José Caparrós, presidente de aguas del Almanzora, explica que todo se mira con lupa en Acuamed desde que el anterior consejero delegado de la sociedad estatal acabara en la cárcel
ALMERÍA HOY / 29·09·2024
- Hagamos balance sobre las obras de desalación en su comarca, el Levante almeriense, ¿cómo va la reparación de la desaladora Bajo Almanzora I, la ‘de la vergüenza’?
- La mejora de la defensa frente a nuevas riadas está muy avanzada y a principios de octubre comenzará la reparación de la planta que, en buena parte, consiste en comprar e instalar maquinaria nueva. De momento, ha comenzado el movimiento administrativo. La verdad es que podría ir más rápido. Ya debería estar funcionando.
- Es usted generoso con el Gobierno.
- Y qué quiere que le diga. Esperamos esa obra desde 2012.
- ¿Y la construcción de la Bajo Almanzora II?
- Estamos trabajando con Acuamed en adaptar el proyecto para que no sean precisos posteriores tests de idoneidad que demoren aún más el inicio de las obras. Como en el caso anterior, va a un ritmo lentísimo, pero algo se avanza.
- Queda la ampliación de la desalobradora de los regantes de Cuevas del Almanzora. Era una obra de emergencia para sumar cinco Hm3 anuales antes de acabar este año, ¿han comenzado las obras?
- Ha comenzado la fase burocrática. Es inimaginable la cantidad de procedimientos administrativos que es preciso mover antes de empezar una obra que apenas durará tres o cuatro meses. Todo se retrasa cuando interviene la Administración, porque requiere infinidad de informes, no todos imprescindibles. La previsión es que a primeros de año contemos con esos cinco Hm3.
- ¿A primeros de año? Le recuerdo que estamos en septiembre y aún no han comenzado los trabajos.
- Estará terminada en enero o febrero. La obra no tiene demasiada enjundia. Se hará en tres o cuatro meses, pero llevamos ocho de procedimientos administrativos. De todos modos, los nuevos 5 Hms. de la desalobradora son pocos en comparación con los 47 que necesitamos para sustituir los que no recibimos del Negratín desde hace tres años. Confiemos en que la desaladora Bajo Almanzora I comience a producir a final de 2025, coincidiendo con la terminación de la línea eléctrica que debe alimentarla; y la II un año y medio o dos más tarde.
- ¿Han comenzado ya las obras de la línea eléctrica y la subestación que deben proporcionar energía a esas dos plantas?
- Aún no. Al ser un proyecto asumido por Aguas del Almanzora hemos solicitado y pagado las licencias de obras a los Ayuntamientos de Cuevas y Vera. Los técnicos municipales nos han recabado información, como la ubicación de las torretas. Ese camino se está recorriendo en tiempo y forma. Lo difícil fue encajar el trazado sin interferir el desarrollo urbanístico de los dos municipios. A partir de ahí, el expediente va en velocidad de crucero. Está previsto que la conexión eléctrica esté lista cuando finalice la reparación de la Bajo Almanzora I.
- ¿Seguro? Quedan quince meses y aún no han empezado las obras.
- Estará terminada a tiempo porque depende de nosotros. Aguas del Almanzora ha firmado el contrato para construir la línea y la subestación con la empresa Portillo, que ya se ha puesto en marcha. Nos consta que ya ha pedido la mayor parte de los materiales necesarios. Confío en los técnicos.
- Dice que la línea estará terminada porque depende de ustedes, pero ¿cómo valora la lentitud de los procesos burocráticos? Hay empresas que han desistido de trabajar en la comarca precisamente por el exceso de tiempo en resolver expedientes.
- La administración es demasiado lenta. Sus tiempos no tienen nada que ver con el mundo privado. Solventar estos inconvenientes fue el origen de la fundación de empresas públicas, pero en Acuamed se mira todo con lupa por los problemas jurídicos, penales y de corrupción que sufrió en el pasado. Esa situación nos está lastrando y retrasando muchísimo las obras de desalación en la comarca.
