El centro desplazará el área de recreo de los más pequeños y el Ayuntamiento sufragará el vallado de delimitación
ALMERÍA HOY / 05·12·2014
Han tenido que transcurrir varios meses desde que se entregase la obra de ampliación del colegio público Ex Mari Orta de Garrucha para alcanzar una solución al problema generado por el excesivo número de pilares y escalones, de aristas en definitiva, ubicados por proyecto en un espacio destinado al patio de recreo de los más pequeños, y que han provocado más de un descalabro desde el inicio del curso escolar.
Tras los primeros incidentes, la dirección del centro se dirigió a la Agencia Pública Empresarial Ente Público de Infraestructura y Servicios Educativos (ISE Andalucía), dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y responsable de las obras, obteniendo por toda respuesta que la ampliación llevada a cabo cumplía con la normativa vigente.
El Ayuntamiento de la localidad, por su parte, con el que también mantuvo una serie de reuniones el equipo directivo del Ex Mari Orta, negó su responsabilidad en el asunto, alegando que no corresponde al Consistorio «terminar una obra mal hecha», ni dispone de fondos para ello.
Finalmente, y después de meses de gestiones y encuentros, en los que ha tenido que llegar a mediar al delegada de Educación en Almería, el centro desplazará el área de recreo de los más pequeños —informes técnicos mediante— a costa de parte de la de los escolares de mayor edad, mientras que el Ayuntamiento de Garrucha sufragará el vallado que delimite ambos espacios. De igual modo, el Consitorio se ha comprometido a acotar provisionalmente las columnas y escalones para evitar nuevos accidentes; tarea que ya ha comenzado.
Tras los primeros incidentes, la dirección del centro se dirigió a la Agencia Pública Empresarial Ente Público de Infraestructura y Servicios Educativos (ISE Andalucía), dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y responsable de las obras, obteniendo por toda respuesta que la ampliación llevada a cabo cumplía con la normativa vigente.
El Ayuntamiento de la localidad, por su parte, con el que también mantuvo una serie de reuniones el equipo directivo del Ex Mari Orta, negó su responsabilidad en el asunto, alegando que no corresponde al Consistorio «terminar una obra mal hecha», ni dispone de fondos para ello.
Finalmente, y después de meses de gestiones y encuentros, en los que ha tenido que llegar a mediar al delegada de Educación en Almería, el centro desplazará el área de recreo de los más pequeños —informes técnicos mediante— a costa de parte de la de los escolares de mayor edad, mientras que el Ayuntamiento de Garrucha sufragará el vallado que delimite ambos espacios. De igual modo, el Consitorio se ha comprometido a acotar provisionalmente las columnas y escalones para evitar nuevos accidentes; tarea que ya ha comenzado.
