Sánchez y Moreno no llegaron a compromiso alguno


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

O el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, da un golpe de estado y convoca un referéndum para separase de España, o Sánchez lo va a seguir ninguneando cada vez que se reúnan. Aquí, o te subes al carro de la delincuencia y de los primos hermanos de ETA, o el presidente a ellos vendido no te va a hacer ni puñetero caso.

Según se ha contado no faltaron sonrisas en la reunión. Y eso que estamos ante unos hombres que más bien se ríen poco. ¡Serios son los puñeteros! Se dieron la mano al verse en las escaleras de la Moncloa. El presidente socialista más bien deja la mano blanda, no aprieta, mano tonta se ha dicho siempre. Qué mal sienta cuando alguien te ofrece una mano así, que sensación de desconfianza sientes.

Claro, que pedirle confianza a Sánchez… o a cualquier otro político, oiga.

Fue una reunión amable, según nos han vendido. Estando en la misma el campeón de la cordialidad, el de los brazos abiertos, el que no va a levantar ni una alfombra no se puede esperar otra cosa. Si es que Juanma Moreno es un buenazo y el otro tiene el colmillo “retorcío”.

En el reparto de papeles que hizo el equipo del presidente popular andaluz se hablaba de cientos de cuestiones que le iba a pedir al socialista español. Si hubieran hablado de todo lo que en ellos iba en tinta impresa, días y semana habrían necesitado los dos presidentes. Pero hubo palabras amables y el encuentro se puede analizar políticamente como satisfactorio. Lo que no hubo, lo que no logró el popular Juanma del socialista Sánchez, fue compromiso alguno sobre las necesidades que tiene Andalucía.

Agua para esta tierra, pedía el “seco” Juan Manuel. Financiación, exigía para el futuro de una comunidad que está en la cola de casi todos los parámetros que analicemos. Si nos acercamos a lo manifestado por la ministra tras la visita de los dos líderes, y el chorreo que le echó al presidente andaluz, llegamos a la conclusión de que la visita de Juan Manuel Moreno, el presidente andaluz, solo sirvió para lavar la imagen de Pedro Sánchez, que venía, como viene siendo habitual, de rendirse una vez más ante los delincuentes catalanes y ante los primos hermanos de la ETA.

Ya oigo a Pedro Sánchez o algunos de sus portavoces diciendo: “Este gobierno es un gobierno abierto, que escucha, que se reúne con todos los presidentes de las comunidades que lo piden”.

Al principio, Moreno, si sigues yendo de chico bueno por la vida, si quieres ser el mejor yerno para todas las madres, estás en el camino. “Yo quiero uno así para mi hija”. Lo que no sé es si ser ese chico bueno que llevas por bandera va a servir para arrancarle algo al gobierno socialista de Pedro Sánchez.