- ¿Hablamos de desalación porque han perdido ustedes la fe en los trasvases?
- Yo soy trasvasista. Defiendo el agua de los trasvases porque es la más ecológica. Pero, aunque parezca una contradicción y tengamos un proyecto de hace 15 años y otro de hace 5, que no han funcionado aún, antes o después producirán agua. Porque, seamos realistas, el futuro del regadío será el agua desalada. El Gobierno Central ha generado un conflicto oponiéndose sistemáticamente a los trasvases sin argumentos científicos, y ha puesto a los agricultores en la picota. Nos presenta como problema sin detenerse en lo que aportamos a la economía local y de España.
- El trasvase del Negratín ha cumplido tres años cerrado por falta de agua, ¿cree que abrirá para la próxima campaña?
- No contamos con él. Será muy complicado que se llene hasta los 210 Hm3. A la espera de que vuelvan años lluviosos, tendremos que paliar la situación con contratos de cesión.
- ¿Qué caudal ha llegado este año gracias a esos contratos?
- Más que el año pasado, porque el Guadalquivir está mejor. Ya hemos traído 15 Hm3.
- ¿Suficiente?
- Necesitaríamos mucha más. El trasvase del Negratín aporta 47 y este año hemos conseguido 15. Ha sido un alivio. En 2023 obtuvimos 5 y pasamos un verano malo. Este será regular tirando a mal. Es el tercer año consecutivo de sequía y tenemos las reservas agotadas. Los contratos de cesión con otros regantes han paliado algo la situación, pero no son la solución definitiva. Han facilitado el reparto de 2 Hm3 al mes para 25.000 Has hasta fin de año, cuando lo habitual era distribuir 5.
- Con los datos de que dispone, ¿cree que lloverá en los próximos meses?
- Dicen los meteorólogos que las altas temperaturas del Mediterráneo auguran grandes tormentas en lo que resta de año. Pero nosotros somos pragmáticos. Trabajamos con la hipótesis menos favorable y buscaremos recursos para facilitar agua a los regantes pensando en un otoño sin lluvias ¡Ojalá tengan razón los científicos!
- La mejora de la defensa frente a nuevas riadas está muy avanzada y a principios de octubre comenzará la reparación de la planta que, en buena parte, consiste en comprar e instalar maquinaria nueva. De momento, ha comenzado el movimiento administrativo. La verdad es que podría ir más rápido. Ya debería estar funcionando.
- Es usted generoso con el Gobierno.
- Y qué quiere que le diga. Esperamos esa obra desde 2012.
- ¿Y la construcción de la Bajo Almanzora II?
- Estamos trabajando con Acuamed en adaptar el proyecto para que no sean precisos posteriores tests de idoneidad que demoren aún más el inicio de las obras. Como en el caso anterior, va a un ritmo lentísimo, pero algo se avanza.
- Queda la ampliación de la desalobradora de los regantes de Cuevas del Almanzora. Era una obra de emergencia para sumar cinco Hm3 anuales antes de acabar este año, ¿han comenzado las obras?
- Ha comenzado la fase burocrática. Es inimaginable la cantidad de procedimientos administrativos que es preciso mover antes de empezar una obra que apenas durará tres o cuatro meses. Todo se retrasa cuando interviene la Administración, porque requiere infinidad de informes, no todos imprescindibles. La previsión es que a primeros de año contemos con esos cinco Hm3.
- ¿A primeros de año? Le recuerdo que estamos en septiembre y aún no han comenzado los trabajos.
- Estará terminada en enero o febrero. La obra no tiene demasiada enjundia. Se hará en tres o cuatro meses, pero llevamos ocho de procedimientos administrativos. De todos modos, los nuevos 5 Hms. de la desalobradora son pocos en comparación con los 47 que necesitamos para sustituir los que no recibimos del Negratín desde hace tres años. Confiemos en que la desaladora Bajo Almanzora I comience a producir a final de 2025, coincidiendo con la terminación de la línea eléctrica que debe alimentarla; y la II un año y medio o dos más tarde.
