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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Les imagino viendo los datos de las elecciones de ayer, yo estaré a estas horas de hoy lunes haciendo lo mismo, y supongo que ando preparando el artículo de mañana, pero es domingo cuando escribo, no se han cerrado aún las urnas, y andamos algo nerviosos ante los resultados. Ello me ha llevado a acercarme a un estudio, no se sabe si es cierto o inventado, pero que algunos damos como importante y positivo para el sexo masculino, realizado según se cuenta por tres doctores en hospitales de Frankfurt, que han llegado a una conclusión que no ha pasado desapercibida en los centros de hombres de medio mundo.
Dos son los protagonistas de la historia, si quieren llamar así al estudio de los tres citados galenos, primero tenemos los senos, se les puede llamar también pechos, mamas, tetas, o un sinfín de nombres que le ha dado el castellano a las glándulas mamarias de la especie femenina, y en este caso a las de las muy loables señoras, y en segundo lugar estamos los caballeros, perdidos en este tiempo en el que somos culpables de todo, y que parece que perdemos la vista, y lo que no es la vista, tras la aparición de un escote que deja asomar, como si de un balcón lleno de flores se tratara, y entre ellas apareciera, separados por un canal que atrae más que el de la Mancha, los dos senos rosados, blancos a veces, oscuros según el color de la piel, o de ese sol del verano en la piel de la mujer. El verano ya está aquí, el sol, la playa, la carne, el tanga…
El estudio del que escribimos, reitero que estamos esperando la comprobación científica del mismo, nos viene a decir que los hombres alargan su vida si se ejercitan en el hermoso arte de mirar, de ver y de disfrutar con la vista de los hermosos pechos femeninos. Los hay grandes, los pequeños son atractivos, no lo duden las señoras, y los que caben en el hueco de una mano, llamados también tipo almendra, tienen un gran poder sobre nosotros.
Si la ciencia nos confirmara lo adelantado por los tres médicos alemanes, si es cierto que la contemplación de las hermosas “tetas” de una mujer alarga la vida de los hombres, ¿sería posible que el gobierno hiciera una ley por la que no solo desapareciera el sujetador de la vestimenta femenina, sino que también se promocionara, por aquello de ofrecer una larga vida a los hombres que nuestras mujeres exhibieran sus pechos con galanura por la calles de ciudades y pueblos, en aras de lograr un gran beneficio para el sexo contrario, nunca rival, siempre dispuesto a unirse y formar un ayuntamiento lo más perfecto, siempre con el permiso de ellas, para la vida de los seres humanos?
¡Machista!
Con lo bonitos que son.
Es de lógica que algo tendremos que poner los hombres de nuestra parte para alargar la vida de las mujeres, aunque ya de por sí nos ganan, pero nos quedamos a la espera de que los doctores que han realizado el citado estudio en los hospitales de la ciudad de Frankfurt, hagan uno en el que se busque la forma y manera en la que los hombres podamos ayudar para alargar la vida del sexo femenino.
Dicen que el estudio es serio, y que, en estos momentos, con las feministas lanzadas, es cuando se podría poner en marcha la medida. Por nosotros ¿verdad chicos?, que comience cuando quieran. Sería una ley muy bien recibida, estoy seguro, el gobierno de la amnistía y de la presidenta Begoña tiene nuestro apoyo si la presenta en el congreso. Ley de los sostenes fuera.
Mientras escribo, como ustedes comprenderán, me he olvidado hasta de las elecciones a Europa. Y convencido de que me tacharán de: ¡Machista! Que le voy a hacer, me gustan los…
Dos son los protagonistas de la historia, si quieren llamar así al estudio de los tres citados galenos, primero tenemos los senos, se les puede llamar también pechos, mamas, tetas, o un sinfín de nombres que le ha dado el castellano a las glándulas mamarias de la especie femenina, y en este caso a las de las muy loables señoras, y en segundo lugar estamos los caballeros, perdidos en este tiempo en el que somos culpables de todo, y que parece que perdemos la vista, y lo que no es la vista, tras la aparición de un escote que deja asomar, como si de un balcón lleno de flores se tratara, y entre ellas apareciera, separados por un canal que atrae más que el de la Mancha, los dos senos rosados, blancos a veces, oscuros según el color de la piel, o de ese sol del verano en la piel de la mujer. El verano ya está aquí, el sol, la playa, la carne, el tanga…
El estudio del que escribimos, reitero que estamos esperando la comprobación científica del mismo, nos viene a decir que los hombres alargan su vida si se ejercitan en el hermoso arte de mirar, de ver y de disfrutar con la vista de los hermosos pechos femeninos. Los hay grandes, los pequeños son atractivos, no lo duden las señoras, y los que caben en el hueco de una mano, llamados también tipo almendra, tienen un gran poder sobre nosotros.
Si la ciencia nos confirmara lo adelantado por los tres médicos alemanes, si es cierto que la contemplación de las hermosas “tetas” de una mujer alarga la vida de los hombres, ¿sería posible que el gobierno hiciera una ley por la que no solo desapareciera el sujetador de la vestimenta femenina, sino que también se promocionara, por aquello de ofrecer una larga vida a los hombres que nuestras mujeres exhibieran sus pechos con galanura por la calles de ciudades y pueblos, en aras de lograr un gran beneficio para el sexo contrario, nunca rival, siempre dispuesto a unirse y formar un ayuntamiento lo más perfecto, siempre con el permiso de ellas, para la vida de los seres humanos?
¡Machista!
Con lo bonitos que son.
Es de lógica que algo tendremos que poner los hombres de nuestra parte para alargar la vida de las mujeres, aunque ya de por sí nos ganan, pero nos quedamos a la espera de que los doctores que han realizado el citado estudio en los hospitales de la ciudad de Frankfurt, hagan uno en el que se busque la forma y manera en la que los hombres podamos ayudar para alargar la vida del sexo femenino.
Dicen que el estudio es serio, y que, en estos momentos, con las feministas lanzadas, es cuando se podría poner en marcha la medida. Por nosotros ¿verdad chicos?, que comience cuando quieran. Sería una ley muy bien recibida, estoy seguro, el gobierno de la amnistía y de la presidenta Begoña tiene nuestro apoyo si la presenta en el congreso. Ley de los sostenes fuera.
Mientras escribo, como ustedes comprenderán, me he olvidado hasta de las elecciones a Europa. Y convencido de que me tacharán de: ¡Machista! Que le voy a hacer, me gustan los…
