El pasado domingo, volvieran a dar la voz de alarma tras tener conocimiento «de un intento de ocupación y de un intento de robo»
Vista parcial de Las Colinas de Aguadulce. |
ALMERÍA HOY / 28·07·2017
La asociación vecinal Colinas de Aguadulce (Roquetas de Mar) volverá a patrullar las calles de su barrio. La decisión se ha tomado esta semana después de que, el pasado domingo, vecinos de esta barriada de Aguadulce volvieran a dar la voz de alarma tras tener conocimiento «de un intento de ocupación y de un intento de robo», ambos en la calle Antonio López Díaz.
El presidente de la asociación de vecinos, Juan Carlos Oyonarte, ha explicado a ALMERÍA HOY que Las Colinas «no es un barrio peligroso ni tiene un problema especial, pero sí una singularidad: es una barriada de extrarradio con miles y miles de metros de calles largas que acaban en fondo de saco, lo que hace muy difícil nuestra tarea». Así, ha indicado que se trata de unas patrullas que sólo intervendrán para «vigilar y avisar» a Guardia Civil o Policía Local.
Los vecinos de Las Colinas de Aguadulce se organizan, «dado el diseño urbanístico que tenemos, con falta de travesías de unas calles a otras, asomados desde ventanas y terrazas y comunicados por grupos de WhatsApp en caso de que veamos sospechosos».
La cosa es que, tras cinco años en pie de guerra contra «okupas y ladrones», el año pasado fue el único desde hace un lustro en el que «no hubo alertas», una tónica que se rompía el pasado fin de semana, cuando vecinos observaron «merodeadores accediendo por sitios que tienen que estar muy bien informado para acceder por ahí».
Con respecto a la «okupación» ilegal de viviendas vacías, Juan Carlos Oyonarte señala que «aquí había unas 2.000 viviendas vacías hace cinco años, ahora no llegarán a 500». «A día de hoy, se ha reducido un 70% la ocupación ilegal. Ahora hay unas seis viviendas ocupadas», añade, si bien matiza que «no vamos contra gente con pocos recursos, sino sólo contra gente destructiva, conflictiva y con malas intenciones».
«Cuando se hizo el Plan Estratégico de Roquetas, había datos clave que no se reflejaban: Roquetas es uno de los municipios líderes de Europa en viviendas de nueva construcción vacías, y eso es fundamental a la hora de elaborar ese Plan», sentencia.
Faltan policías
Ante esta situación, es inevitable sacar a colación la reclamación histórica de Roquetas de Mar —que ronda los 100.000 habitantes y que supera los 200.000 cada verano— para contar con una comisaría de Policía Nacional, algo que sí existe en El Ejido, donde la población es similar.
«Hemos hablado con el subdelegado del Gobierno y con el alcalde. No entendemos por que todos los años, en el mes de julio, las alertas de merodeadores se disparan. Llegamos a pensar que podía ser por las fiestas de Aguadulce», comenta Juan Carlos Oyonarte. «En julio de 2014 —prosigue— hicimos una campaña por la presencia de merodeadores. Hicimos un manifiesto en el que denunciábamos que la Guardia Civil estaba en tablas, y que la población de Roquetas-Aguadulce en verano se dispara, ya que es un lugar donde muchas viviendas son segundas residencias. Denunciábamos que, tras hacer las cuentas de agentes de Policía Local, vimos que finalmente quedaba una patrulla para Aguadulce y El Parador, y otra para Roquetas, algo que es inadmisible».
Por otro lado, señala que el recientemente anunciado refuerzo de 50 nuevos agentes de la Guardia Civil para Roquetas «no es suficiente». «Necesitamos más guardias civiles, más policías y más policías locales», finaliza.
El presidente de la asociación de vecinos, Juan Carlos Oyonarte, ha explicado a ALMERÍA HOY que Las Colinas «no es un barrio peligroso ni tiene un problema especial, pero sí una singularidad: es una barriada de extrarradio con miles y miles de metros de calles largas que acaban en fondo de saco, lo que hace muy difícil nuestra tarea». Así, ha indicado que se trata de unas patrullas que sólo intervendrán para «vigilar y avisar» a Guardia Civil o Policía Local.
Los vecinos de Las Colinas de Aguadulce se organizan, «dado el diseño urbanístico que tenemos, con falta de travesías de unas calles a otras, asomados desde ventanas y terrazas y comunicados por grupos de WhatsApp en caso de que veamos sospechosos».
La cosa es que, tras cinco años en pie de guerra contra «okupas y ladrones», el año pasado fue el único desde hace un lustro en el que «no hubo alertas», una tónica que se rompía el pasado fin de semana, cuando vecinos observaron «merodeadores accediendo por sitios que tienen que estar muy bien informado para acceder por ahí».
Con respecto a la «okupación» ilegal de viviendas vacías, Juan Carlos Oyonarte señala que «aquí había unas 2.000 viviendas vacías hace cinco años, ahora no llegarán a 500». «A día de hoy, se ha reducido un 70% la ocupación ilegal. Ahora hay unas seis viviendas ocupadas», añade, si bien matiza que «no vamos contra gente con pocos recursos, sino sólo contra gente destructiva, conflictiva y con malas intenciones».
«Cuando se hizo el Plan Estratégico de Roquetas, había datos clave que no se reflejaban: Roquetas es uno de los municipios líderes de Europa en viviendas de nueva construcción vacías, y eso es fundamental a la hora de elaborar ese Plan», sentencia.
Faltan policías
Ante esta situación, es inevitable sacar a colación la reclamación histórica de Roquetas de Mar —que ronda los 100.000 habitantes y que supera los 200.000 cada verano— para contar con una comisaría de Policía Nacional, algo que sí existe en El Ejido, donde la población es similar.
«Hemos hablado con el subdelegado del Gobierno y con el alcalde. No entendemos por que todos los años, en el mes de julio, las alertas de merodeadores se disparan. Llegamos a pensar que podía ser por las fiestas de Aguadulce», comenta Juan Carlos Oyonarte. «En julio de 2014 —prosigue— hicimos una campaña por la presencia de merodeadores. Hicimos un manifiesto en el que denunciábamos que la Guardia Civil estaba en tablas, y que la población de Roquetas-Aguadulce en verano se dispara, ya que es un lugar donde muchas viviendas son segundas residencias. Denunciábamos que, tras hacer las cuentas de agentes de Policía Local, vimos que finalmente quedaba una patrulla para Aguadulce y El Parador, y otra para Roquetas, algo que es inadmisible».
Por otro lado, señala que el recientemente anunciado refuerzo de 50 nuevos agentes de la Guardia Civil para Roquetas «no es suficiente». «Necesitamos más guardias civiles, más policías y más policías locales», finaliza.