Coges un libro… leerás un poco… Un libro cualquiera. Por ejemplo, ese… Pero ¿estás seguro de que quieres coger ese libro precisamente?
Retrato promocional de la actriz estadounidense Betty Grable. Década de 1930. |
JAVIER LÁZARO / 30·10·2015
Es una noche de espantos, una de esas noches en las que los esqueletos pierden el pudor y muestran sin recato sus huesos, mientras que los rostros se ocultan tras las caretas. Es, en fin, una oscura noche de Halloween y las calles están tomadas por bandas de pequeños monstruos que acechan escondidos en las sombras para pedirte caramelos.
Con el corazón en un puño, corres hacia tu casa temiendo ser asaltado en cualquier momento por las sobrenaturales criaturas. Imágenes fugaces de colmillos ensangrentados, garras afiladas, horrendas apariciones y máscaras grotescas te asaltan una tras otra. Bates todos tus récords de velocidad…
No te sientes seguro ni siquiera cuando ya has entrado en el portal, así que subes las escaleras a toda prisa, tropezándote por lo menos una vez en cada tramo, hasta llegar a la puerta de tu casa. Controlando el temblor de las manos, logras introducir la llave en la cerradura, girarla, abrir la puerta… ¡y por fin estás dentro!
Tu corazón, poco a poco, va recuperando un ritmo normal. Las piernas dejan de temblar a los pocos minutos.
Una vez recuperada la compostura, decides hacer algo para relajarte. Coges un libro… leerás un poco… Un libro cualquiera. Por ejemplo, ese…
Pero ¿estás seguro de que quieres coger ese libro precisamente?
"El monte de las ánimas", de Gustavo Adolfo Bécquer
Si el libro que has elegido es Rimas y Leyendas, del más grande poeta romántico español, el sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, te encontrarás de pronto transportado a una tierra salvaje y extraña, a un mundo aún poblado por aquellos seres tenebrosos que se ocultan en los bosques recónditos y oscuros pero huyen de las luces de la gran ciudad.
Esa tierra primitiva y exótica es, curiosamente, Soria.
¿Serás capaz de acompañar a Alonso en su loca cabalgata por el monte de las ánimas en una noche de difuntos? La recompensa, ya que no el amor de la bella pero un tanto frívola Beatriz, será un relato con el sabor de las leyendas de antaño.
"El corazón delator", "El pozo y el péndulo", de Edgar Allan Poe
Habiendo sobrevivido a lo anterior, buscarás otro libro y quizá llame tu atención un tomo imprescindible en cualquier biblioteca terrorífica: una antología de los cuentos de Poe. El trágico y genial bostoniano fue poeta, crítico, periodista... pero ante todo destacó por su maestría en el relato corto: muchos le consideran el inventor del cuento moderno. Y uno de los géneros que más frecuentó al escribir sus cuentos fue el terror.
Entre los relatos más espeluznantes, te encontrarás “El corazón delator”, un clásico del terror psicológico que emplea de forma magistral un argumento repetido hasta la saciedad: lo que le sucede al protagonista ¿es real o imaginado?
Y si en el caso anterior el horror procede de la culpa, en “El pozo y el péndulo” es lo inexorable del destino lo que nos aterroriza. El movimiento pendular de la cuchilla es suave, pero va bajando poco a poco hasta que... ¿qué pasará?
Como renovador del género de terror gótico, Poe utiliza recursos clásicos para crear un ambiente, pero nunca se pierde en ese empeño. Desde el momento en que comienza un cuento de Poe, es un dardo que vuela, sin desviarse un milímetro, hacia su final. Si ninguno de estos dos dardos se ha terminado clavando en tu corazón, podrás seguir rebuscando en la macabra biblioteca.
"La colonia penitenciaria", de Franz Kafka
Al borde ya del infarto, decidirás buscar entre los tomos alineados en los estantes alguno de un autor al que no asociamos habitualmente al género terrorífico. Entonces caerá en tus manos una antología de cuentos de Franz Kafka y pensarás haber encontrado lo que buscabas. ¡Craso error!
