Zamora urge el auxilio de Diputación por temor a que altos funcionarios paralicen el Ayuntamiento

El tesorero de Garrucha y la responsable de contratación presentaron baja por enfermedad días después de que el concejal de Urbanismo denunciara irregularidades en las nóminas ante la Fiscalía



ALMERÍA HOY / 16·05·2025

Días después -como reflejó ACTUALIDAD ALMANZORA- de publicarse la denuncia que el concejal de Urbanismo de Garrucha ha presentado ante el fiscal, señalando la posible responsabilidad de varios altos funcionarios en la elaboración de nóminas, con sustanciales aumentos en las bases de cotización, complementos y otros emolumentos o percepciones salariales durante años sin la aprobación del Gobierno municipal; días después, decíamos, el tesorero y la responsable de Contratación -ambos citados en la denuncia formulada ante la Fiscalía- han registrado sendos partes médicos de baja. Para evitar la parálisis que estas bajas podrían suponer, el alcalde, Pedro Zamora (PP), ha solicitado ayuda urgente a Diputación.

En estos momentos, el contexto en que el Gobierno local trata de sacar adelante la gestión, singularmente en lo que concierne al pago de nóminas, de servicios y a proveedores, complica, hasta límites nunca conocidos, el control político de este Consistorio. Funcionarios claves al frente de áreas esenciales del Ayuntamiento mantienen una muy tensa relación con el alcalde Pedro Zamora y su equipo de concejales, especialmente con Álvaro Ramos, que es quien ha firmado el escrito dirigido al fiscal.

El problema ha llegado a tal dimensión que el regidor se ha dirigido a la Diputación Provincial solicitando auxilio urgente; soluciones para cubrir las bajas o sustituir a otros con los que la relación parece rota o el equipo de Gobierno entiende que no colaborarán, o ya no los considera fiables, para encontrar una solución a este espectáculo infernal -y no es una exageración-. La emergencia se justifica en el temor a una inminente y grave paralización de la administración municipal.

Tengamos en cuenta que, además de lo narrado, el Gobierno de Garrucha, o alguno de sus integrantes, ha presentado iniciativas penales contra sus antecesores socialistas acusándolos de contrataciones a dedo y malversación de fondos públicos, traduciéndose el conjunto en un dato alarmante: el gasto en Personal y el gasto corriente supera el 80% del Presupuesto, reduciendo a lo insignificante el capítulo de inversiones. Además, la Cámara de Cuentas está fiscalizando los últimos años contables, advirtiendo, como adelanto, que la última vez que el Ayuntamiento de Garrucha presentó la Cuenta General anual fue en 2016, cuando es obligado hacerlo cada año. Y que entre 2018 y 2022 el gasto en salarios se multiplicó, pasando de 3,05 millones a 5,77 millones, un incremente del 88,81%.

Huelga volver decir que el panorama es realmente preocupante.