El Dios 'Michavila' ha tenido que pedir disculpas


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Es el problema que tenemos cuando nos creemos que está todo controlado, que nuestros datos son los mejores y los que más se acercan a la realidad de lo que votan los españoles. A las ocho de la tarde los 150 que le anunciaba Michavila a Feijóo se veían como definitivos. En las elecciones anteriores no había fallado. Esos datos era el aire para respirar de muchos ciudadanos que veían acabada la era de Sánchez y de sus cómplices nacionalistas, independentistas, delincuentes y filoetarras.

Larga y tortuosa fue la noche para los populares y la gente de Vox, los unos ganaban, pero se les alejaba la posibilidad de gobernar. Y la victoria, en política, solo se llama gobernar. Si no gobiernas, no has ganado nada. Y Feijóo no puede hacerlo, por mucho que se empeñe. No veo a los racistas del PNV al lado de Vox, no veo a Abascal dando un abrazo a los privilegios que tiene el País Vasco sobre el resto de los españoles. Noche decepcionante la vivida por las huestes del PP y de Vox con unos resultados que llegaban con cuentagotas.

Con el resultado del pasado domingo el PP gana las elecciones, pero no gobierna ni con los votos de Vox, que se ha dejado 19 escaños, uno de ellos en Almería. Vox ha perdido votos en feudos de nuestra provincia que ya se anunciaba en las municipales, pero, o no quisieron verlo, o pensaron que las generales iban a ser diferentes. Y tan diferentes. Un escaño menos. Decía Abascal que la culpa es de los medios, de las encuestas y de los ataques que ha sufrido su partido. Los políticos siempre encuentran una excusa tras las derrotas.

Sánchez ha logrado lo que parecía imposible, una remontada que, aun perdiendo las elecciones, ha quedado tras el PP, tiene la posibilidad de repetir gobierno con toda la ralea de socios y colaboradores que ha tenido a lo largo de estos años. Y para guinda del pastel del obrador de Pedro Sánchez: El caballero que se escapó de España en un maletero, y que lleva cinco años huido de la justicia tiene la llave del gobierno de Sánchez.

¿Cuánto les costará a los españoles los votos del caballero del 'cocomocho' si es que se producen? Es lo único que nos falta por saber. A los demás ya los hemos conocido y sabemos lo mucho que ha tenido que pagar Pedro Sánchez (más bien hay que decir que los que lo han pagado han sido los ciudadanos), en estos cuatro años de gobierno.

Dicen que puede haber elecciones en diciembre. Las veo lejanas. Pedro no querrá que PP y Vox hagan una reflexión sobre lo ocurrido el domingo y le pongan remedio de cara a una nueva convocatoria. ¿Serán capaces Feijóo y Abascal de alejar orgullos y buscar fórmulas de entendimiento de cara a esa improbable nueva convocatoria?

Pedro Sánchez gobernará, aunque tenga que pagar con su propia piel, o con la de los españoles que siguen pensando que Cataluña y País Vasco siguen siendo una parte importante de España. Una nueva, dispar y preocupante secta se dispone a gobernar este país. Pero es lo que hemos votado los españoles, no hay que rasgarse las vestiduras. Que sea para bien. De algunos lo será, estoy convencido. Por lo pronto ya se anuncia que cada diputado cobrará más de cuatro mil euros mensuales, eso sin las alegrías de otras minucias que no van en el sueldo, así como los altos cargos del gobierno y los cientos de asesores que veían perder sus puestos.

La fiscalía pide que se detenga al prófugo. ¿Quién manda en la fiscalía? Pues eso. El mensaje de Pedro a los independentistas catalanes está claro. Quiero vuestro voto, y el del mocho en la cabeza puede ser un hombre que se pasee libre por España.