El acusado degolló a Zhour B. en la cocina, justo en el instante en que la mujer se encontraba alimentando a su bebé
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ALMERÍA HOY / 07·06·2025
La Audiencia Provincial de Almería ha dictado una sentencia contundente, condenando a Youssef J. a 22 años, seis meses y un día de prisión por el horrendo asesinato de su esposa, Zhour B. El trágico suceso tuvo lugar en agosto de 2023, en la vivienda familiar ubicada en la calle Galera del barrio de Pescadería, dejando una huella imborrable en la vida de sus tres hijos menores, quienes presenciaron la agresión.
Los hechos, que conmocionaron a la comunidad almeriense, se desarrollaron ante la mirada de un niño de 9 años, otro de 8 y un bebé de apenas cuatro meses, al que la víctima sostenía en sus brazos en el momento fatal. Este brutal acto ha sido calificado como un crimen que trasciende la esfera privada, dejando en evidencia la persistente y grave problemática de la violencia en nuestra sociedad.
La sentencia, que actualmente se encuentra en proceso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se fundamenta en el veredicto unánime de un tribunal de jurado. Dicho jurado, tras analizar exhaustivamente las pruebas presentadas y las declaraciones recabadas durante el juicio, determinó que Youssef J. había desarrollado una obsesión infundada. La creencia de que su esposa "le era infiel", "le iba a denunciar para quedarse con la casa" y "lo iba a meter en prisión" lo llevó a cometer el atroz crimen.
En un escalofriante relato de los acontecimientos, se ha revelado que el acusado degolló a Zhour B. en la cocina, justo en el instante en que la mujer se encontraba alimentando a su bebé. Este desgarrador detalle subraya la crueldad del acto y el desprecio absoluto por la vida humana, dejando a tres menores en una situación de extrema vulnerabilidad y dolor.
La magistrada Alejandra Dodero ve «proporcionada» la imposición de la pena de 22 años y medio por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de discriminación por género frente a los 25 años solicitados por la Fiscalía y las acusaciones particulares en atención a la gravedad de los hechos enjuiciados y en el modo en el que tuvieron lugar.
Asimismo, fija una indemnización de 600.000 euros para los tres hijos de la víctima así como otra de 100.00 euros para los padres de la mujer. En este sentido, estima el «inmenso dolor» sufrido ante una pérdida «de difícil cálculo e irreparable».
La sentencia recoge que, debido a sus obsesiones, durante los últimos meses de convivencia el acusado había conminado a la mujer a que «cerrara las ventanas de la casa», toda vez que le «prohibió abrirlas».
Así, en la tarde del 7 de agosto de 2023 cuando la mujer estaba en la cocina dando de comer a su bebé el hombre entró en la estancia y agarró un cuchillo de 23 centímetros con el que «de forma repentina e inesperada» degolló a la víctima, quien no tuvo «posibilidad de defensa o reacción alguna» al no esperar el ataque.
El fallo apunta el «sufrimiento innecesario» que el acusado provocó en la mujer a consecuencia de las cuchilladas que la víctima trató de evitar con sus manos. Las heridas, de gran profundidad, ocasionaron su muerte prácticamente en el acto.
La situación hizo que fueran los hijos pequeños de la pareja los que salieran corriendo de casa para solicitar ayuda a los vecinos, quienes alertaron a los servicios de emergencia. La Policía Nacional, al llegar a la vivienda, encontró al acusado con el bebé en brazos, el cual entregó a los agentes antes de ser arrestado.
El jurado rechazó aplicar algún tipo de atenuante por confesión pese a que el hombre -que en el juicio indicó no recordar nada de lo sucedido- se atribuyó la autoría del crimen, ya que durante la investigación no se mostró colaborativo, toda vez que su confesión «no aportó nada significativo» al ser sorprendido en el lugar del crimen con restos de sangre y junto al cuerpo de la víctima.
Los hechos, que conmocionaron a la comunidad almeriense, se desarrollaron ante la mirada de un niño de 9 años, otro de 8 y un bebé de apenas cuatro meses, al que la víctima sostenía en sus brazos en el momento fatal. Este brutal acto ha sido calificado como un crimen que trasciende la esfera privada, dejando en evidencia la persistente y grave problemática de la violencia en nuestra sociedad.
La sentencia, que actualmente se encuentra en proceso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se fundamenta en el veredicto unánime de un tribunal de jurado. Dicho jurado, tras analizar exhaustivamente las pruebas presentadas y las declaraciones recabadas durante el juicio, determinó que Youssef J. había desarrollado una obsesión infundada. La creencia de que su esposa "le era infiel", "le iba a denunciar para quedarse con la casa" y "lo iba a meter en prisión" lo llevó a cometer el atroz crimen.
En un escalofriante relato de los acontecimientos, se ha revelado que el acusado degolló a Zhour B. en la cocina, justo en el instante en que la mujer se encontraba alimentando a su bebé. Este desgarrador detalle subraya la crueldad del acto y el desprecio absoluto por la vida humana, dejando a tres menores en una situación de extrema vulnerabilidad y dolor.
La magistrada Alejandra Dodero ve «proporcionada» la imposición de la pena de 22 años y medio por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de discriminación por género frente a los 25 años solicitados por la Fiscalía y las acusaciones particulares en atención a la gravedad de los hechos enjuiciados y en el modo en el que tuvieron lugar.
Asimismo, fija una indemnización de 600.000 euros para los tres hijos de la víctima así como otra de 100.00 euros para los padres de la mujer. En este sentido, estima el «inmenso dolor» sufrido ante una pérdida «de difícil cálculo e irreparable».
La sentencia recoge que, debido a sus obsesiones, durante los últimos meses de convivencia el acusado había conminado a la mujer a que «cerrara las ventanas de la casa», toda vez que le «prohibió abrirlas».
Así, en la tarde del 7 de agosto de 2023 cuando la mujer estaba en la cocina dando de comer a su bebé el hombre entró en la estancia y agarró un cuchillo de 23 centímetros con el que «de forma repentina e inesperada» degolló a la víctima, quien no tuvo «posibilidad de defensa o reacción alguna» al no esperar el ataque.
El fallo apunta el «sufrimiento innecesario» que el acusado provocó en la mujer a consecuencia de las cuchilladas que la víctima trató de evitar con sus manos. Las heridas, de gran profundidad, ocasionaron su muerte prácticamente en el acto.
La situación hizo que fueran los hijos pequeños de la pareja los que salieran corriendo de casa para solicitar ayuda a los vecinos, quienes alertaron a los servicios de emergencia. La Policía Nacional, al llegar a la vivienda, encontró al acusado con el bebé en brazos, el cual entregó a los agentes antes de ser arrestado.
El jurado rechazó aplicar algún tipo de atenuante por confesión pese a que el hombre -que en el juicio indicó no recordar nada de lo sucedido- se atribuyó la autoría del crimen, ya que durante la investigación no se mostró colaborativo, toda vez que su confesión «no aportó nada significativo» al ser sorprendido en el lugar del crimen con restos de sangre y junto al cuerpo de la víctima.