Prenafeta declara que "besó" con su "consentimiento" a las jugadoras que entrenaba

El exjugador del Unicaja y la Selección española de voleibol niega que se produjeran "tocamientos"



ALMERÍA HOY / 18·10·2022

El exinternacional de la selección española de Voleibol Cosme Prenafeta ha afirmado en sala este martes que los "besos" a las dos jóvenes de 18 años, jugadoras del equipo al que entrenaba, se produjeron "con el consentimiento" de ellas en el marco de un "ambiente distendido entre tres personas adultas que lo están pasando bien" y ha negado se produjeran "tocamientos".

Ha explicado que "llevaban ya algunas cervezas y chupitos", que él propuso jugar a 'yo nunca' "que puede ser de cualquier cosa", según ha dicho a la fiscal, y que comenzaron "a preguntarse cosas" que acabaron "teniendo carácter sexual". "Eran de ida y venida, por parte de los tres", ha señalado antes de reconocer que las "besó" y remarcar que "con consentimiento".

Prenafeta, quien enfrenta penas que suman cuatro años de prisión por dos presuntos delitos de abuso sexual, ha indicado que le dijo a una de las denunciantes mientras la otra joven estaba en el baño que "si le" besaba y que ella lo hizo, "una sola vez", e "incorporándose con la mesa de por medio". Ha relatado que ella "en absoluto se negó", y que fueron "cinco o seis segundos".

En su declaración en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal 4 de Almería, ha dicho que fue la otra joven la que le dio "el primer beso" y ha admitido otros dos, en la cocina y en la terraza de su domicilio, a los que "no se negó". "Al contrario, cuando terminamos me miró con cara complicidad, sonriendo, y me dio un abrazo", ha manifestado.

A preguntas de la fiscal, ha señalado que a una de ellas "el alcohol" que, según ha explicado, adquirieron en forma de whisky los tres en un supermercado aunque "lo pago" él, se le había "subido", por lo que le dijo que "se sentara y reposara un poco ya que había venido en patinete y creí que era peligroso", y que la otra jugadora "tomo un chupito que le sentó mal", aunque ambas "estaban en condiciones".

Ha añadido que lo narrado ocurrió tras una "comida de Navidad en su casa" en diciembre de 2020 "tras haber perdido varios partidos", que el resto de jugadoras, menores de edad, se fueron "poco a poco marchando" y que ellas se quedaron "porque pidieron beber alcohol", les dijo que no porque había menores y que, después, "si querían, se quedaran un rato y nos tomábamos algo". Antes, tal y como ha trasladado, "en algún momento en la cocina, solos, sin que hubiera nadie", tomaron "alguna cerveza".

Prenafeta, quien ha definido su relación diaria "de cuatro años" atrás con ellas "de afecto, de cariño, de todo lo contrario al conflicto", ha trasladado en su declaración en sala que, al día siguiente, "un poco arrepentido de la tontería con personas que ves todos los días", les mandó mensajes de Whatsapp a ambas.

"Entiendo que nos arrepentimos los tres; respondieron al principio con normalidad, pero luego, viendo que no contestaban, vi que algo no encajaba", ha subrayado para concluir que fue un directivo del club el que le dio "la primera noticia" y que fue responsable del primer equipo semiprofesional y director de la base hasta que el procedimiento penal trascendió a través de los medios de comunicación". "No me vi capaz, estaba muy afectado", ha finalizado.

A continuación han declarado las dos víctimas, protegidas por un biombo, y para quien la fiscal ha solicitado en el trámite de informes, modificando al alza su escrito de calificación provisional, que se les indemnice con 10.000 euros por los daños morales.

Las dos jóvenes han negado el "consentimiento" asegurando que le "dijeron de no seguir jugando", pero que él "insistió", y han indicado que no abandonaron el domicilio por el "estado de shock".

En la prueba pericial, las peritos del Instituto de Medicina Legal (IML) se han ratificado en su informe con respecto a una de ellas, a la que diagnosticaron una "sintomatología ansioso depresiva" derivada de estos hechos.

Antes de que el juicio haya quedado visto para sentencia, la acusación particular ha mantenido su petición de cuatro años de cárcel y la defensa, la libre absolución.

El letrado de Cosme Prenafeta ha dicho a los periodistas al comienzo de la vista oral que no había prueba que "enervase la presunción de inocencia" de su patrocinado y ha indicado que "todo lo que aconteció fue algo consentido entre mayores de edad".

"No hay mucho más; es más el revuelo, que el hecho en sí", ha trasladado para añadir que, a su juicio, la petición fiscal es "desproporcionada" y ha remarcado la existencia de una pericial de parte para contrarrestar el informe de las psicólogas forenses del IML.

Según sostiene el Ministerio Público, los hechos se produjeron presuntamente en el domicilio del acusado en la capital en la tarde del 28 de diciembre de 2020.

Recogen que las dos jóvenes denunciantes acudieron, junto al resto del equipo del que formaban parte, a una comida en casa de su entrenador y que, "tras marcharse las demás compañeras", él les habría pedido que se quedasen "un rato más", a lo que accedieron.

A partir de ese momento, según apunta, los tres habrían "tomado bebidas alcohólicas" y Cosme Prenafeta les habría propuesto "jugar a juegos de preguntas de índole sexual".

El Ministerio Público destaca que, "sin el consentimiento" de las dos jóvenes, el acusado las "besó en la boca y en el cuello varias veces" y también habría llegado "a tocar en las nalgas" a una de ellas.