A prisión por la muerte de un hombre hallado con tres puñaladas en El Ejido

Los restos de ADN hallados bajo una uña se la víctima y una colilla han sido cruciales para identificar al supuesto homicida



ALMERÍA HOY / 21·11·2022

D.L.F., el hombre detenido como presunto autor de la muerte de un hombre encontrado con tres puñaladas en su domicilio de El Ejido e identificado a través de los restos de ADN encontrados bajo una uña de la víctima y una colilla que se encontraba en la basura de la vivienda, ha ingresado en prisión comunicada y sin fianza por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Almería.

El arrestado, identificado como un amigo y terapeuta de la víctima, llegó a reconocer a los agentes encargados de la investigación que se produjo un "forcejeo" en la vivienda del finado, ya que la víctima habría sospechado que el hombre podría haber entrado en su vivienda a robar, según han trasladado a Europa Press fuentes de la investigación.

En este sentido, el arrestado presentaba en sus manos cortes que, indiciariamente, serían compatibles con el mencionado "forcejeo" con la víctima, y que el detenido justificó diciendo que había estado "trabajando recientemente en una finca".

El cuerpo del hombre, que fue hallado casi dos días después de los hechos en la cocina de su domicilio, presentaba dos puñaladas en la espalda, que afectaron a los pulmones, y una más en el oído derecho, que le ocasionaron la muerte. La vivienda se encontraba revuelta, con los cajones abiertos, y faltaban las llaves de la misma.

Los investigadores que trabajaron en la escena del crimen el 14 de julio de este año constataron además que había desaparecido tanto la cartera como el teléfono móvil del fallecido, lo que permitió establecer un rastreo sobre el terminal, el cual fue utilizado con una tarjeta SIM diferente al día siguiente de la muerte del hombre.

Este hecho permitió dar con la persona que se encontraba en posesión del teléfono, un "toxicómano" quien explicó que el móvil se lo había entregado el principal sospechoso, con quien además intercambió llamadas y mensajes desde los primeros minutos en los que se encendió el aparato. Ambos tendrían una relación de intercambio de objetos a cambio de estupefacientes, según el trabajo policial.

En esta línea, los agentes investigaron a la persona que proporcionó el teléfono móvil al toxicómano, quien tenía relaciones de amistad anteriores con la víctima. Así, averiguaron incluso que durante las horas previas a los hechos, antes de la noche del 12 al 13 de julio, ambos habían mantenido varias conversaciones telefónicas.

DEUDAS Y TRÁFICO DE DROGAS

La principal línea de investigación apunta que tanto el detenido como la víctima mantenían problemas derivados del tráfico de drogas, sentido en el que el investigado podría tener deudas económicas pendientes con el apuñalado en base a esas supuestas transacciones.

Al detenido le constan además antecedentes policiales por el robo en el domicilio de un amigo, al que le sustrajo en mayo cerca de 8.000 euros. El presunto homicida fue detenido con posterioridad al crimen de julio al intentar cometer otro hurto en casa de un segundo conocido, lo que hizo sospechar a los agentes que, el día de los hechos, hubiera tratado de actuar bajo el mismo 'modus operandi'.

Durante su declaración ante los agentes, el arrestado cayó en versiones "contradictorias" sobre el lugar en el que se situaba el día de los hechos, que estableció fuera de Almería. Este aspecto chocaba frontalmente además con la ubicación que ofrecía su teléfono móvil el día de los hechos, muy próximo a la de la vivienda de la víctima, según las pesquisas derivadas de la operación 'Tajo'.

Con el avance de la investigación, los agentes acreditaron que el presunto amigo y terapeuta de la víctima, que "se encontraba en una situación económica complicada", estaba presuntamente relacionado con otros robos o intentos de robo en domicilios de personas relacionadas, en mayor o menor medida, con el tráfico de estupefacientes a pequeña escala.

A estos indicios se sumó posteriormente el análisis efectuado por los agentes de la Policía Científica, quienes hallaron ADN bajo una de las uñas de la víctima y en la colilla de un cigarrillo en la basura compatible con el del arrestado.