¿Sigue Alfonso Guerra siendo del PSOE?


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Se puede estar en acuerdo con las apreciaciones de Alfonso sobre la política que estamos sufriendo en estos tiempos en España y en Andalucía, pero a este político, que dijo que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió, y camino lleva con Sánchez de que así sea, hay que reconocerle que sigue con la lengua suelta a la hora de dar sus opiniones, le guste o no a su partido.

¿Seguirá siendo el PSOE el partido de Guerra? Algunos dudamos de que hoy Alfonso, uno de los hombres más importantes del clan de la tortilla, se pueda sentir cómodo en el partido que dirige Pedro Sánchez, el que sí parece estarlo es Felipe González, y eso que lo puede mandar a la cárcel, con la ley pactada con los cachorros de la ETA.

Escuché una entrevista de Alfonso, y recordaba aquellas tertulias de La Clave, con el desaparecido hombre de la pipa, José Luis Balbín, en las que participaba el que iba a convertirse en uno de los pilares del Gobierno del PSOE durante años en este país. No ha perdido un ápice de aquella libertad que tenía a la hora de dar sus opiniones. Ya digo que en algunas se puede estar de acuerdo y compartirlas, en otras no.

En la cuestión andaluza y sus pasadas elecciones dijo algo que por este rincón hemos comentado en alguna ocasión. Moreno Bonilla ha sido un hombre templado a la hora de gobernar y le ha dado confianza al personal. Y ponía Guerra, entre otros, los siguientes ejemplos.

“Decían que iban a acabar con los chiringuitos montados por la Junta durante los gobiernos del PSOE, ni uno, no han quitado ni uno, y eso ha dado confianza al personal”.

“Ha sido el PSOE con una campaña nefasta el que le ha dado la victoria al PP”.

“En Andalucía no se ve bien las veleidades del presidente Sánchez con los nacionalismos radicales de catalanes y vascos, con los indultos a los golpistas y con ese acercamiento a Bildu, la marca política de ETA”.

Hubo más argumentos, pero, en unas líneas como estas no cabe toda una entrevista radiofónica, sigamos. La confianza a la que aludía “Arfonso” habrá que pensar que llegaba a los trabajadores de esos dos mil chiringuitos montados por la Junta del PSOE y que no cerró el dúo Moreno-Marín, PP-Cs.

¿Votaron estos trabajadores al PP? Lo mismo sí. ¿Y al resto de los andaluces que hemos visto como crecían esos chiringos, que se llenaban de enchufados de un partido y algún sindicato, nos ha dado también confianza, o nos deja la duda de que el gobierno del PP en Sevilla no está por la labor de levantar alfombras y derribar chiringos?

En lo de la campaña nefasta del PSOE hay que estar de acuerdo con él, y añadiendo que la de Vox también pudo ser una ayuda para la victoria final de Juanma.

La tercera se la asumo en su totalidad. Es la gran diferencia entre un viejo político socialista que tenía interés por el futuro de España, la fuera o no a conocer treinta años después la madre que la parió, y uno como Pedro Sánchez, el guapo, al que no le importa lo más mínimo lo que le pueda ocurrir a este país y con él a sus ciudadanos.

Con las luces y las sombras que se le puedan sacar al personaje, que las tiene y para todos los gustos ¿se acuerdan de sus hermanos y sus despachos en Sevilla? es una pena que el PSOE esté en manos de unos actuales dirigentes que no les llegan a los viejos ni a la suela de sus zapatos. Y no piensen que eso solo ocurre en Madrid, echen una ojeada por nuestra Almería. La misma y triste pena ante aquellos dirigentes de los ochenta y los noventa.