Pocos autores han provocado tantas pesadillas.
Si, como dijo Jean Paul Sartre, el infierno son los otros, nadie ha reflejado ese infierno en la literatura como el gran escritor checo. Es un terror social el suyo, y un terror moderno, que no habita en los espesos bosques sino en los rincones oscuros de la ciudad moderna. Su sabor es la angustia del hombre anónimo perdido entre las multitudes.
El mismo terror que anima sus tres novelas y su conocidísima novela corta (La metamorfosis) predomina en sus cuentos y relatos cortos, como por ejemplo en “La colonia penitenciaria”, donde el mal se hace máquina.
"El almohadón de plumas", de Horacio Quiroga
Si aún sigues con ganas de lectura, te toparás entonces con un libro de sugerente título Cuentos de amor, de locura y de muerte. El nombre del autor, por desgracia, no es demasiado conocido en nuestro país, aunque el uruguayo Horacio Quiroga fue un importante impulsor de la literatura latinoamericana, y quizá el máximo responsable de la importancia que tuvo a orillas del Río de la Plata el género del cuento corto. Influido por la literatura anglosajona, fue de los primeros autores en lengua castellana que realmente se preocupó por la técnica literaria del cuento, lo cual influyó en autores posteriores de la talla de Borges o Cortázar.
De género fantástico y un lenguaje preciso que crea de forma magistral un ambiente sobrecogedor con pocas pinceladas, “El almohadón de plumas” es un cuento típico del autor y del libro, pues trata del amor, la locura... y sobre todo la muerte. Aunque el tema es un clásico del terror literario (no diré cuál para no desvelar el final), lo trata de una forma novedosa, pues prescinde de casi todos los ropajes con los que se viste el cuento de terror gótico.
Llegados a este punto, ya no podrás irte a la cama, pues no podrás mirar tu almohada sin sentir un escalofrío...
"El color que cayó del cielo", "La llamada de Cthulhu", de H.P. Lovecraft
Una de las características de la literatura de terror es que a menudo pertenece a dicho género al mismo tiempo que a otro. Es posible que después de tantos horrores, decidas cambiar de género y elijas un libro de cuentos fantásticos. Acabarás leyendo a Lovecraft por ese motivo, pero ¡ay! ¿Acaso existe algo más terrorífico que lo desconocido y misterioso?
En “El color que cayó del cielo”, un científico se enfrenta a un extraño envenenamiento que se extiende a partir de un meteorito caído del espacio exterior. El horror procede de la fatalidad que ha parecido caer sobre toda una región (y quién sabe hasta dónde puede extenderse) pero el terror, aquello que realmente atenaza el corazón, procede de lo inimaginable: aquello que ha provocado la tragedia tiene un color desconocido que nadie ha visto nunca.
En “La llamada de Cthulhu”, obra inaugural del ciclo de los mitos de Cthulhu, el miedo también es causado por lo extraño e incomprensible. En este caso, una extraña secta que venera a un ser horrible.
Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley
Si en anteriores lecturas hemos descubierto el vínculo de terror y fantasía, rebuscando un poco más en la biblioteca encontrarás esta novela que es un clásico del terror y al mismo tiempo probablemente sea el primer relato de ciencia ficción.
Se trata de una historia compleja e indudablemente terrorífica, pues el terror no es uno sino múltiple. Víctor Frankenstein ha creado un monstruo, un engendro que provoca pavor allá donde va. Al mismo tiempo, el destino del ser monstruoso es sin duda aún más horrible que el de aquellos que se enfrentan con él. La criatura es digna de lástima aunque provoque pavor. Pero el sufrimiento más intenso es el del científico que ha creado al monstruo. Nada puede torturarnos más que nuestra propia conciencia: el terror en su caso se vuelve moral.
