La actuación debería haberse finalizado por parte de la Junta de Andalucía en el año 2011
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| El consejero de Fomento visita las obras con los alcaldes de Vera y de Garrucha (archivo). |
ALMERÍA HOY / 09·12·2017
Las obras de la segunda fase del desdoblamiento de la carretera Vera-Garrucha —una actuación que debería estar finalizada hace seis años— no se reiniciarán, al menos, hasta el próximo mes de enero, pues Grupo Tejera, la empresa que se ha hecho cargo de su culminación, no habría ultimado aún todo el proceso burocrático para poder hacerlo.
El consejero andaluz de Fomento, Felipe López, prometió en agosto de 2016 a los alcaldes de las dos localidades que los trabajos se reanudarían en septiembre del pasado año tras el parón sufrido como consecuencia de la ‘reprogramación’ efectuada por la Junta tras el estallido de la crisis. Sin embargo, el tiempo siguió su paso y hasta agosto de este año no volvió el consejero para ‘inaugurar’ de nuevo la obra, que volvió a paralizarse pocos días después.
El motivo oficial era que la adjudicataria pretendía que se aprobara un modificado al proyecto original, pretensión que no habría contado con el consentimiento de la Junta, pero las razones, según fuentes contrastadas, bien pudo haber sido otra.
El contrato fue adjudicado originalmente a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las constructoras Tapusa y Detea. La primera desapareció víctima de la crisis y la segundo quedó malparada. De hecho, se vio inmersa en un concurso de acreedores del que salió en fechas recientes.
Esa incidencia habría provocado que sus proveedores, entre ellos las empresas subcontratistas, se vieran en la necesidad de cobrar sus trabajos al contado o por medio de un aval, lo que le hacía imposible cumplir con sus compromisos, dado que la Consejería de Fomento no paga las certificaciones en ese plazo.
Así las cosas, la Junta intercedió para que, en lugar de renunciar al contrato, lo que supondría empezar de nuevo con un procedimiento que dilataría en años la reanudación de las obras, optara por traspasarlo, lo que hizo, finalmente, en favor del almeriense Grupo Tejera, frente a la opción formada por las empresas subcontratadas, Grupo Parra, Nila y Copsa. Se anunció septiembre como el mes en que comenzaría de nuevo el movimiento de tierras pero, como hemos señalado, eso no ocurrirá hasta después de reyes.
El consejero andaluz de Fomento, Felipe López, prometió en agosto de 2016 a los alcaldes de las dos localidades que los trabajos se reanudarían en septiembre del pasado año tras el parón sufrido como consecuencia de la ‘reprogramación’ efectuada por la Junta tras el estallido de la crisis. Sin embargo, el tiempo siguió su paso y hasta agosto de este año no volvió el consejero para ‘inaugurar’ de nuevo la obra, que volvió a paralizarse pocos días después.
El motivo oficial era que la adjudicataria pretendía que se aprobara un modificado al proyecto original, pretensión que no habría contado con el consentimiento de la Junta, pero las razones, según fuentes contrastadas, bien pudo haber sido otra.
El contrato fue adjudicado originalmente a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las constructoras Tapusa y Detea. La primera desapareció víctima de la crisis y la segundo quedó malparada. De hecho, se vio inmersa en un concurso de acreedores del que salió en fechas recientes.
Esa incidencia habría provocado que sus proveedores, entre ellos las empresas subcontratistas, se vieran en la necesidad de cobrar sus trabajos al contado o por medio de un aval, lo que le hacía imposible cumplir con sus compromisos, dado que la Consejería de Fomento no paga las certificaciones en ese plazo.
Así las cosas, la Junta intercedió para que, en lugar de renunciar al contrato, lo que supondría empezar de nuevo con un procedimiento que dilataría en años la reanudación de las obras, optara por traspasarlo, lo que hizo, finalmente, en favor del almeriense Grupo Tejera, frente a la opción formada por las empresas subcontratadas, Grupo Parra, Nila y Copsa. Se anunció septiembre como el mes en que comenzaría de nuevo el movimiento de tierras pero, como hemos señalado, eso no ocurrirá hasta después de reyes.
