Sería una de las fórmulas para que pase a titularidad pública y poder derribar el hotel
ALMERÍA HOY / 18·02·2025
La Junta de Andalucía podría hacerse con la totalidad del terreno sobre el que se levanta el hotel construido por Azata del Sol en el paraje de ‘El Algarrobico’ de Carboneras si acude a un juzgado de lo Civil para ejercer su derecho de retracto, una posibilidad que tiene sobre la mesa desde enero de 2016 (EFE).
Esta sería una de las fórmulas para que los terrenos pasaran a titularidad pública y poder derribar el hotel situado en el Cabo de Gata, frente a las expropiaciones planteadas ahora por el Gobierno central o la posición de la Junta de Andalucía de que sea el Ayuntamiento de Carboneras el que anule la licencia que otorgó.
El 10 de enero de 2016 el Tribunal Supremo ratificó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que, a su vez, confirmaba la resolución de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por la que se acordaba ejercer el derecho de retracto sobre los terrenos.
El derecho de retracto permite a una persona o entidad quedarse con un bien que se ha vendido a un tercero por el mismo precio y en las mismas condiciones que se produjo la compra. En este caso, Azata adquirió los terrenos sobre los que se levanta el hotel de El Algarrobico en 1999 al Gobierno andaluz.
DERECHO DE RETRACTO
En el contrato de compraventa las partes vendedoras hacían constar que las fincas objeto de la escritura no estaban enclavadas en el parque natural, por lo que no existía “limitación urbanística alguna” que impidiese el desarrollo del planeamiento urbanístico de estos suelos.
Sin embargo, en mayo de 2006 la Junta de Andalucía anunciaba su intención de llevar a cabo este derecho de retracto, alegando que se había producido un cambio de titularidad en el suelo que se llevó a cabo sin previa información a la administración andaluza, tal y como estaba estipulado en la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.
Los intentos para ejercer ese derecho de retracto se sucedieron a lo largo de los años, siempre con la negativa de Azata del Sol y Azata S.L, que desde el primer momento acudieron a los tribunales para frenar las intenciones del Ejecutivo andaluz.
En octubre de 2006, la Junta culminó todos los trámites administrativos del ejercicio de retracto, pero la constructora rechazó los más de 2,3 millones de euros, valor que se dio a los terrenos, que ofrecía el Gobierno andaluz y acudió al TSJA para que paralizase la ocupación de este suelo.
Los procedimientos, recursos y contrarrecursos fueron continuos a lo largo de los años y no fue hasta el 10 de diciembre de 2013 cuando el TSJA confirmó la resolución de 2006 por la que acordaba ejercer el derecho de retracto sobre los terrenos.
LA JURISDICCIÓN CIVIL
Además, el TSJA negaba a la Junta de Andalucía la condición de acreedora de las mercantiles al adquirir la propiedad en la que se edifica al 94,5 % el hotel, con una inversión de 27.421.531 euros que Azata y Azata del Sol reclamaban al Gobierno andaluz. En agosto de 2014 la Junta anunció que había comenzado las gestiones para inscribir los terrenos a nombre del dominio público, emplazando a Azata a formalizar la escritura pública. La empresa nunca acudió a la notaría, por lo que el Gobierno andaluz solicitó al TSJA la ejecución forzosa de la sentencia para inscribir los terrenos a su nombre. El alto tribunal andaluz no estimó esta petición. La sentencia del TSJA fue confirmada el 10 de enero de 2016 por el Supremo, que en diciembre de ese año ratificaba el pronunciamiento del TSJA que denegó a la Junta de Andalucía su petición de ocupación de la finca El Algarrobico sin previa inscripción registral.
El Supremo incidía en que debía ser la jurisdicción civil y no la contencioso-administrativa la que determinase el contenido del retracto y resolviese cualquier tipo de discrepancia.
