¡Los cuatro mil de Griñán!


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Dicen reputados juristas que el indulto es una figura anacrónica que debería desaparecer. Pero los políticos no parece que estén muy interesados de que esta prerrogativa que tienen los gobiernos desaparezca. Debe ser por algún interés espurio, posiblemente sea el de defenderse ellos y sus camaradas ante situaciones como la que tenemos con Griñán y cía. Algo parecido a los aforismos. Habría que acabar con ellos, nos dicen desde la oposición, pero a la hora de la verdad no hay partido que lo haga. Cambiaran lo que haga falta siempre que a ellos no les perjudique. Así son nuestros prohombres.

Creo en la libertad de cada uno de los ciudadanos a decidir lo que crea más oportuno a la hora de firmar, o no, el apoyo a la solicitud de indulto para un condenado. Cuatro mil personas han firmado la solicitud de indulto a Pepe Griñán y están en su derecho de hacerlo, no pienso criticarles. Imagino que cada una de esas firmas ha puesto en su mente distintos intereses a la hora de estamparla, pero no somos los ciudadanos los que tengamos que analizar sus intenciones y libertades, en todo caso serán sus conciencias las que deben dar respuesta a si solicitar el indulto de un condenado por la justicia se ajusta a los derechos de equidad y de moralidad por los que nos debemos mover los seres humanos. Ellos creen que hacen bien al pedir esa clemencia, y nosotros la respetamos. ¿La pedirían esos cuatro mil si se tratara de un violador o un asesino condenado de Eta?

De ser así y por la misma razón habrá que entender que mañana otros puedan firmar apoyar la solicitud de un indulto para un asesino, caso de los del Eta, o la de un violador. No es lo mismo, ¿verdad? Claro que no es lo mismo, pero si nos atenemos al actual código penal por el que nos regimos y si la justicia debe ser ciega, los delitos tienen una pena y cumplirla es lo que se exige en esta sociedad que nos hemos creado.

Decía Juan Espadas hace unos días en Almería “que la derecha no contamine el indulto de Pepe Griñán”. No estoy convencido si ha sido la derecha o la izquierda la que ha contaminado en primer lugar el derecho de una familia a solicitar el indulto de uno de sus miembros, que tiene el derecho y la obligación de hacerlo, como familia que es.

Y tengo entendido, lo mismo no tengo todos los datos, que fueron militantes socialistas los primeros que salieron a la palestra a apoyar el indulto solicitado por el gobierno. Fueron las declaraciones de sus líderes las que levantaron la polvareda, a las que se unieron las recogidas de nombres que apoyaban con sus firmas el indulto al bueno de Pepe. Nadie duda de que es una buena persona, yo no lo conozco, pero los amigos hablan de que lo es. Y cara de no haber roto un plato en la cocina de su casa tiene. Pero la justicia no lo ha condenado por ser buena o mala persona o por romper la vajilla en su casa, lo ha hecho por una trama creada durante el tiempo que tuvo responsabilidad en el gobierno de la Junta de Andalucía y en la que los dineros de los andaluces parados no fueron a donde tenían que ir legalmente.

Y si la justicia dice que esto es un delito, así lo debemos acatar. Lo demás son ganas de tapar una corrupción sistemática creada para mantener el chiringuito de un partido en el poder de la Junta.

¿Y de Manuel Recio qué me dicen ustedes?