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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
No podemos por menos que desearle a Almería que la nueva aventura que se abre con María del Mar Vázquez sea todo lo positiva que esperan y desean los ciudadanos que la han votado y los que no lo han hecho, pero que quieren para esta ciudad, la suya, lo mejor.
Las encuestas no dejaban lugar a dudas en días anteriores, María iba lanzada a por la mayoría absoluta, y los quince logrados el pasado domingo lo demuestran. Ya tienes la confianza mayoritaria de los almerienses, ahora solo hace falta que no los defraudes. Y eso está en tus manos. Que lo consigas, María. No todos lo han logrado durante su paso por la Alcaldía.
No ha supuesto sorpresa alguna, entre la división de la derecha y los que se llaman de centro, la propia de la izquierda y las decisiones de Pedro Sánchez dentro del gobierno del Psoe, era una alfombra la que tenía tendida a los pies el Pp en las grandes capitales, como se vio claramente en la noche del domingo. La flores del mes Mayo tenían el nombre de María.
Es bueno gobernar con mayoría absoluta, es lo que les gusta a los políticos, pero a veces tiene un peligro, el de que te creas que el cortijo es tuyo, que cuatro asesores en plan de capataces te lleven por donde a ellos les interese y que dejes de ver las necesidades de la ciudad y de los ciudadanos a pie de calle. La vida de Almería y de los almerienses está fuera de las cuatro paredes del despacho de la Alcaldía, no lo debes olvidar. Tienes el ejemplo de tu antecesor y algunas de las decisiones tomadas desde su sillón, sin acercarse a la realidad de los problemas y a las necesidades de la ciudad y especialmente en los ciudadanos que en ella viven. Tomar las decisiones entre cuatro y desde un cuarto sin ventanas a la calle tiene sus inconvenientes. No creo que haya que recordarte algunos.
En estos días son todo alabanzas y alegrías, y no digo que no te las merezcas, vayan también las mías, pero si algo te debe preocupar a partir de hoy es qué vas a hacer con el futuro de Almería. Te escuché en una entrevista cuando pedías el voto a los almerienses, no acostumbro a prestar mucha atención a lo que en esos momentos nos dicen los políticos, están en campaña y se dice cada tontería, cada burrada, pero me sorprendió las distintas soluciones que le dabas al tráfico o a la futura peatonalización del Paseo. Me pareció que abrías las puertas de esa vía al tráfico de taxis, ambulancias, autobuses, carga y descarga, recogida de residuos y hasta la biblia en pasta.
Todo el mundo, excepto los ciudadanos, van a poder circular por la única vía importante que une y da salida al centro de la ciudad. Tengo ganas de conocer lo que vas a decidir, y espero que no te equivoques, como le ocurrió a Ramón con la vía de salud abierta en el Paseo no se sabe aún para qué.
No quiero seguir dándote la lata en estos días de excelsa felicidad que debes estar viviendo con la familia y tus compañeros de partido, tiempo tendremos para ellos durante los próximos cuatro años. Enhorabuena, María, pero espero y deseo que sea también para la ciudad de Almería y los almerienses. No te empeñes en ser la alcaldesa de todos los almerienses, haz la política municipal que mejor beneficie a la mayoría de los almerienses.
Las encuestas no dejaban lugar a dudas en días anteriores, María iba lanzada a por la mayoría absoluta, y los quince logrados el pasado domingo lo demuestran. Ya tienes la confianza mayoritaria de los almerienses, ahora solo hace falta que no los defraudes. Y eso está en tus manos. Que lo consigas, María. No todos lo han logrado durante su paso por la Alcaldía.
No ha supuesto sorpresa alguna, entre la división de la derecha y los que se llaman de centro, la propia de la izquierda y las decisiones de Pedro Sánchez dentro del gobierno del Psoe, era una alfombra la que tenía tendida a los pies el Pp en las grandes capitales, como se vio claramente en la noche del domingo. La flores del mes Mayo tenían el nombre de María.
Es bueno gobernar con mayoría absoluta, es lo que les gusta a los políticos, pero a veces tiene un peligro, el de que te creas que el cortijo es tuyo, que cuatro asesores en plan de capataces te lleven por donde a ellos les interese y que dejes de ver las necesidades de la ciudad y de los ciudadanos a pie de calle. La vida de Almería y de los almerienses está fuera de las cuatro paredes del despacho de la Alcaldía, no lo debes olvidar. Tienes el ejemplo de tu antecesor y algunas de las decisiones tomadas desde su sillón, sin acercarse a la realidad de los problemas y a las necesidades de la ciudad y especialmente en los ciudadanos que en ella viven. Tomar las decisiones entre cuatro y desde un cuarto sin ventanas a la calle tiene sus inconvenientes. No creo que haya que recordarte algunos.
En estos días son todo alabanzas y alegrías, y no digo que no te las merezcas, vayan también las mías, pero si algo te debe preocupar a partir de hoy es qué vas a hacer con el futuro de Almería. Te escuché en una entrevista cuando pedías el voto a los almerienses, no acostumbro a prestar mucha atención a lo que en esos momentos nos dicen los políticos, están en campaña y se dice cada tontería, cada burrada, pero me sorprendió las distintas soluciones que le dabas al tráfico o a la futura peatonalización del Paseo. Me pareció que abrías las puertas de esa vía al tráfico de taxis, ambulancias, autobuses, carga y descarga, recogida de residuos y hasta la biblia en pasta.
Todo el mundo, excepto los ciudadanos, van a poder circular por la única vía importante que une y da salida al centro de la ciudad. Tengo ganas de conocer lo que vas a decidir, y espero que no te equivoques, como le ocurrió a Ramón con la vía de salud abierta en el Paseo no se sabe aún para qué.
No quiero seguir dándote la lata en estos días de excelsa felicidad que debes estar viviendo con la familia y tus compañeros de partido, tiempo tendremos para ellos durante los próximos cuatro años. Enhorabuena, María, pero espero y deseo que sea también para la ciudad de Almería y los almerienses. No te empeñes en ser la alcaldesa de todos los almerienses, haz la política municipal que mejor beneficie a la mayoría de los almerienses.
