ALMERÍA HOY / 23·08·2024
Ha fallecido el cuevano Pascual Soler, que fue varios años, a partir de 2018, presidente de Asaja-Almería. Pascual era muy reconocido y querido en la provincia, y especialmente en su tierra, Palomares, Cuevas del Almanzora y todo el Levante almeriense, por su incansable actividad en defensa de las actividades agrarias de Almería. Esta tarea la desarrolló desde sus años jóvenes y la había mantenido hasta tiempos recientes, hasta que la salud le fue flaqueando.
En sus múltiples declaraciones en medios de comunicación, especialmente enérgicas en los medios locales, como la extinguida emisora Vera Comunicación o Radio Actualidad y el periódico Actualidad Almanzora, también en Almería Hoy, Soler mantuvo un discurso crítico con las políticas agrarias que, en su opinión, no beneficiaban al campo almeriense, y muy especialmente con la ausencia de acciones gubernamentales que solventaran el sempiterno problema de la falta de agua.
Pascual Soler fue siempre valiente a la hora de opinar y hacer valer la voz de la razón, en tanto que, observando despreocupación en las administraciones por la escasez hídrica, ello tenía una consecuencia grave para un sector que había modificado, para bien, el bienestar de toda una comarca, la suya, y de la provincia. De manera similar manejaba el asunto de los bajos precios -en ocasiones ridículos y a veces ni siquiera eso- que pagaban a los productores intermediarios y comercializadores. Todo ello lo conocía bien, pues era un modesto agricultor y sufría las consecuencias.
Fue esta permanente preocupación y la proyección mediática que de esto hacía, lo que le llevó a afiliarse a la organización patronal ASAJA, de la que fue socio desde su fundación en 1991, representándola en el Levante almeriense y más tarde, tras el fallecimiento a edad temprana de Francisco Vargas -siendo presidente provincial de ASAJA-, fue requerido para que asumiera el liderazgo. Así lo hizo por aclamación en 2018 y durante cuatro años.
Pascual Soler no sólo queda en el sentido y cariñoso recuerdo de su familia, sino en el de las personas que le conocieron y trataron, pues aquellas tareas públicas que desempeñó de forma tan enérgica y combativa como noble, le reportaron elogios y respeto a este palomareño que tampoco olvidaba la sinrazón que casi sesenta años después del fatídico accidente nuclear, el asunto aún no se haya zanjado con la descontaminación total de la zona.
Con la pena propia al conocer la muerte de un amigo, anunciamos el suceso y guardamos un respetuoso silencio en su honor. DEP.
En sus múltiples declaraciones en medios de comunicación, especialmente enérgicas en los medios locales, como la extinguida emisora Vera Comunicación o Radio Actualidad y el periódico Actualidad Almanzora, también en Almería Hoy, Soler mantuvo un discurso crítico con las políticas agrarias que, en su opinión, no beneficiaban al campo almeriense, y muy especialmente con la ausencia de acciones gubernamentales que solventaran el sempiterno problema de la falta de agua.
Pascual Soler fue siempre valiente a la hora de opinar y hacer valer la voz de la razón, en tanto que, observando despreocupación en las administraciones por la escasez hídrica, ello tenía una consecuencia grave para un sector que había modificado, para bien, el bienestar de toda una comarca, la suya, y de la provincia. De manera similar manejaba el asunto de los bajos precios -en ocasiones ridículos y a veces ni siquiera eso- que pagaban a los productores intermediarios y comercializadores. Todo ello lo conocía bien, pues era un modesto agricultor y sufría las consecuencias.
Fue esta permanente preocupación y la proyección mediática que de esto hacía, lo que le llevó a afiliarse a la organización patronal ASAJA, de la que fue socio desde su fundación en 1991, representándola en el Levante almeriense y más tarde, tras el fallecimiento a edad temprana de Francisco Vargas -siendo presidente provincial de ASAJA-, fue requerido para que asumiera el liderazgo. Así lo hizo por aclamación en 2018 y durante cuatro años.
Pascual Soler no sólo queda en el sentido y cariñoso recuerdo de su familia, sino en el de las personas que le conocieron y trataron, pues aquellas tareas públicas que desempeñó de forma tan enérgica y combativa como noble, le reportaron elogios y respeto a este palomareño que tampoco olvidaba la sinrazón que casi sesenta años después del fatídico accidente nuclear, el asunto aún no se haya zanjado con la descontaminación total de la zona.
Con la pena propia al conocer la muerte de un amigo, anunciamos el suceso y guardamos un respetuoso silencio en su honor. DEP.