“No me gusta ser alcalde por una moción de censura”

Arturo Grima (PP) volverá a presidir el Ayuntamiento de Turre este martes gracias a una moción de censura promovida por sus cuatro concejales y los dos de IU



ALMERÍA HOY / 23·10·2023

Este martes, 24 de octubre, el popular Arturo Grima volverá a presidir el Ayuntamiento de Turre apoyado por sus cuatro votos y los dos de IU. No lo fue en junio por no admitir que el pacto no se plasmara en un documento. Con sus nuevos socios coincide en proyectos, pero les advierte que no tolerará “dimes y diretes ni sorpresas en los plenos”. Quiere acabar con la “incorrección” y la “desidia” del PSOE.

- Llega el martes, 24 de octubre, y volverá a ser alcalde.
- Espero que sí, aunque nunca se sabe. Hasta el momento de la votación puede pasar de todo. No me gusta ser alcalde por una moción de censura, pero la otra parte exigió hace cuatro meses más de lo que debía.
- ¿Más tiempo en la Alcaldía?
- Eso era lo de menos. Pidieron comenzar el mandato y más cosas. Después de una semana sin reunirnos, los representantes de IU me llamaron a las once de la noche anterior al pleno de investidura para decirme sus condiciones. Les dije en qué estábamos de acuerdo y en qué no. Quedamos que el primer alcalde sería yo. En cuanto al tiempo, acordamos que mitad y mitad. Pero exigían que el pacto no se reflejara en un documento, y no aceptamos. Al final, se votaron a sí mismos y María Isabel López, la candidata del PSOE, salió del Pleno como alcaldesa.
- Uno de los motivos de sus nuevos socios para promover la moción de censura es que gobernaron con los socialistas ocho años sin comunicarse, ¿cómo es posible que dos partidos compartan gobierno sin ni siquiera relacionarse?
- Siendo permisivos y no haciendo nada. Pero la culpa es de ambos por mantenerse juntos en esas circunstancias. Aunque yo también he aprendido a ser permisivo. Entiendo que Turre necesita estabilidad, y no de boquilla. Vamos a ser un bloque compacto de seis concejales. No admitiré dimes y diretes por detrás. Hablaré constantemente con Martín Morales y David Ruiz [los dos concejales de IU] y espero no encontrarme sorpresas en ningún Pleno.
- ¿Qué tal su relación con Martín?
- Muy bien. Dicen que cambia mucho de opinión. Si es así, conmigo tendrá que modificar algunas cosas. No es ningún novato. Tiene cuatro años de experiencia como alcalde y un total de ocho en el Gobierno. Mis compañeros de Grupo tampoco son nuevos. ¡Qué voy a decir de Juan Ángel, que está conmigo desde el principio!
- Usted y Martín tuvieron diferencias sobre la Avenida de Almería, ¿será este eterno proyecto causa de problemas en la coalición?
- En absoluto. Ya hemos hablado y se hará de acuerdo al proyecto existente. Vamos a trabajar para rebajar el presupuesto en 230.000 euros porque las luminarias que incluye pueden hacerse con subvenciones de otras administraciones.
- ¿Qué balance hace de los ocho años de gobierno PSOE-IU?
- Los cuatro primeros no hicieron nada. En el último mandato sí emprendieron, al menos, los proyectos de planes provinciales. Tampoco es que sea mucho, porque sólo tuvieron que decir a Diputación qué querían hacer para que los técnicos provinciales se encargaran de todo. El resumen es una mala gestión.
- ¿Y de los cuatro meses que llevamos de gobierno socialista en solitario?
- Peor aún. Desidia absoluta. Le pondré un ejemplo. Turre nombró en julio sus representantes en los órganos supramunicipales, pero no los notificó. El resultado es que ningún consorcio ni la Mancomunidad han podido constituirse hasta hace unas semanas.
- Desidia, dice usted, ¿a qué atribuye, entonces, que el PSOE haya sido el partido más votado?
- Turre tiene que espabilar. Los vecinos no asisten a los plenos y parece que no dan importancia a cómo se gestiona el Ayuntamiento, porque tras un primer mandato sin hacer nada, el PSOE sacó los mismos cuatro concejales en las elecciones siguientes y cinco en las últimas. Supongo que a los turreros les da igual lo que pase. Es como si indultaran a los malos alcaldes en las urnas. Durante los últimos años se ha trabajado de forma incorrecta, realizando inversiones en busca del voto con dinero público.
- ¿Observa usted responsabilidades penales en ello?
- Llevaremos algunos casos a la Fiscalía.
- ¿Los contratos sin oferta pública con las empresas para la limpieza viaria y de edificios municipales, por ejemplo?
- Es posible. El Ayuntamiento enviaba a estas empresas personas para ser empleadas ¿a cambio de qué? Sólo se me ocurre que de un beneficio electoral, porque el mayor problema de Turre sigue siendo la limpieza. Nosotros sacaremos el servicio a concurso lo antes posible.
- ¿Usted por qué se presenta a las elecciones desde hace 35 años?
- Porque me gusta y tengo la esperanza de cambiar las cosas. Y porque en la oposición hace mucho frío. Es verdad que, a pesar de explicar proyectos maravillosos para el pueblo, al final acaban gobernando otros. Pero no puedo permanecer tranquilo cuando veo al Gobierno de mi pueblo gastar un millón de euros en buscar votos con el dinero de todos, arreglando tejados o asfaltando ciertos caminos mientras se deben más de 8 millones. Turre no puede seguir así. Ahora tenemos que pagar 2 millones a una familia a la que un alcalde socialista recalificó como zonas verdes unas parcelas urbanas. Veremos qué pasa.
- ¿Qué es lo primero que harán tras llegar al Gobierno?
- Reunirnos para planificar las acciones a emprender.
- ¿No lo tienen ya decidido y pactado?
- Lo tenemos todo encauzado. Sabemos qué obras queremos hacer, pero el Ayuntamiento no dispone de liquidez y necesitamos conseguir subvenciones para ejecutarlas.
- ¿Cómo han llegado a esta situación? Turre presenta un caso singular de endeudamiento que no se observa en otros pueblos vecinos de similar población.
- Supongo que los demás habrán seguido una manera de gestión diferente. Aquí sólo se dedicaban a gastar. Francisco Ortega y Rodrigo Sánchez me dejaron en 2011 una deuda de 11 millones que todavía no sé en qué se gastaron, porque no construyeron nada. Tenía que haberlos llevado al Juzgado. En fin, afrontaremos la deuda como podamos.
- “Cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente”, suele decir su compañero Gabriel Amat.
- Igual pedimos un indulto. Tenemos derecho. Los impuestos del Estado y de Andalucía no se reparten equitativamente. A los ciudadanos no se les puede pedir más y el Ayuntamiento anda demasiado justo de fuerzas. Turre ha cerrado el segundo trimestre pagando a sus proveedores a 170 días. Ya hay empresas que han dejado servirle.
- ¿Cuánto se les debe?
- No lo sé. Se lo diré dos semanas después de llegar a la Alcaldía, porque temo que encontraremos sorpresas. En lo que va de año llevamos medio millón de euros en reconocimientos extrajudiciales. ¡A saber los que queda por salir!