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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Nos había prometido la señora que manda en el urbanismo capitalino que antes de acabar febrero se presentaría el proyecto sobre la peatonalización del Paseo. Casi con la campana a punto de acabar ese loco mes se conocieron algunos datos sobre lo que en su día será esta vía. De todo lo que nos ofrecía la información, me llamó la atención lo de las plazas previstas por los diseñadores. Plazas, plazas, plazas. Perfecto. Estoy de acuerdo con ellas. Sin acabar de conocer el resultado, lo siento Eloísa, pero no has cumplido lo prometido. Estamos en abril, dicen que lluvioso, y así lo estamos viendo por fin en estas tierras secas y sedientas del sur peninsular, y solo un apunte nos dio usted en el ya lejano y locuelo febrero, cuando era la presentación del plan en su totalidad, pero se nos fue marzo, algo ventoso, es cierto, y nada nuevo nos ha comentado doña Eloísa, que es de imaginar no buscó refugio bajo el almendro ante los fuertes vientos de ese mes y la caída de ramas sobre los pavimentos de las calles.
Seguiremos esperando otro mes más, quizás nos llegue la noticia a lo largo de este de abril, o tengamos que esperar a mayo, que lo suponemos florido y hermoso ante el ventoso marzo y el abril lluvioso, y que lo que está por llegar para el Paseo no sea peor incluso a lo que ya tenemos, y mira que Ramón nos dejó un pufo con su carril no se sabe para qué, difícil de olvidar. Pero lo de las plazas en el centro neurálgico de la ciudad nos parece positivo.
Estoy charlando con Joaquín, uno de esos amigos a los que preocupan las cosas de su Almería, en la Plaza de la Leche. Las máquinas trabajaban echando abajo los últimos vestigios de lo que fue el mamotreto de Correos. Nuestro ojos recuerdan aquel viejo edificio con sus leones, sus bocas abiertas, el templete de la plaza y sus urinarios. Nada queda de todo aquello. Debe ser que no había entonces ecologistas que defendieran la ciudad, o no había subvenciones, pero lo cierto es que Almería ha ido perdiendo su hermosura.
Viendo las obras, comentando el cubo verde que se ha empeñado en construir Carmen Crespo, no podemos por menos que pensar que María, la alcaldesa, tendría que hablar con ella. María, ¿has hablado ya con Carmen? Hazlo mujer, ponte dura si hace falta en la defensa de la ciudad, que es la tuya, en tus manos la pusieron los almerienses para que la defiendas. Dile que, al centro de la ciudad, según los arquitectos valencianos, lo mismo es que los de por aquí son ciegos y no lo ven, le hacen falta plazas, muchas plazas, y no habría lugar mejor que el solar que va a quedar vacío donde sentaban sus reales las misivas de los ciudadanos. Ese cubo verde, que a todos nos parece perfecto, podría ubicarlo nuestra Carmen en el Pita, que es lugar bastante más idóneo que el corazón de la ciudad. ¿Lo has intentado María? Habla también con Ramón, dile cosas al que te dejó en el cargo, lo que él no consiga de Moreno Bonilla no lo logra nadie, y le supongo interesado en que el centro de su ciudad, de la que fue alcalde durante algunos años, cobre esplendor, y un pequeño parque o una gran plaza que, unida a las pequeñas a ubicar en el Paseo, según piensan los valencianos que ganaron el concurso, lo mismo haría que los almerienses nos sintiéramos algo orgullos de los políticos que gobiernan la ciudad, y nos olvidáramos de algunas de las tonterías hechas por ellos en años anteriores.
María, ¿has hablado ya con Carmen? No tardes demasiado en hacerlo, puedes llegar tarde y el cubo verde puede crecer como el mamotreto derribado en estos días. Sería perder una oportunidad y al centro de la ciudad cada vez le quedan menos. En estos días vemos que otros colectivos entran en la pelea por ese solar. ¿Ganaremos? Es muy difícil luchar contra estos cabezas cuadradas que tenemos por políticos, pero habrá que intentarlo.
Seguiremos esperando otro mes más, quizás nos llegue la noticia a lo largo de este de abril, o tengamos que esperar a mayo, que lo suponemos florido y hermoso ante el ventoso marzo y el abril lluvioso, y que lo que está por llegar para el Paseo no sea peor incluso a lo que ya tenemos, y mira que Ramón nos dejó un pufo con su carril no se sabe para qué, difícil de olvidar. Pero lo de las plazas en el centro neurálgico de la ciudad nos parece positivo.
Estoy charlando con Joaquín, uno de esos amigos a los que preocupan las cosas de su Almería, en la Plaza de la Leche. Las máquinas trabajaban echando abajo los últimos vestigios de lo que fue el mamotreto de Correos. Nuestro ojos recuerdan aquel viejo edificio con sus leones, sus bocas abiertas, el templete de la plaza y sus urinarios. Nada queda de todo aquello. Debe ser que no había entonces ecologistas que defendieran la ciudad, o no había subvenciones, pero lo cierto es que Almería ha ido perdiendo su hermosura.
Viendo las obras, comentando el cubo verde que se ha empeñado en construir Carmen Crespo, no podemos por menos que pensar que María, la alcaldesa, tendría que hablar con ella. María, ¿has hablado ya con Carmen? Hazlo mujer, ponte dura si hace falta en la defensa de la ciudad, que es la tuya, en tus manos la pusieron los almerienses para que la defiendas. Dile que, al centro de la ciudad, según los arquitectos valencianos, lo mismo es que los de por aquí son ciegos y no lo ven, le hacen falta plazas, muchas plazas, y no habría lugar mejor que el solar que va a quedar vacío donde sentaban sus reales las misivas de los ciudadanos. Ese cubo verde, que a todos nos parece perfecto, podría ubicarlo nuestra Carmen en el Pita, que es lugar bastante más idóneo que el corazón de la ciudad. ¿Lo has intentado María? Habla también con Ramón, dile cosas al que te dejó en el cargo, lo que él no consiga de Moreno Bonilla no lo logra nadie, y le supongo interesado en que el centro de su ciudad, de la que fue alcalde durante algunos años, cobre esplendor, y un pequeño parque o una gran plaza que, unida a las pequeñas a ubicar en el Paseo, según piensan los valencianos que ganaron el concurso, lo mismo haría que los almerienses nos sintiéramos algo orgullos de los políticos que gobiernan la ciudad, y nos olvidáramos de algunas de las tonterías hechas por ellos en años anteriores.
María, ¿has hablado ya con Carmen? No tardes demasiado en hacerlo, puedes llegar tarde y el cubo verde puede crecer como el mamotreto derribado en estos días. Sería perder una oportunidad y al centro de la ciudad cada vez le quedan menos. En estos días vemos que otros colectivos entran en la pelea por ese solar. ¿Ganaremos? Es muy difícil luchar contra estos cabezas cuadradas que tenemos por políticos, pero habrá que intentarlo.