La novela también es compleja en un plano simbólico, pues contiene diversos significados, aunque el principal es evidente. Escrita al principio de la revolución industrial, se trata de una advertencia sobre el poder de la ciencia: a partir de entonces, los grandes peligros que acechan a la humanidad son creación de la propia humanidad.
Con el corazón en un puño, corres hacia tu casa temiendo ser asaltado en cualquier momento por las sobrenaturales criaturas. Imágenes fugaces de colmillos ensangrentados, garras afiladas, horrendas apariciones y máscaras grotescas te asaltan una tras otra. Bates todos tus récords de velocidad…
No te sientes seguro ni siquiera cuando ya has entrado en el portal, así que subes las escaleras a toda prisa, tropezándote por lo menos una vez en cada tramo, hasta llegar a la puerta de tu casa. Controlando el temblor de las manos, logras introducir la llave en la cerradura, girarla, abrir la puerta… ¡y por fin estás dentro!
Tu corazón, poco a poco, va recuperando un ritmo normal. Las piernas dejan de temblar a los pocos minutos.
Una vez recuperada la compostura, decides hacer algo para relajarte. Coges un libro… leerás un poco… Un libro cualquiera. Por ejemplo, ese…
Pero ¿estás seguro de que quieres coger ese libro precisamente?
"El monte de las ánimas", de Gustavo Adolfo Bécquer
Si el libro que has elegido es Rimas y Leyendas, del más grande poeta romántico español, el sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, te encontrarás de pronto transportado a una tierra salvaje y extraña, a un mundo aún poblado por aquellos seres tenebrosos que se ocultan en los bosques recónditos y oscuros pero huyen de las luces de la gran ciudad.
Esa tierra primitiva y exótica es, curiosamente, Soria.
¿Serás capaz de acompañar a Alonso en su loca cabalgata por el monte de las ánimas en una noche de difuntos? La recompensa, ya que no el amor de la bella pero un tanto frívola Beatriz, será un relato con el sabor de las leyendas de antaño.
"El corazón delator", "El pozo y el péndulo", de Edgar Allan Poe
Habiendo sobrevivido a lo anterior, buscarás otro libro y quizá llame tu atención un tomo imprescindible en cualquier biblioteca terrorífica: una antología de los cuentos de Poe. El trágico y genial bostoniano fue poeta, crítico, periodista... pero ante todo destacó por su maestría en el relato corto: muchos le consideran el inventor del cuento moderno. Y uno de los géneros que más frecuentó al escribir sus cuentos fue el terror.
Entre los relatos más espeluznantes, te encontrarás “El corazón delator”, un clásico del terror psicológico que emplea de forma magistral un argumento repetido hasta la saciedad: lo que le sucede al protagonista ¿es real o imaginado?
Y si en el caso anterior el horror procede de la culpa, en “El pozo y el péndulo” es lo inexorable del destino lo que nos aterroriza. El movimiento pendular de la cuchilla es suave, pero va bajando poco a poco hasta que... ¿qué pasará?
Como renovador del género de terror gótico, Poe utiliza recursos clásicos para crear un ambiente, pero nunca se pierde en ese empeño. Desde el momento en que comienza un cuento de Poe, es un dardo que vuela, sin desviarse un milímetro, hacia su final. Si ninguno de estos dos dardos se ha terminado clavando en tu corazón, podrás seguir rebuscando en la macabra biblioteca.
"La colonia penitenciaria", de Franz Kafka
Al borde ya del infarto, decidirás buscar entre los tomos alineados en los estantes alguno de un autor al que no asociamos habitualmente al género terrorífico. Entonces caerá en tus manos una antología de cuentos de Franz Kafka y pensarás haber encontrado lo que buscabas. ¡Craso error!
Pocos autores han provocado tantas pesadillas.
