El propietario recurrió a la fuerza sin esperar a que culminara el procedimiento judicial
ALMERÍA HOY / 07·08·2023
Una juez de Almería ha condenado al propietario de un establecimiento hostelero de la costa de Mojácar después de que echara a la fuerza a la inquilina a quien tenía alquilado el local porque le debía varios meses de renta. A pesar de que había instado un procedimiento judicial de desahucio, decidió "no esperar más" para recuperar la posesión del establecimineto.
Según consta en la sentencia mediante conformidad y consultada por Europa Press, la magistrada condena al propietario del bar por un delito continuado de realización arbitraria del propio derecho al entender que, fuera de las vías legales, se empleó la fuerza o la intimidación para desalojar a la inquilina que le debía meses de alquilar.
El dueño del establecimiento había solicitado en noviembre de 2018 a través de los juzgados que se efectuara el desahucio de la hostelera por falta de pago, si bien seis meses después, cuando el procedimiento aún se encontraba en tramitación, el hombre decidió "no esperar más a la resolución judicial" y se personó en el local "con diez personas de una empresa de seguridad contratadas al efecto".
En esta línea, el hombre reconoció que los empleados de la empresa de seguridad siguieron sus instrucciones y "rompiendo una cadena con candado que cerraba la puerta de entrada, ocuparon el restaurante" mientras el acusado "aguardaba en el local contiguo".
De este modo, y una vez dentro, los trabajadores de la empresa de seguridad "cerraron las puertas desde dentro cambiando las cerraduras" y "desalojaron al empleado que se encontraban en el interior", lo que permitió la recuperación efectiva de la posesión del local.
Una vez dentro del inmueble, el acusado "con la intención de beneficiarse económicamente", hizo suyos a cuenta de la renta que se le adeudaba "los enseres de la arrendataria que se encontraban en el lugar", lo que fue tasado por más de 1.500 euros. La sentencia, dictada en firme, condena al hombre al pago de una multa de seis euros diarios a razón de nueve meses.
Según consta en la sentencia mediante conformidad y consultada por Europa Press, la magistrada condena al propietario del bar por un delito continuado de realización arbitraria del propio derecho al entender que, fuera de las vías legales, se empleó la fuerza o la intimidación para desalojar a la inquilina que le debía meses de alquilar.
El dueño del establecimiento había solicitado en noviembre de 2018 a través de los juzgados que se efectuara el desahucio de la hostelera por falta de pago, si bien seis meses después, cuando el procedimiento aún se encontraba en tramitación, el hombre decidió "no esperar más a la resolución judicial" y se personó en el local "con diez personas de una empresa de seguridad contratadas al efecto".
En esta línea, el hombre reconoció que los empleados de la empresa de seguridad siguieron sus instrucciones y "rompiendo una cadena con candado que cerraba la puerta de entrada, ocuparon el restaurante" mientras el acusado "aguardaba en el local contiguo".
De este modo, y una vez dentro, los trabajadores de la empresa de seguridad "cerraron las puertas desde dentro cambiando las cerraduras" y "desalojaron al empleado que se encontraban en el interior", lo que permitió la recuperación efectiva de la posesión del local.
Una vez dentro del inmueble, el acusado "con la intención de beneficiarse económicamente", hizo suyos a cuenta de la renta que se le adeudaba "los enseres de la arrendataria que se encontraban en el lugar", lo que fue tasado por más de 1.500 euros. La sentencia, dictada en firme, condena al hombre al pago de una multa de seis euros diarios a razón de nueve meses.