El regidor cree injustificable que la comida de los mayores resultara “un desastre”. Entretanto, los ediles populares no admiten que su antiguo líder ejerza la oposición por su cuenta
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Sobre la tarima, José Luis Amérigo y Francisco Capel. |
ALMERÍA HOY / 14·07·2024
El alcalde de Carboneras, Salvador Hernández (Cs), retiró la competencia de Festejos a Francisco Capel (PSOE) el 18 de junio, dos días después del “desastre” de organización de la comida de los mayores en las Fiestas de San Antonio. Capel no sale del Gobierno, mantiene las carteras de Barriadas, Seguridad Ciudadana, Infraestructuras y Agricultura.
Al otro lado del ‘hemiciclo’ las cosas no están mejor. Los ediles populares se entrevistaron el 4 de julio con el vicesecretario general de Organización del partido en Almería, Fernando Giménez. Le han pedido asesoramiento para echar del Grupo Municipal a su antiguo portavoz y líder Felipe Cayuela, porque no admiten que, después de haber perdido la Alcaldía y atesorar fuertes críticas por tomar decisiones a espaldas de sus compañeros, continúe haciendo la oposición por su cuenta.
Pero volvamos al hecho que ha desembocado en la retirada sobre Festejos al concejal Francisco Capel. El programa de las fiestas de San Antonio incluía el 14 de junio la tradicional invitación a los mayores del pueblo. El Ayuntamiento había previsto una partida de 35.000 euros, suficiente para un menú de 50 euros con el que agasajar a los 700 jubilados carboneros.
El expediente se inició el 5 de abril, pero el catering se contrató el 13 de junio, es decir, un día antes del ágape, de manera directa por 14.700 euros, menos de la mitad de la cantidad prevista, rebajándose a 21 euros por comensal.
El resultado fue “desastroso”, según el portavoz del PP, Lorenzo González, que reprocha el cambio de la tradicional cena por una comida a mediodía “en una carpa a más de 30º”. Y al calor se añadió una “organización nefasta”. Los invitados comenzaron a ocupar sus asientos a las 13:00, pero a las 15:30 no se había repartido aún la comida. En ese momento, una señora preguntó al cocinero cuánto faltaba y le respondió que “unos 40 minutos”. Tras informar al resto de asistentes, “más de la mitad se fueron, y los que quedaron empezaron a protestar airadamente”. La invitación consistió en “tres lonchas de embutido, un plato de arroz que llegó cuando la mayoría se había marchado y bebidas calientes bajo una carpa a 31º”, describe el PP.
Así estaban las cosas y los ánimos cuando llegó el alcalde. Tras observar la situación, cogió el micrófono y pidió perdón. Pocos días más tarde, publicó un comunicado reiterando sus disculpas y prometiendo un nuevo “homenaje” a los mayores en agosto.
El 18 de junio, cuatro días después, el primer edil, que representa a Cs y es regidor gracias al apoyo de los seis concejales del PSOE, entre ellos Francisco Capel, retiró a éste las competencias sobre Festejos, manteniéndole al frente de Barriadas, Seguridad Ciudadana, Infraestructuras y Agricultura. Pero, ¿cómo sentó esta decisión a los socialistas?
Podría haber habido alguna reacción en el PSOE generándose una crisis en el Gobierno, pero no se ha producido. Aceptan la situación como un hecho justo: “Asumimos nuestros errores”, pusieron en Facebook el 20 de junio. Lo cierto es que en el seno del Grupo Municipal Socialista no se percibe orden. Es notorio en Carboneras que al número uno del partido, José Luis Amérigo, se le ve poco por el Ayuntamiento, a pesar de su condición de primer teniente con dedicación exclusiva. Da la impresión de que no se integra. A Capel, el concejal cesado en Festejos, le ocurre otro tanto, cobra y no frecuenta el despacho. De otra manera se comportan los cuatro socialistas restantes, entre los que existe una creciente simpatía hacia el primer edil y representante de Ciudadanos, Salvador Hernández; una cercanía más evidente en el caso del concejal Andrés Belmonte, que abandonó el Grupo Municipal del PSOE en septiembre para volver en marzo, tras seis meses como no adscrito.
ECHAR A CAYUELA
En la oposición, en cambio, aumenta el desapego de los concejales populares a quien los lideró en las pasadas municipales: Felipe Cayuela, que concurrió como independiente.
El alejamiento ha ido progresando con el tiempo y llegó a su cénit en las últimas semanas, cuando Cayuela registró tres escritos -antes había presentado otros tantos en solitario- sin el conocimiento de su Grupo. El primero solicitando el expediente sobre la vuelta al PSOE del concejal no adscrito; otro sobre un contrato de compras y uno más solicitando la anulación del pleno que asignó retribuciones a los ediles del Gobierno. También ha criticado públicamente a sus compañeros por no exigir la dimisión del alcalde, al que responsabiliza de la “nefasta” organización de la comida de los mayores.
Este nuevo desmarque de Cayuela ha hecho rebosar el umbral de hartazgo de sus concejales. Lorenzo González, que pone cara al nuevo PP y es su portavoz, ha pedido asesoramiento al partido sobre cómo desembarazarse de Cayuela, con el que ya, tras perder absurdamente la Alcaldía el pasado 15 marzo -por una moción de censura-, no existen vínculos.
