La cerámica fue comprada en Almería, donde veraneba la famila, hace 15 años
ALMERÍA HOY / 19·05·2025
Como adelantó ALMERÍA HOY el pasado 5 de mayo, una familia de Vizcaya vivió durante años una silenciosa intoxicación por plomo al ingerir agua de una jarra de cerámica esmaltada comprada en Almería. Los análisis iniciales revelaron niveles alarmantes de plomo en el agua, alcanzando los 900 microgramos por litro, muy por encima del límite de seguridad.
La investigación de Salud Pública (País Vasco) ha confirmado ahora que, además de la jarra, un frutero también era una fuente de contaminación por plomo en el hogar de Beatriz Egaña, tal y como ella misma ha declarado a EITB.
Tras los primeros análisis que arrojaron un elevado número de positivos por plomo en varios miembros de la familia y una empleada del hogar –resultados que posteriormente se atribuyeron a un error debido al apagón eléctrico el día de las pruebas–, los expertos de salud pública realizaron una exhaustiva investigación en la vivienda de Getxo. "Se llevaron muchas muestras de muchos objetos, vasos, cacerolas, recipientes varios", explicó Beatriz.
Finalmente, se confirmó que cinco miembros de la familia Egaña –Beatriz, su marido y tres nietos– presentaban niveles elevados de plomo en el organismo. Tras el hallazgo de las fuentes de contaminación, se les permitió regresar a su hogar, donde habían sido realojados temporalmente en un hotel mientras se llevaban a cabo las investigaciones.
"Todos hemos recibido medicación", asegura Beatriz, quien ha experimentado una notable mejoría en sus niveles de plomo en sangre, pasando de 700 microgramos por litro a 325 tras nueve días de tratamiento. Sus nietos también han mostrado una significativa reducción de los niveles del metal pesado.
La familia ha aprendido a identificar posibles fuentes de plomo en su hogar y han compartido un método casero para detectarlo: frotar un algodón empapado en vinagre blanco sobre las superficies sospechosas.
Después de semanas de incertidumbre y preocupación, Beatriz y su familia comienzan a dejar atrás esta pesadilla, ahora que se ha confirmado el origen de la intoxicación y están recibiendo el tratamiento adecuado.
La investigación de Salud Pública (País Vasco) ha confirmado ahora que, además de la jarra, un frutero también era una fuente de contaminación por plomo en el hogar de Beatriz Egaña, tal y como ella misma ha declarado a EITB.
Tras los primeros análisis que arrojaron un elevado número de positivos por plomo en varios miembros de la familia y una empleada del hogar –resultados que posteriormente se atribuyeron a un error debido al apagón eléctrico el día de las pruebas–, los expertos de salud pública realizaron una exhaustiva investigación en la vivienda de Getxo. "Se llevaron muchas muestras de muchos objetos, vasos, cacerolas, recipientes varios", explicó Beatriz.
Finalmente, se confirmó que cinco miembros de la familia Egaña –Beatriz, su marido y tres nietos– presentaban niveles elevados de plomo en el organismo. Tras el hallazgo de las fuentes de contaminación, se les permitió regresar a su hogar, donde habían sido realojados temporalmente en un hotel mientras se llevaban a cabo las investigaciones.
"Todos hemos recibido medicación", asegura Beatriz, quien ha experimentado una notable mejoría en sus niveles de plomo en sangre, pasando de 700 microgramos por litro a 325 tras nueve días de tratamiento. Sus nietos también han mostrado una significativa reducción de los niveles del metal pesado.
La familia ha aprendido a identificar posibles fuentes de plomo en su hogar y han compartido un método casero para detectarlo: frotar un algodón empapado en vinagre blanco sobre las superficies sospechosas.
Después de semanas de incertidumbre y preocupación, Beatriz y su familia comienzan a dejar atrás esta pesadilla, ahora que se ha confirmado el origen de la intoxicación y están recibiendo el tratamiento adecuado.