ALMERÍA HOY / 17·02·2024
El director general de Comercial Peregrín atribuye “paciencia” a los agricultores, aunque avisa que esa virtud “está a punto de agotarse”.
A la falta de agua y el encarecimiento de los costes, Felipe Gómez agrega las restricciones impuestas por Bruselas a los productores; “imposiciones -dice- de políticos que lo más redondo que han visto en su vida es una tableta de chocolate. Ellos son los que nos desamparan permitiendo la entrada de frutas y hortalizas de Marruecos cargadas hasta las trancas de pesticidas prohibidos”.
Ante la cuestionable afirmación hecha por la exministra francesa Ségolène Royal de que los tomates españoles son “incomestibles”, responde tajante: “Nadie ofrece en Europa más calidad que nosotros”. Pero “peor” que la opinión de la señora Royal es “que el Gobierno de España no saliera inmediatamente a callarla”.
Tampoco está de acuerdo el directivo con la “actitud plana” del Ejecutivo de Pedro Sánchez ante los ataques en Francia a los productos españoles: “Han quemado vehículos y mercancías mientras nuestros clientes quedaban desabastecidos y nosotros obligados a labrar campos llenos de lechugas, porque las cámaras estaban llenas de hortalizas sin poder salir. ¿Quién paga todo eso? ¿Qué habría pasado si los agricultores de Pulpí hubiéramos pegado fuego a rulots francesas aparcadas en las playas. Defiendo el derecho a la huelga en Francia y donde sea, pero siempre con respeto”.
El pulpileño observa una “diferencia notable” entre la actitud de los gobiernos francés y español: “Mientras ellos defienden y amparan a los suyos, pese a las formas agresivas de manifestarse, el nuestro nos ignora. Sólo mira a Waterloo”.
Felipe Gómez también esperó algo más de la Junta -“Me hubiera gustado que la consejera Carmen Crespo diera un golpe en la mesa- y enumera ‘plagas’ del campo: “No tenemos agua, nos obligan a vender por debajo de los costes y los salarios mínimos crecen. Eso es populismo pagado con dinero ajeno. Sí, nuestra paciencia está a punto de agotarse”.
A la falta de agua y el encarecimiento de los costes, Felipe Gómez agrega las restricciones impuestas por Bruselas a los productores; “imposiciones -dice- de políticos que lo más redondo que han visto en su vida es una tableta de chocolate. Ellos son los que nos desamparan permitiendo la entrada de frutas y hortalizas de Marruecos cargadas hasta las trancas de pesticidas prohibidos”.
Ante la cuestionable afirmación hecha por la exministra francesa Ségolène Royal de que los tomates españoles son “incomestibles”, responde tajante: “Nadie ofrece en Europa más calidad que nosotros”. Pero “peor” que la opinión de la señora Royal es “que el Gobierno de España no saliera inmediatamente a callarla”.
Tampoco está de acuerdo el directivo con la “actitud plana” del Ejecutivo de Pedro Sánchez ante los ataques en Francia a los productos españoles: “Han quemado vehículos y mercancías mientras nuestros clientes quedaban desabastecidos y nosotros obligados a labrar campos llenos de lechugas, porque las cámaras estaban llenas de hortalizas sin poder salir. ¿Quién paga todo eso? ¿Qué habría pasado si los agricultores de Pulpí hubiéramos pegado fuego a rulots francesas aparcadas en las playas. Defiendo el derecho a la huelga en Francia y donde sea, pero siempre con respeto”.
El pulpileño observa una “diferencia notable” entre la actitud de los gobiernos francés y español: “Mientras ellos defienden y amparan a los suyos, pese a las formas agresivas de manifestarse, el nuestro nos ignora. Sólo mira a Waterloo”.
Felipe Gómez también esperó algo más de la Junta -“Me hubiera gustado que la consejera Carmen Crespo diera un golpe en la mesa- y enumera ‘plagas’ del campo: “No tenemos agua, nos obligan a vender por debajo de los costes y los salarios mínimos crecen. Eso es populismo pagado con dinero ajeno. Sí, nuestra paciencia está a punto de agotarse”.