Otro conflicto en el Gobierno de ‘colisión’

Turre para la Gente tumba los presupuestos cerrando otros cuatro años, y suman ocho, plagados de desavenencias en una coalición que, no obstante, podría reeditarse en junio



ALMERÍA HOY / 14·05·2023

Los cuatro años de mandato en Turre –y los cuatro anteriores también- han estado marcados por reiterados enfrentamientos entre los socios de un Gobierno que, más que de coalición, parece de ‘colisión’.

El último episodio tuvo lugar el pasado 16 de marzo. Ese día se debatía la aprobación de los presupuestos para 2023. David Ruiz, el único edil de Turre para la Gente (TpG) presente en la sesión, unió su voto a los cinco del PP para tumbar el proyecto presentado por la alcaldesa socialista, María Isabel López, que sólo obtuvo el respaldo de los tres compañeros de grupo.

Ruiz fundamentó el rechazo en que no “hemos sido invitados a colaborar en la elaboración de las cuentas. Y no olvidemos que somos socios de gobierno”. Admite que la regidora quiso explicárselas durante un encuentro en la Casa Consistorial, pero, al pedirle una segunda reunión a la que pudiera asistir Martín Morales -el otro edil del grupo de izquierdas, y no olvidemos que miembro del gobierno y primer teniente-, “la alcaldesa se negó”. Repuso que “Martín vendría con sus ‘martinadas’”.

Según Ruiz, para la primera edil una “martinada” es “mover dinero de una partida a otra” con el fin de incluir en los presupuestos las propuestas de TpG. El coportavoz de la plataforma advirtió a la alcaldesa que rechazarían las cuentas si no eran fruto del consenso entre las dos formaciones coaligadas.

Un año antes ya hubo desencuentro por el mismo motivo. En aquella ocasión sí hubo reuniones, aunque María Isabel López “no admitió” ninguna iniciativa de la otra parte y “abandonó” el encuentro “enfurecida” tras ser avisada por Morales de que no la apoyarían en el Pleno. Una acusó al otro de querer “chantajearla”. Pese a todo, Turre para la Gente votó a favor.

Pero el Pleno del reciente 16 marzo no terminó de la misma forma. Ante la asamblea de TpG, David defendió apoyar el proyecto de la alcaldesa, a pesar de los “desaires”, por una cuestión de “estrategia”. Pretendía de esa manera impedir que los socialistas les acusen durante la inminente campaña electoral de “poner obstáculos” a la acción de gobierno municipal. Martín abogó por lo contrario, es decir, “no ser cómplices” de unos presupuestos que ni siquiera conocían. Y convenció a los demás militantes. Ruiz obedeció el mandato y su voto en el pleno fue decisivo para tumbar las cuentas propuestas por la regidora.

MÁS CHOQUES

De momento es la última escena de un rosario de desencuentros entre dos socios a punto de cumplir ocho años de alianza. En el anterior mandato, Martín Morales gobernó cuando le tocó a golpe de decreto. El conflicto entre promotores y vecinos de Sierra Cabrera le dejó solo en una Corporación de 11 ediles. Ni siquiera contaba con el apoyo de su compañera de Grupo Municipal.

Sin embargo, cuatro años más tarde, PSOE y TpG reeditaron un pacto de investidura que estuvo a punto de descarrilar en el verano de 2021. El entonces alcalde Morales no entregó el relevo a María Isabel en junio, tal y como habían acordado, porque la socialista estaba siendo investigada por un presunto delito de prevaricación.

El comunista no eludía investir a cualquier otro candidato del PSOE, pero los socialistas, que insistían en López, acabaron abandonando el equipo de Gobierno. Incluso renunciaron a los sueldos que percibían los dos que estaban liberados. Finalmente, María Isabel resultó absuelta y fue investida el 27 de diciembre.

REPROBACIÓN

Las disensiones no tardaron en reaparecer. TpG votó a favor de una moción del PP instando la reprobación de la alcaldesa. Los populares mostraban de esa manera el malestar por no haber sido invitados a un acto institucional de reconocimiento a dos policías locales. Los concejales de la plataforma apoyaron la censura como un “toque de atención” ante varios desaires. Reprochaban a la regidora reiterados “entrometimientos” en las áreas de gestión que desempeñan; no otorgar a Ruiz el sueldo al que había renunciado Morales y la paralización de varios proyectos emprendidos durante el periodo de alcaldía comunista. Llegó a hablarse de una moción de censura, pero quedó en un amago.

Más tarde, la Avenida de Almería fue motivo de una nueva colisión. La alcaldesa decidió invertir los 600.000 euros que quedaban de planes provinciales en la principal arteria del municipio. Turre para la Gente quería librar 200.000 euros para mejorar dos calles más. Llegaron a abandonar las reuniones de la Junta de Gobierno para provocar la falta de quórum y, de esa manera, evitar la aprobación del proyecto de López. La regidora se salió con la suya. Lo hizo por decreto.

Ahora, tras el último encontronazo a cuenta de los presupuestos, los concejales de TpG tan solo aguardan que termine el mandato y que “el pueblo decida”. Quedan menos de dos meses para los comicios municipales.

Están convencidos de que nadie obtendrá mayoría absoluta el 28 de mayo y dicen estar abiertos a valorar todas las opciones resultantes de las urnas. Recuerdan que su formación matriz -Izquierda Unida- ya gobernó Turre con Arturo Grima (PP). Pero Grima se muestra escéptico. “Si los números se lo permiten, repetirán el pacto. PSOE y TpG están unidos por los sueldos. Antes eran otros tiempos y había personas diferentes en IU”, arguye el edil popular.