¿Almería es una ciudad atractiva para vivir?


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Desde hace un par de semanas se viene hablando por estas secas tierras, a la espera de la revolución hídrica de Moreno, de que Almería no es una ciudad atractiva para vivir en ella. Para el PSOE Almería no tiene atractivo, para el PP la culpa de la baja en el padrón se debe a los extranjeros y las dificultades con las que se encuentran. Volvemos a la discusión de los políticos.

Y ya se sabe que cuando los políticos discuten, nada claro se saca.

Lo que se ha demostrado a lo largo de los últimos años es que nuestra provincia ha tenido algo atrayente de cara a los extranjeros. Y que, si no llegó a más, si se ha visto interrumpido ese gran interés despertado en unos años, fue por unas decisiones centradas en una familia en Vera y las distintas denuncias de la Junta sobre las viviendas que se estaban construyendo, según ella, en suelos no urbanizables. Pero eso sí, echando toda la culpa a los compradores que de buena fe confiaban en los vendedores y en la información que recibían en algunos de esos ayuntamientos donde se ubicaban las viviendas.

Aquellos años de duelos, de disgustos y de engaños a los extranjeros, de familias chapurreando el español en ayuntamientos y medios de comunicación le dio una imagen a Almería difícil de contrarrestar.

Luchar contra aquellas primeras páginas de tabloides londinenses donde se anunciaba que a la familia Prior le iban a tirar la casa los españoles, fue complicado. Pero estos casos ocurridos en algunos municipios de la provincia, y de la que solo tuvo la culpa la Junta de Sevilla, gobernada en aquellos por el PSOÊ, no se pueden poner como excusas a la ciudad. Almería no jugaba en esa división. Lo que no sabemos tampoco es en qué división lo hacía, si es que jugaba en alguna. Si algo le ha faltado a la ciudad de Almería son ganas de abrirse a todos aquellos que en algún momento pensaron en quedarse a vivir en ella.

Almería ha perdido brillantez en sus calles más céntricas. Y no lo dice la oposición, que también, lo dicen los taxistas, los conductores de ambulancias, los repartidores y los vecinos que ven cómo se duerme la ciudad y no es capaz el actual alcalde, como no lo fueron ninguno de los anteriores, de despertarla con imaginación.

En Almería ciudad casi todo está prohibido, y van a más estos chicos del ayuntamiento. Un taxista, cercano según me decía al PP, no entiende lo que hace Ramón, el alcalde, con la ciudad. Y el primer ejemplo que expone es el tráfico por el Paseo. Cuando se cierra una calle, o se le ponen dificultades al tráfico por ella, se va muriendo. A veces bajar el Paseo se lleva quince o veinte minutos de nuestra vida. Se han visto ambulancias con las sirenas a tope, y sin poder circular, al pequeño transporte lo llevas de cabeza, Ramón, y de eso sí que tienes tú la culpa.

Sí, Ramón, has hecho un pan como unas tortas, pero ahora no tienes lo que hay que tener para deshacerlo.

Es normal que se cierren negocios en esta zona te cuentan, y los que se abren, no duran ni seis meses. Los carteles de se vende o se alquila proliferan demasiado en el centro.

Sí, Ramón, a Almería la tienes en venta o en alquiler. No serás el culpable, es posible, pero no haces nada por evitarlo. Debes ir pensando, si te vas a presentar en las próximas elecciones, en buscar asesores que te ayuden un poco más en situar a la ciudad que diriges en un lugar atractivo, y no solo para los tres mil socios del Club de Mar, o para los privilegiados que pueden vivir en los entornos de la Puerta de Purchena y su caso histórico y no tienen que coger el bus o el coche.

Sinceramente, Ramón, Almería no tiene excesivo atractivo para vivir, estoy con Adriana y sus compañeros. Y si no nos crees a nosotros, pregunta a los miles de almerienses que se han ido desde la capital a vivir a Aguadulce y a otros puntos de nuestra costa o del interior, Huércal, Pechina, Viator y hasta Benahadux, por ejemplo.

Debe ser que esos vecinos no encontraron ese atractivo que tú ves en la ciudad y salieron por pies.