La organización denuncia mala gestión y contaminación en el litoral almeriense, señalando el urbanismo desmedido y la alta concentración de microplásticos
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Tres puntos complicados y señalados por los ecologistas en Vera |
ALMERÍA HOY / 17·06·2025
Ecologistas en Acción ha publicado su informe anual "Banderas Negras 2025", una exhaustiva radiografía del estado de los más de 8.000 kilómetros de la costa española. Desde 2005, la organización ecologista ha venido otorgando estas "banderas" como símbolo de denuncia de la mala gestión ambiental y la contaminación que afectan a nuestro litoral. Este año, se han concedido un total de 48 Banderas Negras, dos por cada provincia y/o ciudad autónoma, diferenciando entre las otorgadas por contaminación y las motivadas por una gestión ambiental deficiente.
El informe, que se complementa con un mapeo virtual para visualizar las localizaciones, "revela un panorama preocupante" según los ecologistas. De las 48 Banderas Negras otorgadas en 2025, la distribución por problemáticas es la siguiente:
• Urbanización de la costa y ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre (DMPT): 13 banderas.
• Vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y problemas de depuración: 12 banderas.
• Afecciones a la biodiversidad: 9 banderas.
• Acumulación de basuras, plásticos y microplásticos: 5 banderas.
• Obras portuarias o de defensa costera innecesarias o mal gestionadas: 4 banderas.
• Contaminación química: 3 banderas.
• Daños al patrimonio histórico y cultural en DMPT: 1 bandera.
• Proyectos de almacenamiento geológico de CO2 con graves daños: 1 bandera.
Entre los ejemplos más notorios de esta problemática, el informe destaca la destrucción de hábitats naturales, como el humedal del Salar de los Canos en Almería, que ha sido señalado en una de las banderas negras.
LAS PLAYAS DE ALMERÍA, UN DUETO SEÑALADO EN NEGRO
Almería ha sido una de las provincias castigadas en este informe, recibiendo dos Banderas Negras por problemáticas distintas, pero igualmente preocupantes: una por mala gestión ambiental en las Playas de Vera y otra por contaminación en la Playa de Los Bajos de Roquetas de Mar.
Bandera Negra por mala gestión: Playas de Vera
Las playas del Levante almeriense, particularmente las de Vera, han sido objeto de una urbanización desmedida desde 2005. Este crecimiento urbanístico ha invadido el espacio público del deslinde marítimo-terrestre e hidráulico, afectando la primera línea litoral y los cauces de ramblas y ríos como el Antas. En muchos casos, esta expansión ha conllevado la destrucción de hábitats significativos y de interés comunitario, incluidos dentro de la Red Natura 2000.
El problema se agrava en un contexto de emergencia climática, donde la regresión marina es cada vez más palpable en las playas. La bandera negra se otorga nuevamente por un urbanismo desproporcionado que ha provocado la pérdida de importantes aportes de sedimentos que, de forma natural, regeneran el litoral.
El Salar de los Canos: Un humedal en peligro: El principal motivo de esta distinción es el crecimiento urbanístico en zonas inundables, que ha resultado en la destrucción de hábitats cruciales como el humedal del Salar de los Canos. Este humedal costero de carácter salino, ubicado en Vera entre las desembocaduras de los ríos Antas y Almanzora, es de gran interés por su biodiversidad y su capacidad para amortiguar los efectos adversos del cambio climático.
El Salar de los Canos se encuentra en el tramo final de la rambla del Algarrobo. Tras una controvertida obra de laminación, la rambla se conectó con el litoral, desviando el agua por debajo de una carretera hacia una desembocadura artificial. El objetivo era paliar el riesgo de inundaciones en las urbanizaciones costeras y en la carretera AL-7107, pero esta intervención ha tenido un costo ambiental significativo.
Este crecimiento urbanístico también ha servido de justificación para la traslocación artificial de arena desde la desembocadura del río Antas hasta la playa Nudista de Vera. Ecologistas en Acción advierte que estas intervenciones antrópicas no son sostenibles a largo plazo, ya que la arena es un recurso finito y el turismo de sol y playa es dinámico. Si la publicidad no se ajusta a la realidad del estado de las playas, los turistas buscarán otros destinos.
El Playazo de Vera, que antes se regeneraba naturalmente gracias al río, ahora ve cómo la desembocadura del Antas se queda sin arena. La solución planteada, un espigón en la playa nudista, es vista con preocupación, ya que podría comprometer la playa contigua a largo plazo. En resumen, el urbanismo ha destruido hábitats naturales y modificado la dinámica litoral milenaria para crear playas artificiales temporales, generando descontento entre la población local.
La traslocación de arena y la modificación de la dinámica costera con espigones en espacios de la Red Natura 2000 son acciones que producen un grave impacto negativo. La Zona de Especial Conservación del río Antas (ZEC ES6110017) ha sido hormigonada y urbanizada, poniendo en riesgo su conexión natural con las playas pertenecientes a la ZEC "Los fondos marinos del levante almeriense" (ES6110010). Los hábitats de donde se extrae y a donde se traslada la arena sufren un estrés considerable que eventualmente los destruirá.