Si, como dijo Jean Paul Sartre, el infierno son los otros, nadie ha reflejado ese infierno en la literatura como el gran escritor checo. Es un terror social el suyo, y un terror moderno, que no habita en los espesos bosques sino en los rincones oscuros de la ciudad moderna. Su sabor es la angustia del hombre anónimo perdido entre las multitudes.
El mismo terror que anima sus tres novelas y su conocidísima novela corta (La metamorfosis) predomina en sus cuentos y relatos cortos, como por ejemplo en “La colonia penitenciaria”, donde el mal se hace máquina.
"El almohadón de plumas", de Horacio Quiroga
Si aún sigues con ganas de lectura, te toparás entonces con un libro de sugerente título Cuentos de amor, de locura y de muerte. El nombre del autor, por desgracia, no es demasiado conocido en nuestro país, aunque el uruguayo Horacio Quiroga fue un importante impulsor de la literatura latinoamericana, y quizá el máximo responsable de la importancia que tuvo a orillas del Río de la Plata el género del cuento corto. Influido por la literatura anglosajona, fue de los primeros autores en lengua castellana que realmente se preocupó por la técnica literaria del cuento, lo cual influyó en autores posteriores de la talla de Borges o Cortázar.
De género fantástico y un lenguaje preciso que crea de forma magistral un ambiente sobrecogedor con pocas pinceladas, “El almohadón de plumas” es un cuento típico del autor y del libro, pues trata del amor, la locura... y sobre todo la muerte. Aunque el tema es un clásico del terror literario (no diré cuál para no desvelar el final), lo trata de una forma novedosa, pues prescinde de casi todos los ropajes con los que se viste el cuento de terror gótico.
Llegados a este punto, ya no podrás irte a la cama, pues no podrás mirar tu almohada sin sentir un escalofrío...
"El color que cayó del cielo", "La llamada de Cthulhu", de H.P. Lovecraft
Una de las características de la literatura de terror es que a menudo pertenece a dicho género al mismo tiempo que a otro. Es posible que después de tantos horrores, decidas cambiar de género y elijas un libro de cuentos fantásticos. Acabarás leyendo a Lovecraft por ese motivo, pero ¡ay! ¿Acaso existe algo más terrorífico que lo desconocido y misterioso?
En “El color que cayó del cielo”, un científico se enfrenta a un extraño envenenamiento que se extiende a partir de un meteorito caído del espacio exterior. El horror procede de la fatalidad que ha parecido caer sobre toda una región (y quién sabe hasta dónde puede extenderse) pero el terror, aquello que realmente atenaza el corazón, procede de lo inimaginable: aquello que ha provocado la tragedia tiene un color desconocido que nadie ha visto nunca.
En “La llamada de Cthulhu”, obra inaugural del ciclo de los mitos de Cthulhu, el miedo también es causado por lo extraño e incomprensible. En este caso, una extraña secta que venera a un ser horrible.
Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley
Si en anteriores lecturas hemos descubierto el vínculo de terror y fantasía, rebuscando un poco más en la biblioteca encontrarás esta novela que es un clásico del terror y al mismo tiempo probablemente sea el primer relato de ciencia ficción.
Se trata de una historia compleja e indudablemente terrorífica, pues el terror no es uno sino múltiple. Víctor Frankenstein ha creado un monstruo, un engendro que provoca pavor allá donde va. Al mismo tiempo, el destino del ser monstruoso es sin duda aún más horrible que el de aquellos que se enfrentan con él. La criatura es digna de lástima aunque provoque pavor. Pero el sufrimiento más intenso es el del científico que ha creado al monstruo. Nada puede torturarnos más que nuestra propia conciencia: el terror en su caso se vuelve moral.
La novela también es compleja en un plano simbólico, pues contiene diversos significados, aunque el principal es evidente. Escrita al principio de la revolución industrial, se trata de una advertencia sobre el poder de la ciencia: a partir de entonces, los grandes peligros que acechan a la humanidad son creación de la propia humanidad.