Pobres obispos, lo tienen crudo con los católicos de Almería


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

En esta diócesis nuestra a los obispos desde hace algún tiempo no les dejan vivir en la paz de Cristo y de la Iglesia Católica.

En el pueblo de Terque algunos vecinos andan algo cansados con el emérito. Cada vez que aparece por la iglesia les suelta a los parroquianos unas soflamas de no te menees. El hombre debe andar algo aburrido, y donde le dan la posibilidad, aburre hasta a las ovejas. Pero me cuentan que lo hace con ilusión, y que está siempre dispuesto cuando alguien le llama para cualquier evento eclesiástico que se produzca en el pueblo.

Y se le ve feliz en las procesiones. Y más dando la plática a los silenciosos hombres y mujeres de Terque. Las quejas de las homilías de don Adolfo no son solo en Terque, en otras Iglesias de la capital viene ocurriendo algo parecido, y se están cansando de las soflamas del emérito.

La historia de Topares y su salón social ya la hemos comentado ampliamente por este rincón. Ahí se columpió el obispado, debe reconocerlo. Pero ya sabemos que, si los partidos políticos no reconocen sus errores, tampoco espere usted que lo vaya a hacer la intocable e inefable Iglesia Católica.

En estos últimos meses hemos conocido que un grupo de católicos almerienses están dispuestos a llevar a los tribunales al obispado por los terrenos donde se ubica el Corazón de Jesús, en ese abandonado Cerro de San Cristóbal.

Hay que reconocer que fue un concejal comunista, don Diego Cervantes, por aquel entonces en Izquierda Unida, el que restauró parte del monumento que se ubica en el cerro. Es de imaginar que en estos días que estamos viviendo, con la imagen que nos están dando los políticos de la Izquierda en todas latitudes donde tienen poder, sería impensable que a un edil como don Diego Cervantes, comunista él, se le permitiera desde su partido adecentar el monumento del Corazón de Jesús.

Recuerdo una crítica que le hicieron al concejal en aquellos tiempos, y era que había dejado la imagen algo ladeada.

¿A la izquierda o a la derecha?

Ahora no me acuerdo, pero, si le preguntan a él, a don Diego, seguro que recuerda aquella anécdota. Pero es de imaginar que si él era políticamente zurdo…pues eso.

Volvemos a las diferencias de unos políticos que tuvimos hace años, se podían enfadar contigo, pero aceptaban las críticas, con los que nos ha tocado en suerte en la actual década, donde se ha llegado a un sectarismo digno del más rotundo de los racismos. Algo parecido a lo ocurrido con los sindicalistas en nuestra provincia, y que lo comentábamos hace unos días.

La historia del cerro, su monumento y la propiedad enfrenta de nuevo a la iglesia con una parte de sus fieles. Siempre la propiedad entre la iglesias y los católicos. Que el entorno del Cerro de San Cristóbal y el monumento necesitan una remodelación está a la vista de cualquiera que se dé una vuelta por el mismo, y parece oportuno en esta ocasión que el ayuntamiento se haga cargo de las obras y los gastos. Nadie vio mal el convenio a firmar entre las partes, Obispado-Ayuntamiento, pero todo apunta a que el título de propiedad no corresponde al señor obispo, y que subsanar el error producido debió ser problema de un día, eso esperamos, no era lógico que se pusiera en peligro la decisión de adecentar el entorno del monumento.

Que así sea. Amen.