Y a pesar de que desde entonces están consignados 2.313.896,61 euros como precio por dichos terrenos y de las declaraciones de consejeros y portavoces, antes del PSOE y ahora del PP, en el sentido de que los servicios jurídicos de la Junta estudiaban la forma de iniciar este pleito, esto no ha ocurrido por el momento.
Esta sería una de las fórmulas para que los terrenos pasaran a titularidad pública y poder derribar el hotel situado en el Cabo de Gata, frente a las expropiaciones planteadas ahora por el Gobierno central o la posición de la Junta de Andalucía de que sea el Ayuntamiento de Carboneras el que anule la licencia que otorgó.
El 10 de enero de 2016 el Tribunal Supremo ratificó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que, a su vez, confirmaba la resolución de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por la que se acordaba ejercer el derecho de retracto sobre los terrenos.
El derecho de retracto permite a una persona o entidad quedarse con un bien que se ha vendido a un tercero por el mismo precio y en las mismas condiciones que se produjo la compra. En este caso, Azata adquirió los terrenos sobre los que se levanta el hotel de El Algarrobico en 1999 al Gobierno andaluz.
DERECHO DE RETRACTO
En el contrato de compraventa las partes vendedoras hacían constar que las fincas objeto de la escritura no estaban enclavadas en el parque natural, por lo que no existía “limitación urbanística alguna” que impidiese el desarrollo del planeamiento urbanístico de estos suelos.
Sin embargo, en mayo de 2006 la Junta de Andalucía anunciaba su intención de llevar a cabo este derecho de retracto, alegando que se había producido un cambio de titularidad en el suelo que se llevó a cabo sin previa información a la administración andaluza, tal y como estaba estipulado en la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.
Los intentos para ejercer ese derecho de retracto se sucedieron a lo largo de los años, siempre con la negativa de Azata del Sol y Azata S.L, que desde el primer momento acudieron a los tribunales para frenar las intenciones del Ejecutivo andaluz.
En octubre de 2006, la Junta culminó todos los trámites administrativos del ejercicio de retracto, pero la constructora rechazó los más de 2,3 millones de euros, valor que se dio a los terrenos, que ofrecía el Gobierno andaluz y acudió al TSJA para que paralizase la ocupación de este suelo.
Los procedimientos, recursos y contrarrecursos fueron continuos a lo largo de los años y no fue hasta el 10 de diciembre de 2013 cuando el TSJA confirmó la resolución de 2006 por la que acordaba ejercer el derecho de retracto sobre los terrenos.
LA JURISDICCIÓN CIVIL
Además, el TSJA negaba a la Junta de Andalucía la condición de acreedora de las mercantiles al adquirir la propiedad en la que se edifica al 94,5 % el hotel, con una inversión de 27.421.531 euros que Azata y Azata del Sol reclamaban al Gobierno andaluz. En agosto de 2014 la Junta anunció que había comenzado las gestiones para inscribir los terrenos a nombre del dominio público, emplazando a Azata a formalizar la escritura pública. La empresa nunca acudió a la notaría, por lo que el Gobierno andaluz solicitó al TSJA la ejecución forzosa de la sentencia para inscribir los terrenos a su nombre. El alto tribunal andaluz no estimó esta petición. La sentencia del TSJA fue confirmada el 10 de enero de 2016 por el Supremo, que en diciembre de ese año ratificaba el pronunciamiento del TSJA que denegó a la Junta de Andalucía su petición de ocupación de la finca El Algarrobico sin previa inscripción registral.
El Supremo incidía en que debía ser la jurisdicción civil y no la contencioso-administrativa la que determinase el contenido del retracto y resolviese cualquier tipo de discrepancia.
Y a pesar de que desde entonces están consignados 2.313.896,61 euros como precio por dichos terrenos y de las declaraciones de consejeros y portavoces, antes del PSOE y ahora del PP, en el sentido de que los servicios jurídicos de la Junta estudiaban la forma de iniciar este pleito, esto no ha ocurrido por el momento.