Antonio Hernando, el resucitado


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Con la llegada del Hernando socialista al primer puesto de la lista del PSOE en la provincia, la prensa corrió a quitar de la imagen del candidato la posibilidad de acusarle de “cunero”. Es presidente del partido en Roquetas, tiene casa en esa localidad, pareja e hija. Por lo tanto, no es cunero. Vale, no es cunero. Lo que no entiendo es la preocupación que tenía el personal con esta historia.

Almería ha sido tierra de cuneros, los ha habido en el PP, los han sentido en sus carnes los militantes en el PSOE, Podemos, y el resto de partidos, o los han usado, o los usaran en el futuro. Tierra de esquina como la nuestra, está condenada a ser.

Con Antonio Hernando lo que se ha dado es una resurrección política. No son muchas, no crean, las que se producen en los partidos, pero en este caso el milagro se ha hecho realidad. Recaló y se asentó en nuestra tierra tras el enfrentamiento con Pedro Sánchez, había traicionado a su jefe, y este le castigó, como mandan los cánones de la política presidencialista. Y Antonio se vino a llorar ante las hermosas aguas del Mediterráneo que baña el pueblo de Roquetas, hay quien le llama de Amat.

Leímos comentarios suyos en la prensa local, se incorporó a la política socialista roquetera y se convirtió en un almeriense más. Antonio dejaba de ser cunero. Había que enfocar la vida por otros derroteros, y a ello se entregaba.

Pero llegó el milagro. Ese teléfono que nunca llamaba un día sonó. Antonio, te llaman de Ferraz. Hay movimiento, Antonio, le comenta su interlocutor. Prepárate, que las novedades están por llegar. Moncloa se relaja con los castigados, Pedro nos necesita. Risa nerviosa en el lado de la línea en Roquetas. No es broma, Antonio, tendrás noticias en días.

¡Qué días! ¡Qué nervios en Antonio y en Anabel!

Y llegó ese momento esperado. Haz la maleta, te vienes a Madrid. Y el Hernando del PSOE se incorporó de nuevo a la política nacional en su partido. Pedro lo había perdonado. De nuevo se convertía en hombre de la confianza de la dirección nacional de su partido. Desde ese momento era la bandera del PSOE almeriense en la que cobijarse. Y el 23 de julio se convertirá en un diputado socialista por y para Almería.

Si uno creyera en la labor de los políticos en la defensa de los votantes de su provincia, tener a un diputado de confianza del jefe sería importante, pero, recuerdan al Hernando del PP, fue portavoz de su partido en el Congreso, hombre de la confianza de Rajoy, y el Ave no llegó durante sus años de poder.

Si a ello unimos que el socialismo tiene todas las encuestas en contra, no vemos que el Hernando del PSOE sea una baza que vaya cambiar el futuro de nuestra provincia.

Pd. Me encantó el chiste de Moreno en el Diario de Almería. “No es Sánchez, es Anabel el que lo manda a Madrid”.