Lo de Carboneras ha sido un paripé


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Eso dicen los chicos del barco, que lo del Ayuntamiento de Carboneras con el Algarrobico y su suelo es nulo de pleno derecho, de lo que era consciente el alcalde, y aun así lo llevó a cabo, solo con la pretensión de que el TSJA no le imponga una multa de setecientos euros cada veinte días.

Para los del barco José Luis Amérigo lo único que ha buscado es ganar tiempo y que Azata, la empresa del hotel, no le venga con demandas. Y es posible que el hombre haya buscado esa opción ante los problemas que se le vienen encima.

El hombre se habrá dicho: Si dentro de un mes dejo de ser alcalde (que es de imaginar lo que va buscando el hombre), que otro cargue con el problemático hotel que se levanta en el municipio y las multas si tienen que llegar, y si para ello tengo que convocar un pleno y aprobar algo sin los trámites oportunos, en principio cumplo con lo que me pide el TSJA, y me lavo las manos. Que después vienen diciendo que es ilegal, que no he seguido los pasos legales, esa será otra cuestión a dirimir, con la que voy ganando tiempo hasta el 28 de mayo, alejo las multas que persiguen mi sombra y ese cáliz amargo que se lo beba el de los caracoles, que va diciendo que gana las elecciones.

Si miramos sólo los intereses de José Luis, vemos que el hombre no lo ha hecho mal. Otras cuestión es hablar de legalidades, de honradez política, de ética y moral ante los vecinos. Pero si tenemos en cuenta que los jueces se la cogen con según qué papel dependiendo de quién presente la demanda, y que los ecologistas se mueven con los colores de los que les den las subvenciones, no nos debe extrañar que el señor Amérigo se haya defendido con un pleno en el que la legalidad de lo que se aprobaba no cumplía con los requisitos que precisaba.

Se entiende el enfado del líder de la oposición. Si la multa anunciada desde el TSJA tuviera su nombre en el membrete ¿qué habría hecho? No creo que sea muy difícil de contestar. Estoy convencido que habría intentado burlarla tal y como ha hecho José Luis. Y poner en marcha una carrera de caracoles entre la justicia, los ecologistas y el alcalde del ayuntamiento al que se le impone la multa.

Sigue el juego en Carboneras con el grito en el cielo de los ecologistas, en medio de una campaña electoral que va a tener al hotel, una vez más, en medio de los candidatos. Los caracoles han vuelto a la salida, la carrera vuelve al principio. ¿Dirá algo el Tsja antes del 28 de mayo, lo dejará para después de las municipales?