El reciente 4 de julio se celebró una reunión con el vicesecretario provincial de Organización del PP de Almería, Fernando Giménez, para encontrar la mejor forma de eliminar del Grupo Municipal a su exlíder y exalcalde. No quieren junto a ellos a alguien que “ni siquiera nos habla”.
Al otro lado del ‘hemiciclo’ las cosas no están mejor. Los ediles populares se entrevistaron el 4 de julio con el vicesecretario general de Organización del partido en Almería, Fernando Giménez. Le han pedido asesoramiento para echar del Grupo Municipal a su antiguo portavoz y líder Felipe Cayuela, porque no admiten que, después de haber perdido la Alcaldía y atesorar fuertes críticas por tomar decisiones a espaldas de sus compañeros, continúe haciendo la oposición por su cuenta.
Pero volvamos al hecho que ha desembocado en la retirada sobre Festejos al concejal Francisco Capel. El programa de las fiestas de San Antonio incluía el 14 de junio la tradicional invitación a los mayores del pueblo. El Ayuntamiento había previsto una partida de 35.000 euros, suficiente para un menú de 50 euros con el que agasajar a los 700 jubilados carboneros.
El expediente se inició el 5 de abril, pero el catering se contrató el 13 de junio, es decir, un día antes del ágape, de manera directa por 14.700 euros, menos de la mitad de la cantidad prevista, rebajándose a 21 euros por comensal.
El resultado fue “desastroso”, según el portavoz del PP, Lorenzo González, que reprocha el cambio de la tradicional cena por una comida a mediodía “en una carpa a más de 30º”. Y al calor se añadió una “organización nefasta”. Los invitados comenzaron a ocupar sus asientos a las 13:00, pero a las 15:30 no se había repartido aún la comida. En ese momento, una señora preguntó al cocinero cuánto faltaba y le respondió que “unos 40 minutos”. Tras informar al resto de asistentes, “más de la mitad se fueron, y los que quedaron empezaron a protestar airadamente”. La invitación consistió en “tres lonchas de embutido, un plato de arroz que llegó cuando la mayoría se había marchado y bebidas calientes bajo una carpa a 31º”, describe el PP.
Así estaban las cosas y los ánimos cuando llegó el alcalde. Tras observar la situación, cogió el micrófono y pidió perdón. Pocos días más tarde, publicó un comunicado reiterando sus disculpas y prometiendo un nuevo “homenaje” a los mayores en agosto.
El 18 de junio, cuatro días después, el primer edil, que representa a Cs y es regidor gracias al apoyo de los seis concejales del PSOE, entre ellos Francisco Capel, retiró a éste las competencias sobre Festejos, manteniéndole al frente de Barriadas, Seguridad Ciudadana, Infraestructuras y Agricultura. Pero, ¿cómo sentó esta decisión a los socialistas?
Podría haber habido alguna reacción en el PSOE generándose una crisis en el Gobierno, pero no se ha producido. Aceptan la situación como un hecho justo: “Asumimos nuestros errores”, pusieron en Facebook el 20 de junio. Lo cierto es que en el seno del Grupo Municipal Socialista no se percibe orden. Es notorio en Carboneras que al número uno del partido, José Luis Amérigo, se le ve poco por el Ayuntamiento, a pesar de su condición de primer teniente con dedicación exclusiva. Da la impresión de que no se integra. A Capel, el concejal cesado en Festejos, le ocurre otro tanto, cobra y no frecuenta el despacho. De otra manera se comportan los cuatro socialistas restantes, entre los que existe una creciente simpatía hacia el primer edil y representante de Ciudadanos, Salvador Hernández; una cercanía más evidente en el caso del concejal Andrés Belmonte, que abandonó el Grupo Municipal del PSOE en septiembre para volver en marzo, tras seis meses como no adscrito.
ECHAR A CAYUELA
En la oposición, en cambio, aumenta el desapego de los concejales populares a quien los lideró en las pasadas municipales: Felipe Cayuela, que concurrió como independiente.
El alejamiento ha ido progresando con el tiempo y llegó a su cénit en las últimas semanas, cuando Cayuela registró tres escritos -antes había presentado otros tantos en solitario- sin el conocimiento de su Grupo. El primero solicitando el expediente sobre la vuelta al PSOE del concejal no adscrito; otro sobre un contrato de compras y uno más solicitando la anulación del pleno que asignó retribuciones a los ediles del Gobierno. También ha criticado públicamente a sus compañeros por no exigir la dimisión del alcalde, al que responsabiliza de la “nefasta” organización de la comida de los mayores.
Este nuevo desmarque de Cayuela ha hecho rebosar el umbral de hartazgo de sus concejales. Lorenzo González, que pone cara al nuevo PP y es su portavoz, ha pedido asesoramiento al partido sobre cómo desembarazarse de Cayuela, con el que ya, tras perder absurdamente la Alcaldía el pasado 15 marzo -por una moción de censura-, no existen vínculos.
El reciente 4 de julio se celebró una reunión con el vicesecretario provincial de Organización del PP de Almería, Fernando Giménez, para encontrar la mejor forma de eliminar del Grupo Municipal a su exlíder y exalcalde. No quieren junto a ellos a alguien que “ni siquiera nos habla”.