Afectados por la Balsa del Sapo: «Seguimos en las mismas»

Agricultores de Las Norias (El Ejido) continúan mirando al cielo con preocupación cada vez que se prevén lluvias en la zona


Balsa del Sapo (archivo).

ALMERÍA HOY / 29·01·2018

«Estos días no hemos tenido muchos problemas porque han caído cuatro gotas, pero sí es cierto que seguimos teniendo los mismos problemas, aunque se hable mucho de planes y soluciones». Son palabras del portavoz de la plataforma de afectados por las crecidas de la Balsa del Sapo (El Ejido), Juan Bartolomé Escobar, quien ha explicado a ALMERÍA HOY que el bombeo acutal «no es el adecuado». «Seguimos en las mismas», lamenta.

Ciertamente, de un tiempo a esta parte han sido varias y variadas las promesas de las administraciones públicas —Ayuntamiento de El Ejido, Junta de Andalucía, Gobierno de España— para acabar de una vez por todas con las inundaciones que afectan a agricultores de Las Norias de Daza cada vez que llueve con algo de fuerza. En ese sentido, Juan Bartolomé Escobar recuerda que «hace más de un año se aprobó por unaminidad una moción en el Ayuntamiento para que se realizara un seguimiento de la actuación del túnel de evacuación de agua, algo, se queja, de lo que «no sabemos nada». «No sabemos en qué punto del procedimiento administrativo está ese túnel», añade.

Como afectado directo por las crecidas de la Balsa del Sapo, Escobar advierte que los últimos destrozos causados en invernaderos del Poniente por el tornado «se pueden quedar en nada» si se producen lluvias intensas. «Seguimos demandando el túnel, porque una gran lluvia de verdad, y teniendo en cuenta cómo están las ramblas, es una bomba de relojería, y no sólo económicamente; también para las vidas humanas».

Juan Bartolomé Escobar recuerda que los afectados iniciaron su lucha hacia 2004, «cuando ya nos encontrábamos con niveles de agua similares a los de ahora», si bien fue entre 2009 y 2010 cuando «pasó lo más gordo». «A pesar de que se hizo el primer bombeo, tuvimos unas pérdidas tremendas, además fueron años muy lluviosos. Luego, en 2012, llegó el segundo bombeo», recuerda incidiendo en que, desde entonces, el nivel se mantiene a un nivel que les permite subsistir, «aunque no al 100% de la producción» de Las Norias. No obstante, apunta que siempre que llega el mes de agosto «el nivel sube un metro, lo que demuestra la relación directa con el excedente de riego».

Así las cosas, adelanta que ya se están moviendo para mantener una reunión con el nuevo delegado de Medio Ambiente, así como con la Junta Central de Usuarios y con todos los grupos políticos presentes en el Ayuntamiento de El Ejido, a los que también se planteará que dejen de verterse cinco hectómetros cúbicos de agua al mar cada año, máxime con la complicada situación hídrica por la que se está atravesando. «Es un sinsentido que tengamos un déficit tan grande y que tiremos el agua al mar», termina.