumula más de diez años de retraso; en Huércal de Almería y en casi toda la geografía almeriense se reproducían actos institucionales de repulsa por la primera mujer del año asesinada por su pareja en la provincia, al tiempo que en Roquetas se movilizaban por la subida del precio del agua, o colectivos como Cáritas y 'Almería Acoge' se unen para protestar por la muerte de inmigrantes en las playas almerienses. Si juntáramos a todas las personas que han asistido a alguno de estos actos reivindicativos, difícilmente sumaríamos más gente de la que acude cada dos semanas al estadio de los Juegos Mediterráneos para apoyar a la U.D. Almería.
Realmente, si atendemos a los actos de protesta convocados en lo que va de siglo en Almería, destaca la manifestación contra la guerra de Irak (2003), la ocurrida tras los atentados del 11M en Madrid (2004), o la del 15M (2012). Como apunta certeramente el catedrático Andrés Sánchez Picón, en todas ellas ha estado ausente una reivindicación estrictamente almeriense, siendo protestas de carácter nacional o internacional.
Históricamente y sin contar la indignación popular que sacudió las calles de Almería cuando un vendaval amenazó con cancelar un concierto de Operación Triunfo, la manifestación más concurrida de la historia reciente de la provincia se produjo en 1997 tras el asesinado del concejal vasco Miguel Ángel Blanco a manos de ETA.
Así, los almerienses abrían este 2017 tan reivindicativo con una concentración en defensa de la sanidad en la provincia donde, según datos oficiales, existen menos camas hospitalarias de toda España, donde los hospitales se prometen para una fecha y se abren décadas más tarde, y donde los servicios de urgencias son de los peores de todo el país. Asistían al acto, convocado por sindicatos de médicos, enfermeros y técnicos sanitarios, medio centenar de personas.
No es la única manifestación en defensa de una mejor sanidad pública que se ha producido en Almería en lo que va de año; la 'Marea Blanca', de reciente implantación en la provincia, también se viene moviendo en ese sentido, y se manifestó con la 'Marea Verde' —más reivincaciones educativas en la provincia con más aulas prefabricadas de Andalucía—a principios de febrero, y volverá a hacerlo el próximo 12 de marzo por los mismos motivos, esperando una mayor asistencia que en ocasiones anteriores, cuando la participación, una vez más, dejó que desear.
Los sindicatos tradicionales, CC.OO y UGT, llamaban a principios de febrero a la ciudadanía almeriense a una concentración por la que consideraban primera muerte de 2017 en accidente laboral en la provincia de Almería; una llamada a la que acudieron decenas de personas.
Aunque si alguien da juego —con permiso del ferrocarril— a las movilizaciones sociales en esta provincia son los agricultores, que en lo que va de año ya han realizado varios actos de protesta por la crisis de precios en las hortalizas almerienses. Las más sonadas fueron este acto de COAG frente a la Subdelegación del Gobierno y este más reciente realizada por la UPA que provocó importantes retenciones en las principales vías de la capital almeriense.
Mencionábamos de pasada el ferrocarril; efectivamente, la concentración ciudadana más concurrida del año ha sido la que pedía «un tren digno» desde la Puerta de Purchena, y que lograba aunar las voces de cientos de almerienses... aun padeciendo las infraestructuras ferroviarias «peores» del país.
No son las únicas reclamaciones de los almerienses que salen a protestar a la calle; los regionalistas de 'Acción por Almería' volvieron a hacerlo el pasado 28 de febrero; decenas de vecinos se congregaron a los pies de la Alcazaba para exigir el parque de Jayrán, que acumula más de diez años de retraso; en Huércal de Almería y en casi toda la geografía almeriense se reproducían actos institucionales de repulsa por la primera mujer del año asesinada por su pareja en la provincia, al tiempo que en Roquetas se movilizaban por la subida del precio del agua, o colectivos como Cáritas y 'Almería Acoge' se unen para protestar por la muerte de inmigrantes en las playas almerienses. Si juntáramos a todas las personas que han asistido a alguno de estos actos reivindicativos, difícilmente sumaríamos más gente de la que acude cada dos semanas al estadio de los Juegos Mediterráneos para apoyar a la U.D. Almería.
Realmente, si atendemos a los actos de protesta convocados en lo que va de siglo en Almería, destaca la manifestación contra la guerra de Irak (2003), la ocurrida tras los atentados del 11M en Madrid (2004), o la del 15M (2012). Como apunta certeramente el catedrático Andrés Sánchez Picón, en todas ellas ha estado ausente una reivindicación estrictamente almeriense, siendo protestas de carácter nacional o internacional.
Históricamente y sin contar la indignación popular que sacudió las calles de Almería cuando un vendaval amenazó con cancelar un concierto de Operación Triunfo, la manifestación más concurrida de la historia reciente de la provincia se produjo en 1997 tras el asesinado del concejal vasco Miguel Ángel Blanco a manos de ETA.