Aprobada la licitación de las obras del soterramiento


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

¡Dios bendiga a los hacedores de tan magno acuerdo!

¡Qué alegría tienen los políticos de uno y de otro bando!

Besos y abrazos entre ellos. Ojitos echando chispas de emoción.

¡Qué cara de ilusión la de María Vázquez, alcaldesa de la ciudad, ante la noticia!

María inaugurará el soterramiento, la estación y la llegada del AVE.

¡Alabada sea María!

¡Se le notaba la satisfacción a la edil de Urbanismo, Ana M. Labella!

Ana, ¿estarás en esas inauguraciones, te ha confirmado María si te lleva en la lista del 28 de mayo?

Claro que para felicidad la del gobernador civil, señor Martín, el caballero que reside en la calle Arapiles, y que se viene jugando el bigote ¿tiene mostacho sobre el labio superior? No tiene. ¿Entonces? bueno por si pensaba dejárselo. Pero se lo ha jugado a que en el 2026 el ave llegaba a la estación de la capital de Almería, y ya lo mismo no pierde ni el bigote ¡que no tiene!, vale, está bien, tampoco el hombre se va a dejar en el camino el prestigio político de su empeñada palabra.

¡Alabados todos y cada uno de ellos!

Más de ciento noventa y seis millones de euros es el costo de la segunda parte de la obra que se va a licitar. Ojo, que se va a licitar. ¿Cuándo? Las cuentas ya se han repartido entre las partes, y todos están de acuerdo con ellas. Nosotros, los ciudadanos, poco podemos decir sobre estas cuestiones. Los padres de la patria tienen la potestad de hacer y deshacer sin consultarnos, tras haberles votado como candidatos a los cargos que algunos ahora ocupan.

Uno se alegra de que en esta ocasión yo sea el equivocado, supongo que ustedes también, y que tengamos el ave en el 2026 rodando por las vías de hierro de la provincia y entrando en la capital.

¡Albricias, aleluya!

¿Son sueños? Cierren los ojos. Perdón, claro, si los cierran no pueden seguir leyendo. No creo en los sueños que nos presentan los políticos y les compran algunos medios de esta provincia.

Permitan que me quede alguna duda. Normalmente he sido una persona que creía en la palabra de los políticos, en la buena intención de los mismos y en los inconvenientes que a veces se presentaban no por culpa específicamente de ellos. He creído en ellos, lo reconozco. Me he sentido como un estúpido al confiar y ver el tratamiento que daban y dan a sus palabras.

Pero… desde la llegada de Zapatero me fui alejando de la esperanza de que estaban ahí para mejorar la vida de los ciudadanos. Bueno, de algunos sí. Ustedes están ahí para mejorar la de sus familias y amigos.

Hasta la primera piedra del PHN estaba puesta, el dinero dispuesto desde Europa, las comunidades de acuerdo, pero… no se contaba con el bueno de Zp. Cómo para creer y confiar de nuevo en ellos.

Llegó Rajoy, y, ¿qué hizo? Nada por el agua, nada por el AVE, nada en contra de las leyes de Zp. Y con Rajoy nació Cs y con Rajoy Vox se hizo presente. Otro del que fiarse.

La presencia de Sánchez no trae muchas esperanzas para creer a esta clase política que nos gobierna desde el poder y desde la oposición. Por la mañana es un Sánchez, por la tarde otro y por la noche ya no se sabe, y él ni se acuerda de lo que dijo esa mañana. Cómo para recordar lo que dijo el día anterior o la semana pasada. Y qué hablar de las promesas en campaña. ¿Se puede creer en los políticos? He perdido la esperanza.

Por lo que no tengo la ilusión de ellos ante el ave y el 26. Estoy como aquel que para creer quería meter su dedo en el agujero que un clavo había hecho en la mano del maestro. Y mientras no vea el comienzo y el final de las obras, mientras no meta el dedo en el agujero, no me creeré lo que tanta ilusión festejan en estos días los políticos de Almería.

¿Aparecerá otro Zp en el futuro del soterramiento y el AVE de Almería, como ocurrió con el PHN? Lo mismo en esta ocasión es un Feijóo el que tapie los túneles.