Bandera Negra por Contaminación: Playa de Los Bajos (Roquetas de Mar)
La "Playa de Los Bajos" en Roquetas de Mar no es ajena a las denuncias de Ecologistas en Acción. Ya en 2005 fue señalada como "Punto Negro", y en 2008 y 2018 recibió la bandera negra por vertidos de aguas insuficientemente depuradas durante los periodos vacacionales. La organización aboga por emisiones "cero" a través de emisarios submarinos para evitar la afección negativa a los ecosistemas marinos.
Almería, con su clima árido, ha visto cómo sus ramblas, formadas por lluvias torrenciales y responsables durante siglos de transportar sedimentos que crearon playas espectaculares, se han convertido en vertederos ilegales. El avance de la agroindustria y el desarrollo urbanístico han incrementado los vertidos de aguas depuradas al mar y han transformado las ramblas en receptáculos de todo tipo de residuos: tóxicos, inertes, orgánicos, etc. Se estima que unas 10.000 toneladas de residuos plásticos se vierten anualmente en el entorno natural, y la meteorización de estos plásticos se acelera en un clima desértico, triplicando la concentración de microplásticos marinos en las costas de Almería con respecto a la media del Mediterráneo.
Aunque "La Playa de Los Bajos" es una playa natural, se encuentra altamente antropizada. Posee una gran importancia ecológica al coexistir en ella un humedal andaluz en primera línea de playa y un espacio marino de la Red Natura 2000 (ZEC ES6110010), que incluye el Monumento Natural Barrera-Arrecife de Posidonia.
Este Monumento Natural fue uno de los puntos de muestreo en un estudio realizado por Dahl M. et al. (2021) para medir y comparar la bioacumulación de microplásticos en el lecho de praderas submarinas de Posidonia oceanica. Fue precisamente en este punto donde se tomó la muestra con mayor densidad de microplásticos de las cuatro praderas mediterráneas analizadas (dos en Almería: Aguamarga y Roquetas de Mar, y dos de referencia en Isla Cabrera). Ambas muestras almerienses contenían una enorme cantidad de microplásticos, diferenciándose en su origen y en la forma de acumulación.
Los impactos derivados de estas problemáticas afectan tanto a los ecosistemas marinos como a los usuarios de las playas, constituyendo una epidemia que amenaza la salud pública y la biodiversidad.
El informe de Ecologistas en Acción subraya la necesidad urgente de un cambio en la gestión costera española, priorizando la conservación de los ecosistemas y la salud de nuestros mares y playas frente a los intereses urbanísticos y la falta de control en los vertidos. La organización espera que estas Banderas Negras sirvan como una llamada de atención para que las administraciones tomen medidas efectivas y sostenibles.
El informe, que se complementa con un mapeo virtual para visualizar las localizaciones, "revela un panorama preocupante" según los ecologistas. De las 48 Banderas Negras otorgadas en 2025, la distribución por problemáticas es la siguiente:
• Urbanización de la costa y ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre (DMPT): 13 banderas.
• Vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y problemas de depuración: 12 banderas.
• Afecciones a la biodiversidad: 9 banderas.
• Acumulación de basuras, plásticos y microplásticos: 5 banderas.
• Obras portuarias o de defensa costera innecesarias o mal gestionadas: 4 banderas.
• Contaminación química: 3 banderas.
• Daños al patrimonio histórico y cultural en DMPT: 1 bandera.
• Proyectos de almacenamiento geológico de CO2 con graves daños: 1 bandera.
Entre los ejemplos más notorios de esta problemática, el informe destaca la destrucción de hábitats naturales, como el humedal del Salar de los Canos en Almería, que ha sido señalado en una de las banderas negras.
LAS PLAYAS DE ALMERÍA, UN DUETO SEÑALADO EN NEGRO
Almería ha sido una de las provincias castigadas en este informe, recibiendo dos Banderas Negras por problemáticas distintas, pero igualmente preocupantes: una por mala gestión ambiental en las Playas de Vera y otra por contaminación en la Playa de Los Bajos de Roquetas de Mar.
Bandera Negra por mala gestión: Playas de Vera
Las playas del Levante almeriense, particularmente las de Vera, han sido objeto de una urbanización desmedida desde 2005. Este crecimiento urbanístico ha invadido el espacio público del deslinde marítimo-terrestre e hidráulico, afectando la primera línea litoral y los cauces de ramblas y ríos como el Antas. En muchos casos, esta expansión ha conllevado la destrucción de hábitats significativos y de interés comunitario, incluidos dentro de la Red Natura 2000.
El problema se agrava en un contexto de emergencia climática, donde la regresión marina es cada vez más palpable en las playas. La bandera negra se otorga nuevamente por un urbanismo desproporcionado que ha provocado la pérdida de importantes aportes de sedimentos que, de forma natural, regeneran el litoral.
