¿Se bañó o no se bañó?


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos




Le encantan los líos, a Marichú le privan, no puede vivir sin ellos, qué le va a hacer la mujer si nació con esa condición. La ministra-candiata a mandar en el Psoe andaluz, la que desde Madrid nos saca el dinero de los bolsillos, estuvo en Almería. Hay quien dice que los impuestos no dejan de ser un robo legal a mano armada que nos hacen los gobiernos, y que los políticos se los gastan como les da la gana. No me va a hacer caso, nos seguirá explotando a los ciudadanos. La que tiene liada con la galleguiña por querer que paguen Irpf los que cobran el salario mínimo. Pero no es ese el tema que la trae hoy, como ayer, a la tribuna de este Paseo Abajo.

Saben lo que me gustaría, saber si se bañó en la balsa número ocho de sus colegas de Níjar. La foto de la ministra entrando en la balsa, o saliendo de ella, habría sido, con las lógicas diferencias, reitero, con las lógicas diferencias, como aquella de Fraga con calzones en Palomares, que al final dicen que no existió, pero qué imagen nos dejó para la historia. El baño de la ministra parece que tampoco existió, una pena, y encima no tenemos foto para comparar, con lo que les gusta a los políticos una pose ante una cámara.

No parece que el alcalde de Níjar se haya sentido ninguneado por no avisar la ministra su presencia en su pueblo, y es que hay que entender que la señora de los cuartos que nos quita y se los quiere dar a los catalanes de “mochito”, no vino a Níjar como ministra, lo hizo como militante sanchista y candidata a la secretaría general del partido en Andalucía, por lo que no tenía motivo alguno para avisar de su presencia. Lo de Carboneras fue algo distinto. Habló en nombre del Gobierno y como ministra, de algo que le afecta y mucho al ayuntamiento, y a Salvador ni le avisó. En mi tierra, falta de cortesía se puede ver en la posición de Marichú ante Salvador. En otras, dirían que sólo es falta de educación. Ella sabe que lo primordial es la decisión del ayuntamiento sobre la licencia otorgada en su día por un alcalde de su partido, y las bendiciones de la Junta, con un gobierno, recordarle a la ministra que fue el Psoe el que mandaba en la Junta, los que aprobaron todos los informes, incluidos los medioambientales presentados, y con ella de consejera, que parece olvidarlo.

Cohetes, y salvas a la fiesta, es lo que me parece que ha hecho la ministra, como decíamos ayer, ante el congreso del 22-23 de este mes en Armilla, donde será entronizada y elevada, ¡al cielo con ella! a la secretaría general de su partido en Andalucía.