El Ciemat confirma radioactividad fuera de las zonas valladas en Palomares

Los órganos que velan por la protección e investigación atómica se contradicen. El plutonio supone o no un peligro en función de sus intereses


Una de las áreas acotadas está situada en zona urbana.

ALMERÍA HOY / 24·02·2023

¿Quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? Son algunas de las preguntas que los hombres se han hecho a lo largo de los tiempos y que aún continúan sin una respuesta categórica. A ellas, en la comarca podríamos añadir una más: ¿supone un peligro la existencia de plutonio esparcidos al raso fuera de las zonas cercadas Palomares y Vera? Según los órganos que velan por la protección e investigación radiológica, unas veces sí y otras no. Depende lo que les interese en cada momento.

Hagamos un poco de historia. Hace poco más de un año, en enero de 2022, Ecologistas en Acción denunciaba ante el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la existencia de, al menos, “cinco puntos radiactivos fuera del vallado perimetral” de seguridad en el área bajo vigilancia por la presencia de plutonio desde el accidente nuclear de 1966.

Los lugares contaminados detectados por la organización verde sumarían una superficie de 428 m2 en los términos municipales de Cuevas del Almanzora y Vera. Todos los puntos localizados en el exterior del cercado por un laboratorio de Zurich contratado por Ecologistas, excedían los 5 Bq/gr. Uno de ellos, en la calle Diseminado La Punta, superaba los 700. Cabe recordar que 1 Bq/gr equivale a la exposición a una radiografía anual, y la Organización Mundial para la Salud establece en esa misma medida el límite de riesgo para la salud. Añadiremos que, conocidos los datos, en una calle de Palomares se puede recibir en un año la misma radiación que con 700 radiografías.

CIEMAT: PELIGRO

Aún no había contestado el CSN a la denuncia cuando el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicaba el 13 de abril de 2022 las alegaciones presentadas por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medio Ambientales y Tecnológicas (Ciemat) a la recalificación de una parcela en el paraje veratense de Cerro Colorado.

En su escrito, el Ciemat informaba de un “error” en la delimitación de la zona protegida por contener plutonio. Enfatizaba que “no todos los terrenos afectados [es decir, contaminados] se encuentran vallados”. El asunto no debía ser nada trivial, pues el propio ente investigador reclamaba “corregir” la anterior delimitación y “ajustarla” a sus nuevas indicaciones, que calificaba de “correctas”. De esa manera, advertía del peligro que suponía construir en esos terrenos. Al no obtener respuesta por parte del CSN a la denuncia presentada en enero, Ecologistas en Acción elevó en septiembre una queja al Parlamento Europeo. Instaba la intervención de la Eurocámara para “obligar al Gobierno de España” a actuar en los “cinco puntos radiactivos” detectados “fuera” de la alambrada. Solicitaban la “urgente” descontaminación de esos lugares, ya que “son de libre acceso a los ciudadanos” y pusieron en conocimiento de los diputados de la Unión la existencia de “670 kilos de restos nucleares” procedentes de Madrid almacenados en un edificio del Ciemat “a pocos metros” de una calle de Palomares.

Pocos días después trascendió un documento de este organismo atómico informando el registro de “decenas” de Bq/gr de radiactividad medida en el aire por una estación situada en Mojácar. Es de suponer que el resto de la comarca se encuentra en las mismas condiciones.

EL CSN “MINIMIZA”

Por fin, el 4 de diciembre habló el CSN. Lo hizo para cerrar la denuncia presentada por Ecologistas en enero. En su resolución, el organismo atómico restaba importancia a la existencia de puntos con radiactividad externos al perímetro de seguridad.

Aseguraba estar continuamente efectuando “actuaciones y verificaciones” para la “protección radiológica” de las áreas restringidas por contaminación de plutonio y de su entorno y, al mismo tiempo, remarcaba que la cerca “minimiza el perjuicio a terceros”. Ahora bien, si la valla “minimiza” daños, ¿qué ocurre con lo que está fuera?

En su exposición, el Consejo se defiende con un ataque, cuestionando los datos ofrecidos por Ecologistas en Acción. Discutía la capacidad del laboratorio suizo que los obtuvo aduciendo que es preciso disponer de "equipos de medida adecuados" y de "muestras representativas por número, extensión y volumen". Resulta difícil entender el reproche por parte de la entidad estatal, pues no llegó a examinar la maquinaria ni el procedimiento empleado. También añadió que el riesgo para la salud depende del “tiempo de exposición", una variable que, fuera de la cerca, es imposible de controlar.

El informe del CSN sirvió al propio organismo que lo redactó para archivar la denuncia de los verdes, pero no debió convencer a la Mesa del Parlamento Europeo que, en enero de 2023, admitió a trámite la queja de Ecologistas y emprenderá la correspondiente investigación.