El Salar de los Canos: Un humedal en peligro: El principal motivo de esta distinción es el crecimiento urbanístico en zonas inundables, que ha resultado en la destrucción de hábitats cruciales como el humedal del Salar de los Canos. Este humedal costero de carácter salino, ubicado en Vera entre las desembocaduras de los ríos Antas y Almanzora, es de gran interés por su biodiversidad y su capacidad para amortiguar los efectos adversos del cambio climático.
El Salar de los Canos se encuentra en el tramo final de la rambla del Algarrobo. Tras una controvertida obra de laminación, la rambla se conectó con el litoral, desviando el agua por debajo de una carretera hacia una desembocadura artificial. El objetivo era paliar el riesgo de inundaciones en las urbanizaciones costeras y en la carretera AL-7107, pero esta intervención ha tenido un costo ambiental significativo.
Este crecimiento urbanístico también ha servido de justificación para la traslocación artificial de arena desde la desembocadura del río Antas hasta la playa Nudista de Vera. Ecologistas en Acción advierte que estas intervenciones antrópicas no son sostenibles a largo plazo, ya que la arena es un recurso finito y el turismo de sol y playa es dinámico. Si la publicidad no se ajusta a la realidad del estado de las playas, los turistas buscarán otros destinos.
El Playazo de Vera, que antes se regeneraba naturalmente gracias al río, ahora ve cómo la desembocadura del Antas se queda sin arena. La solución planteada, un espigón en la playa nudista, es vista con preocupación, ya que podría comprometer la playa contigua a largo plazo. En resumen, el urbanismo ha destruido hábitats naturales y modificado la dinámica litoral milenaria para crear playas artificiales temporales, generando descontento entre la población local.
La traslocación de arena y la modificación de la dinámica costera con espigones en espacios de la Red Natura 2000 son acciones que producen un grave impacto negativo. La Zona de Especial Conservación del río Antas (ZEC ES6110017) ha sido hormigonada y urbanizada, poniendo en riesgo su conexión natural con las playas pertenecientes a la ZEC "Los fondos marinos del levante almeriense" (ES6110010). Los hábitats de donde se extrae y a donde se traslada la arena sufren un estrés considerable que eventualmente los destruirá.
Bandera Negra por Contaminación: Playa de Los Bajos (Roquetas de Mar)
La "Playa de Los Bajos" en Roquetas de Mar no es ajena a las denuncias de Ecologistas en Acción. Ya en 2005 fue señalada como "Punto Negro", y en 2008 y 2018 recibió la bandera negra por vertidos de aguas insuficientemente depuradas durante los periodos vacacionales. La organización aboga por emisiones "cero" a través de emisarios submarinos para evitar la afección negativa a los ecosistemas marinos.
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Playa semiurbana de Los Bajos en Roquetas |
Almería, con su clima árido, ha visto cómo sus ramblas, formadas por lluvias torrenciales y responsables durante siglos de transportar sedimentos que crearon playas espectaculares, se han convertido en vertederos ilegales. El avance de la agroindustria y el desarrollo urbanístico han incrementado los vertidos de aguas depuradas al mar y han transformado las ramblas en receptáculos de todo tipo de residuos: tóxicos, inertes, orgánicos, etc. Se estima que unas 10.000 toneladas de residuos plásticos se vierten anualmente en el entorno natural, y la meteorización de estos plásticos se acelera en un clima desértico, triplicando la concentración de microplásticos marinos en las costas de Almería con respecto a la media del Mediterráneo.
Aunque "La Playa de Los Bajos" es una playa natural, se encuentra altamente antropizada. Posee una gran importancia ecológica al coexistir en ella un humedal andaluz en primera línea de playa y un espacio marino de la Red Natura 2000 (ZEC ES6110010), que incluye el Monumento Natural Barrera-Arrecife de Posidonia.
Este Monumento Natural fue uno de los puntos de muestreo en un estudio realizado por Dahl M. et al. (2021) para medir y comparar la bioacumulación de microplásticos en el lecho de praderas submarinas de Posidonia oceanica. Fue precisamente en este punto donde se tomó la muestra con mayor densidad de microplásticos de las cuatro praderas mediterráneas analizadas (dos en Almería: Aguamarga y Roquetas de Mar, y dos de referencia en Isla Cabrera). Ambas muestras almerienses contenían una enorme cantidad de microplásticos, diferenciándose en su origen y en la forma de acumulación.
Los impactos derivados de estas problemáticas afectan tanto a los ecosistemas marinos como a los usuarios de las playas, constituyendo una epidemia que amenaza la salud pública y la biodiversidad.
El informe de Ecologistas en Acción subraya la necesidad urgente de un cambio en la gestión costera española, priorizando la conservación de los ecosistemas y la salud de nuestros mares y playas frente a los intereses urbanísticos y la falta de control en los vertidos. La organización espera que estas Banderas Negras sirvan como una llamada de atención para que las administraciones tomen medidas efectivas y sostenibles.