El alcalde de Serón no se presentó a las elecciones


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Cuando a los políticos les interesa retuercen las leyes y las manipulan buscando siempre el lado que les pueda beneficiar. Lo hemos visto y comprobado en el Algarrobico, en la fabriquilla de Cabo de Gata, y hasta en la llegada a algunos cargos políticos de personas que ni siquiera se presentaron a unas elecciones.

El hoy alcalde de Serón, don Manuel Martínez, no fue votado en la lista de su partido por los ciudadanos de su pueblo para llegar a la alcaldía. No sé si a ellos les importará, pero a don Manuel si le debía. Será por ley alcalde Serón, eso no hay quien lo ponga en duda, pero no lo es por los votos directos de sus vecinos y eso debería preocuparle. Puede que gane las próximas en el mes de mayo, y se quite la espina de cómo ha llegado a la alcaldía, pero ahí estará la de este año, y le será recordado por las caras incluso algunos de sus compañeros, aunque no se atrevan a decírselo abiertamente.

Lo que debe preocupar a los militantes del Psoe de Serón fue la lista que hizo en su día Juan Antonio Lorenzo y con la que ganó de nuevo la alcaldía. Y digo preocupar, porque ha demostrado la poca o nula confianza que tenía en su equipo, ya que les hizo a todos, a los cinco, renunciar al cargo de poder ser alcalde para que entrará a ese puesto el señor Martínez.

La pregunta, señor secretario provincial del Psoe se impone.

¿Puso usted en la lista a los más torpes (dicho sin ánimo de ofender) de la bancada socialista de Serón?

¿No había otros militantes con mayor capacidad y que pudieran un día, si se presentaba la ocasión, ser el alcalde de Serón?

¿Temía usted, don Juan Antonio Lorenzo, que algún otro militante le pudiera hacer sombra en su momento, y prefirió rodearse de aquellos que no pudieran hacerle la mínima competencia?

Me va a decir que no es así, que en ningún momento pensó usted en lo que aquí se expone a la hora de preparar la lista, y es posible, pero me va a perdonar que lo ponga en duda. Y la prueba es que ha tenido que buscar fuera de su lista al hombre que se hiciera cargo de la alcaldía de su municipio. Y pregunto.

¿No había entre los cinco nombres de sus compañeros uno por lo menos que pudiera ser alcalde de Serón? Sin olvidar a los restantes de la lista, seis más contándole a usted, que también tuvieron que renunciar.

Cuesta trabajo creer que ni a uno de ellos le hacía ilusión ser alcalde su pueblo.

Pero si usted lo dice.

¿Me asegura que ninguno de los cinco ha querido ser alcalde? ¿Y de los que estaban en la lista y no salieron de ediles?

¿Qué usted no les ha obligado (con las artes de político que le ha dado el tiempo y el poder) a firmar la renuncia a la alcaldía?

No se preocupe, algún día sabremos lo ocurrido. No hay secreto que se guarde eternamente y usted lo sabe.