El pucherazo electoral que pocos recuerdan

El 28 de febrero de 1980 se celebró el referéndum para crear una nueva comunidad autónoma, Andalucía, por el que tenían que llegar en las ocho provincias al 50% de los electores respondiendo afirmativamente, en caso de no llegar a esa cifra, se debía repetir cinco años más tarde el propio referéndum o según el artículo 151 de la constitución, las ciudades que si llegasen a esa cifra, podrían llegar a constituirse como ciudad autónoma


Resultados del referéndum de autonomía de 1980. // Acción por Almería.

JAVIER CORTÉS

Se va acercando un día muy importante en la comunidad andaluza como es el 28F, una fecha señalada por los andaluces pero con un cierto rechazo por parte de miles de almerienses. Esta fecha no tendría ninguna polémica sino hubiera pasado lo que tristemente pasó.

El 28 de febrero de 1980 se celebró el referéndum para crear una nueva comunidad autónoma, Andalucía, por el que tenían que llegar en las ocho provincias al 50% de los electores respondiendo afirmativamente, en caso de no llegar a esa cifra, se debía repetir cinco años más tarde el propio referéndum o según el artículo 151 de la constitución, las ciudades que si llegasen a esa cifra, podrían llegar a constituirse como ciudad autónoma.

Esa era la teoría, la práctica fue que en Almería se llegó a un 42,31% de los votos afirmativos. Tras este referéndum, se hizo un acuerdo entre el PSOE de Felipe González y la UCD de Adolfo Suárez por el que Andalucía accedería a la autonomía por la vía rápida sin la necesidad de repetir el referéndum. Las personas que hicieron posible esta ilegalidad fueron 4 políticos sevillanos que decidieron por Almería: Felipe González y Alfonso Guerra (PSOE), Alejandro Rojas Marcos (PA) y Manuel Clavero Arévalo (UCD).

A partir de ahí, el pensamiento único andaluz invadió Almería, ya fuera a través de los medios de comunicación, de dar charlas en colegios e institutos, acompañados del desayuno típico andaluz, una copia del pan tumaca catalán, apropiado para la causa andaluza. En los propios colegios inculcaban esa doctrina también a través de las vestimentas típicas andaluzas, ocultando parte de la historia de Almería, dibujos sobre Blas Infante y cada una de las ciudades de Andalucía. Haciendo actos gravísimos, creando alumnos acríticos e ignorando la historia de Almería. Todo esto con el objetivo de no cuestionarse nada y olvidar lo que realmente pasó.

Por no cumplir la Constitución en su momento, los almerienses debemos salir en masa este 28 de febrero a reclamar que este no es nuestro día, que ni perdonamos ni olvidamos esa traición, al pueblo almeriense. Necesitamos recuperar lo que los políticos nos quisieron birlar, una región uniprovincial.