El proyecto en fase de expropiación destruirá los restos de una villa romana de época bajoimperial, denuncia la Asociación Ángel Aguilera
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| Planimetría del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Cortijo Rempuja I |
ALMERÍA HOY / 28·05·2025
La Asociación Cultural Ángel Aguilera ha presentado una solicitud formal al Ayuntamiento de El Ejido y a la Delegación de Cultura de la Junta, pidiendo que se incluya un seguimiento arqueológico en las obras de remodelación de los enlaces de la A7 en El Ejido. Este proyecto, actualmente en fase de expropiación de terrenos, amenaza con la virtual destrucción de los últimos vestigios del yacimiento del Cortijo Rempuja. Se trata de una villa romana de época bajoimperial, que incluía unas termas y que se verá directamente afectada por la construcción del nuevo trazado viario.El yacimiento de Cortijo Rempuja I y II se encuentra recogido dentro de la Carta Arqueológica de El Ejido y la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía como “destruido”. Sin embargo, desde la entidad patrimonialista consideran que “hay indicios suficientes para pensar que los movimientos de tierra podrían poner al descubierto los restos de esta villa en los solares que quedan libres”.
“Creemos que las obras deberían de contar con la presencia de un arqueólogo para garantizar que se documenten los restos que aún puedan conservarse bajo la superficie”, ha manifestado el presidente de la asociación, Antonio Callejón, que recuerda que en la década de los 90 una villa romana fue arrasada en Tarambana por la construcción de la autovía sin ningún tipo de estudio arqueológico. “Estos hechos no se pueden volver a repetir”, concluye, “y es el momento de que las administraciones den un paso adelante para evitar que una parte de nuestra historia se pueda perder para siempre”.
“Creemos que las obras deberían de contar con la presencia de un arqueólogo para garantizar que se documenten los restos que aún puedan conservarse bajo la superficie”, ha manifestado el presidente de la asociación, Antonio Callejón, que recuerda que en la década de los 90 una villa romana fue arrasada en Tarambana por la construcción de la autovía sin ningún tipo de estudio arqueológico. “Estos hechos no se pueden volver a repetir”, concluye, “y es el momento de que las administraciones den un paso adelante para evitar que una parte de nuestra historia se pueda perder para siempre”.


