Pronto llegará el Ave a Almería


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Oscar Puente, el que fuera alcalde de Valladolid, el que ha visto cómo dos prohombres de su actual Ministerio andan metidos en la historia del aizkolari Koldo, el amigo de Santos Cerdán y el ex ministro Ábalos se ponía a tiro de las ruedas del caballo de hierro que algún día aparecerá por lontananza, comentaba hace unos días el ministro de los yesos y los hierros, tras pregunta sobre cuándo llegará el Ave a estas tierras del sureste en el Congreso, que: “pronto, pronto, llegará el Ave a Almería”.

No sé ustedes, pero uno nota cierta diferencia entre lo que viene machaconamente diciendo el señor Martín, don José María, gobernador civil de la provincia, que insiste una y otra vez, una y otra vez, hasta hacerse cansino el hombre, que el Ave llegará a la estación de Almería en el año 2026, y ese “pronto, pronto” pronunciado por el actual ministro de vías, puentes y carreteras en la carrera de San Jerónimo, un santo sin plumas, y sin pipa de la paz, como es de imaginar.

Si la fecha de llegada del Ave por estas tierras la tiene prevista el Gobierno de Pedro Sánchez para el 26, como canta y pregona cada vez que le dan la oportunidad el señor Martín, Martín, no se entiende que el ministro de cementos y ferrallas no siga las consignas de su jefe Pedro Sánchez, como hace la suprema voz de Pedro en Almería.

Es evidente que el señor Puente, el oscarizado ministro, no se ha querido mojar con una fecha de llegada. Cuestión esta que en política nos parece honesta, y hasta honrada, habría que decir. ¿Entienden ustedes los baños que se nos da cada dos por tres el representante del Gobierno de Pedro en nuestra provincia? Yo no, qué quieren que les diga. No me imagino que don José María se esté tirando a una piscina vacía con el dato del 26. Y si nos atenemos a lo manifestado por el actual ministro responsable de la llegada del caballo de hierro a nuestra ciudad, la piscina, señor Martín no tiene mucha agua, y no veo que usted, solo con sus palabras y su empecinamiento sea capaz de llenarla.

Como el Ave no llegue en ese 26 en el que está empeñado, el hostión que contra el cemento se puede dar le va a dejar señales para el resto en su prestigio político y personal por estas tierras. Claro que el prestigio es algo que se gana diariamente con trabajo, eficacia, responsabilidad. Y eso pedírselo a los políticos…, los Koldos, los Ábalos, los titos Berni, los de la Gurtel o Púnica, o los de los Eres y cía por estas tierras de María Santísima, creo que es pedirles demasiado, estará de acuerdo con uno. Pero perderlo usted por empeñarse en dar una fecha que no quiere nombrar ni el jefe responsable del Ministerio en cuestión de trenes, como es su caso, no parece que lo deje en muy buen lugar. Comprendo que reconocer ahora que se ha venido equivocando, o que nos ha estado engañando como a chinos, no es de gusto para nadie, incluso para un político que nunca miente, al que no le crece la nariz, y que lo único que hace es cambiar de opinión.

¿Va a cambiar de opinión, señor Martín? ¿Va a hacer como el ministro Oscar Puente y nos dirá a partir de ahora que “pronto” llegará el Ave a Almería o seguirá empecinado en el 26-26-26? Si cambia será entonces cuando nos estará diciendo, triste y razonablemente la verdad sobre el esperado caballo de hierro, que llegará pronto, pronto, pero sin fecha.