Ya no se dan las condiciones


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos




El banco de Sabadell se vuelve a Cataluña. Dice que ya no se dan las condiciones de aquel 2017 en las que los secesionistas decidieron cumplir con sus intenciones de crear la república catalana, y ellos, junto a miles de empresas, decidieron seguir viviendo de los dineros del resto de los españoles, y para lo cual cambiaron la sede central. Hoy, nos aseguran, para vender su vuelta, que ya no se dan las mismas condiciones de aquel año. Uno no está tan seguro de ello, qué quieren que les diga. Tener familia en aquellas lejanas tierras te aporta el conocimiento necesario para que sepas que casi nada ha cambiado, que sí, que tienen un presidente que fue ministro del Psoe, pero en representación del Psc, que ahora es el señor Illa el presidente, sí, pero no lo dude, tan independentista como el anterior, un tal Aragonés.

Se está produciendo el nombramiento de los actuales consejeros, y vemos que todos han salido de las mismas cuadras de los nacionalistas más acérrimos, y con la consigna de su Asamblea Nacional y de los partidos de que van a hacerlo de nuevo, que van a preparar la nueva asonada. Llegado ese día ¿qué va a hacer el banco catalán? ¿Volverá a salir de nuevo de Cataluña? ¿Buscará el rumbo de Valencia? Menudo bucle en el que se pueden encontrar esos señores.

En cuanto a las condiciones. Yo no veo los cambios que pregona la entidad. Los padres siguen sin poder elegir en qué idioma se educan sus hijos, los establecimientos pueden rotular en inglés, pero si lo hace en español se les multa. A los críos se les controla si hablan en español en los recreos de los colegios, y el gobierno de Illa sigue con sus documentos en un solo idioma, el catalán, aunque últimamente está apareciendo el árabe en algunos de ellos. Se da la circunstancia de que en esos momentos se traduce más al árabe que al español. Pero las condiciones han cambiado para el banco Sabadell, ya no son las mismas que se daban en el 2017 y se vuelven a casa.

Los españoles que nos hemos fiado de este banco y hemos depositado nuestros ahorros, nuestras nóminas, ante una posición clara en defensa de la libertad y la convivencia, ¿qué deberíamos hacer ahora? Ellos, los catalanes, apuestan por las empresas de proximidad, dicen en un cincuenta por ciento en lo que a sus colegios, cárceles y hospitales se refiere a la hora de comprar productos para sus cocinas y comedores. ¿Tendríamos que hacer nosotros lo mismo a la hora de entregar nuestro dinero, nuestros recibos o nóminas a una empresa de proximidad? La ciudad de Sabadell está lejos, muy lejos para que aquellos catalanes manejen nuestros recursos económicos. No parece que al Sabadell lo veamos como un banco de proximidad.