"Un 20% menos de ayudas de la PAC es, en muchos casos, condenar a los productores al cierre", denuncian desde ASAJA
ALMERÍA HOY / 24·07·2025
El campo almeriense se estremece de nuevo. La propuesta de la Comisión Europea de recortar un 20% los fondos de la Política Agraria Común (PAC) para el próximo periodo ha caído como un jarro de agua fría entre agricultores y ganaderos de la provincia. ASAJA (Asociación de Jóvenes Agricultures), denuncia que en un momento ya complicado por la inflación, la incertidumbre y los efectos del cambio climático, esta medida supondría un golpe durísimo para miles de familias.
Lo que preocupa aún más a organizaciones como ASAJA Almería, que estuvo presente en la reciente manifestación de Bruselas, es la intención de la presidenta Ursula Von der Leyen de "diluir" la PAC. Si hasta ahora era una política clara, con su propio presupuesto y una estructura bien definida en dos pilares, la nueva propuesta la convertiría en un batiburrillo de fondos nacionales sin cohesión ni rumbo. En otras palabras, la PAC dejaría de ser la política agraria que conocemos “para convertirse en un cajón de sastre multisectorial, perdiendo su independencia y, lo más grave, su presupuesto propio”, aclara la asociación.
CONSECUENCIAS PARA ALMERÍA
Las estimaciones de ASAJA Almería son alarmantes: un recorte del 20% se traduciría en pérdidas de más de 28 millones de euros anuales para el sector agroganadero de la provincia. Hay que tener en cuenta que Almería recibe actualmente unos 139 millones de euros de la PAC al año.
"Un 20% menos de ayudas es, en muchos casos, condenar a los productores al cierre", advierten los agricultores almerienses. Y es que en una provincia con limitaciones tan marcadas como las hídricas, orográficas y climáticas, esta reducción tendría efectos "devastadores" tanto en lo económico como en lo social, especialmente en las zonas de secano del interior.
En el sector agrícola, cultivos tan importantes para Almería como el almendro, el olivar tradicional o los cereales de secano verían mermada su competitividad. Las producciones bajo plástico, tan características de la provincia, también sufrirían un duro revés.
Por su parte, la ganadería extensiva, vital en comarcas del interior como Los Vélez, Nacimiento o el Alto Almanzora, perdería uno de sus principales soportes económicos, con un riesgo real de abandono.
Es importante recordar que la PAC no solo beneficia a los agricultores y ganaderos del interior. De los casi 139 millones de euros que Almería recibió de la PAC la pasada campaña, 70 millones (casi la mitad) fueron directamente a ayudas a las OPFH (Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas). El resto se distribuyó en inversiones en activos físicos (21 millones), ayudas directas (16 millones) y ayudas al ecológico (8 millones), entre otros conceptos, explican desde ASAJA.
Ante este panorama, ASAJA Almería exige al Gobierno de España y a la Junta de Andalucía que defiendan con uñas y dientes los intereses del campo almeriense en Bruselas. Además, piden que se articulen medidas de compensación si finalmente se aprueba este recorte.
Lo que preocupa aún más a organizaciones como ASAJA Almería, que estuvo presente en la reciente manifestación de Bruselas, es la intención de la presidenta Ursula Von der Leyen de "diluir" la PAC. Si hasta ahora era una política clara, con su propio presupuesto y una estructura bien definida en dos pilares, la nueva propuesta la convertiría en un batiburrillo de fondos nacionales sin cohesión ni rumbo. En otras palabras, la PAC dejaría de ser la política agraria que conocemos “para convertirse en un cajón de sastre multisectorial, perdiendo su independencia y, lo más grave, su presupuesto propio”, aclara la asociación.
CONSECUENCIAS PARA ALMERÍA
Las estimaciones de ASAJA Almería son alarmantes: un recorte del 20% se traduciría en pérdidas de más de 28 millones de euros anuales para el sector agroganadero de la provincia. Hay que tener en cuenta que Almería recibe actualmente unos 139 millones de euros de la PAC al año.
"Un 20% menos de ayudas es, en muchos casos, condenar a los productores al cierre", advierten los agricultores almerienses. Y es que en una provincia con limitaciones tan marcadas como las hídricas, orográficas y climáticas, esta reducción tendría efectos "devastadores" tanto en lo económico como en lo social, especialmente en las zonas de secano del interior.
En el sector agrícola, cultivos tan importantes para Almería como el almendro, el olivar tradicional o los cereales de secano verían mermada su competitividad. Las producciones bajo plástico, tan características de la provincia, también sufrirían un duro revés.
Por su parte, la ganadería extensiva, vital en comarcas del interior como Los Vélez, Nacimiento o el Alto Almanzora, perdería uno de sus principales soportes económicos, con un riesgo real de abandono.
Es importante recordar que la PAC no solo beneficia a los agricultores y ganaderos del interior. De los casi 139 millones de euros que Almería recibió de la PAC la pasada campaña, 70 millones (casi la mitad) fueron directamente a ayudas a las OPFH (Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas). El resto se distribuyó en inversiones en activos físicos (21 millones), ayudas directas (16 millones) y ayudas al ecológico (8 millones), entre otros conceptos, explican desde ASAJA.
Ante este panorama, ASAJA Almería exige al Gobierno de España y a la Junta de Andalucía que defiendan con uñas y dientes los intereses del campo almeriense en Bruselas. Además, piden que se articulen medidas de compensación si finalmente se aprueba este recorte.