- ¿Han comenzado ya las obras de la línea eléctrica y la subestación que deben proporcionar energía a esas dos plantas?
- Aún no. Al ser un proyecto asumido por Aguas del Almanzora hemos solicitado y pagado las licencias de obras a los Ayuntamientos de Cuevas y Vera. Los técnicos municipales nos han recabado información, como la ubicación de las torretas. Ese camino se está recorriendo en tiempo y forma. Lo difícil fue encajar el trazado sin interferir el desarrollo urbanístico de los dos municipios. A partir de ahí, el expediente va en velocidad de crucero. Está previsto que la conexión eléctrica esté lista cuando finalice la reparación de la Bajo Almanzora I.
- ¿Seguro? Quedan quince meses y aún no han empezado las obras.
- Estará terminada a tiempo porque depende de nosotros. Aguas del Almanzora ha firmado el contrato para construir la línea y la subestación con la empresa Portillo, que ya se ha puesto en marcha. Nos consta que ya ha pedido la mayor parte de los materiales necesarios. Confío en los técnicos.
- Dice que la línea estará terminada porque depende de ustedes, pero ¿cómo valora la lentitud de los procesos burocráticos? Hay empresas que han desistido de trabajar en la comarca precisamente por el exceso de tiempo en resolver expedientes.
- La administración es demasiado lenta. Sus tiempos no tienen nada que ver con el mundo privado. Solventar estos inconvenientes fue el origen de la fundación de empresas públicas, pero en Acuamed se mira todo con lupa por los problemas jurídicos, penales y de corrupción que sufrió en el pasado. Esa situación nos está lastrando y retrasando muchísimo las obras de desalación en la comarca.
- ¿Hablamos de desalación porque han perdido ustedes la fe en los trasvases?
- Yo soy trasvasista. Defiendo el agua de los trasvases porque es la más ecológica. Pero, aunque parezca una contradicción y tengamos un proyecto de hace 15 años y otro de hace 5, que no han funcionado aún, antes o después producirán agua. Porque, seamos realistas, el futuro del regadío será el agua desalada. El Gobierno Central ha generado un conflicto oponiéndose sistemáticamente a los trasvases sin argumentos científicos, y ha puesto a los agricultores en la picota. Nos presenta como problema sin detenerse en lo que aportamos a la economía local y de España.
- El trasvase del Negratín ha cumplido tres años cerrado por falta de agua, ¿cree que abrirá para la próxima campaña?
- No contamos con él. Será muy complicado que se llene hasta los 210 Hm3. A la espera de que vuelvan años lluviosos, tendremos que paliar la situación con contratos de cesión.
- ¿Qué caudal ha llegado este año gracias a esos contratos?
- Más que el año pasado, porque el Guadalquivir está mejor. Ya hemos traído 15 Hm3.
- ¿Suficiente?
- Necesitaríamos mucha más. El trasvase del Negratín aporta 47 y este año hemos conseguido 15. Ha sido un alivio. En 2023 obtuvimos 5 y pasamos un verano malo. Este será regular tirando a mal. Es el tercer año consecutivo de sequía y tenemos las reservas agotadas. Los contratos de cesión con otros regantes han paliado algo la situación, pero no son la solución definitiva. Han facilitado el reparto de 2 Hm3 al mes para 25.000 Has hasta fin de año, cuando lo habitual era distribuir 5.
- Con los datos de que dispone, ¿cree que lloverá en los próximos meses?
- Dicen los meteorólogos que las altas temperaturas del Mediterráneo auguran grandes tormentas en lo que resta de año. Pero nosotros somos pragmáticos. Trabajamos con la hipótesis menos favorable y buscaremos recursos para facilitar agua a los regantes pensando en un otoño sin lluvias ¡Ojalá tengan razón los científicos!