La fuga de 40 millones de litros de agua pone en riesgo el colegio Ex Mari Orta de Garrucha

Galasa advirtió al Ayuntamiento la existencia de una avería en la red bajo la escuela hace siete meses. El descomunal escape de agua a presión genera riesgos. Sin embargo, el Ejecutivo municipal no ha hecho nada. Ha optado por ‘sellar’ el problema con silencio


En la imagen se puede apreciar el estado de abandono en que se encuentran las dependencias del Ex Mari Orta.

ALMERÍA HOY / 09·06·2022

La gestión del Gobierno local de Garrucha hace aguas por todas partes, pero siete meses atrás cruzó una línea roja al no ponderar suficientemente la seguridad de más de 600 niños entre 3 y 12 años que asisten al Colegio de Educación Infantil y Primaria Ex Mari Orta.

Hasta ahora, el equipo que lidera María Antonia López Cervantes (PSOE) ha llevado al Ayuntamiento a encabezar de manera muy holgada las listas de morosidad en la provincia, hasta el punto de acumular la tercera parte de la deuda a proveedores de todos los ayuntamientos almerienses –incluyendo el de la capital, Roquetas y El Ejido-. Además, con 744 días, casi cuadriplica el tiempo que tarda el segundo pueblo de la provincia que más se demora en pagar sus facturas.

Sin embargo, no se conoce ninguna acción adoptada para corregir la situación. La única estrategia ha consistido, hasta ahora –con un presupuesto prorrogado desde 2018- en pedir ayuda al Ministerio de Hacienda y ‘sellar’ el problema con silencio, aumentando la deuda e hipotecando la gestión del agua durante 25 años.

Con idéntica falta de claridad y transparencia está gestionando un importante problema del que tiene conocimiento hace ya nueve meses, con el agravante de que la inacción municipal pone en riesgo a 600 niños con edades comprendidas entre los tres y doce años.

LOS HECHOS

La noticia saltaba el pasado 1 de junio. Ese día, el portavoz de Garrucha para la Gente, Álvaro Ramos, remitía un escrito al delegado territorial de Educación informándole sobre una posible avería en la red de abastecimiento de agua del Colegio de Educación Infantil y Primaria Ex Mari Orta.

El edil explicaba que, mientras el recibo bimensual oscilaba entre los 800 y 900 euros, el correspondiente a los meses de octubre y noviembre de 2021 se disparó hasta los 2.365. El gasto sorprendió a la empresa suministradora –Galasa-, que avisó al Ayuntamiento sobre la existencia de una posible avería.

Sin embargo, dos meses más tarde, la factura –y por tanto el despilfarro de agua- se multiplicó. La factura alcanzó entonces los 5.800 euros. Galasa insistió en su advertencia, aunque con nulo éxito, pues el recibo correspondiente a febrero y marzo de 2022 se elevó hasta 9.700 euros. En total, 17.865 euros en los tres últimos recibos.

Al dividir esa cantidad de dinero por los 0,699056 euros/m3 que cobra Galasa por el consumo institucional, el resultado es, una vez descontado el IVA, de más 21 millones litros perdidos en las cañerías del colegio.

Si añadimos el caudal pendiente de facturar al cierre de esta edición, estaríamos hablando de mas de 30.000 euros y 40 millones de litros. El equivalente al consumo mensual de 4.500 familias. Imagínense una piscina del tamaño de un campo de fútbol y ocho metros de profundidad. Con esa cantidad de agua se podrían regar 70.000 m2 de naranjos durante todo un año para producir más de 200 toneladas de fruta. Equivaldría también al consumo de un mes por parte de todos los habitantes de Antas, Turre y Los Gallardos juntos.

Pero, más allá de semejante desperdicio de agua en una comarca deficitaria de recursos hídricos, y de dinero en un Ayuntamiento en quiebra técnica, Garrucha para la Gente preguntaba al responsable provincial de Educación si se habían estudiado “posibles daños estructurales del edificio y sus cimientos”.

LA DELEGACIÓN

La respuesta la aportaba el pasado 7 de junio la Delegación territorial de Educación confirmando a esta redacción que muchos meses antes, el 8 de septiembre de 2021, recibió una comunicación del Ayuntamiento por vía telemática. Era el aviso de que habían aparecido problemas en tabiques en el colegio Ex Mari Orta.

Dos días más tarde se desplazaron técnicos de la Junta que realizaron un estudio. La conclusión fue notificada de manera inmediata al Gobierno local: Existe una fuga de agua.

El informe de septiembre instaba la necesidad de actuar de manera “urgente” con el fin de que los daños “no se agraven y puedan afectar a la habitabilidad y seguridad del aulario”. Destacaba, además, que la competencia del mantenimiento “corresponde al municipio”.

No obstante, los responsables locales no hicieron nada. Sólo volver a informar a la Delegación del problema el 1 de febrero de este año y también el 1 de junio, día en que RADIO ACTUALIDAD y ALMERÍA HOY desvelaron la noticia. En ambas ocasiones, la Delegación respondió reiterando la respuesta dada en su informe de septiembre: actuar de manera “urgente” con el fin de que los daños “no se agraven y puedan afectar a la habitabilidad y seguridad del aulario”.

El asunto se llevaba con mucho sigilo. De hecho, personas muy relacionadas con el centro han comunicado a esta redacción que no conocían nada hasta su publicación en prensa. Aun así, desde un perfil falso alguien insistía en Facebook que el problema “ya estaba arreglado”.

Mentira, porque al destaparse la noticia, la concejal de Turismo y Comercio, Rocío Galindo, reconoció en el grupo de Whatsapp de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) que, “efectivamente, hay una avería en el colegio”.

Galindo añadía llevar “meses con la dirección del centro y técnicos viendo la solución”. Al parecer, la reparación requiere “abrir el recreo entero y cambiar las conducciones hasta llegar a la general, desde la acera de la entrada hasta el comedor”.

La edil lamentaba que este tipo de obra “no se puede hacer con alumnado de por medio y se tiene que esperar a que tengan vacaciones”, sin embargo, obviaba que, en navidades, el centro permaneció tres semanas cerrado, pero no se hizo nada, a pesar de conocer desde septiembre de 2021 –nueve mese antes- la necesidad de actuar de manera inmediata.

“DESIDIA”

Sin embargo, el portavoz de Garrucha para la Gente barajaba dos posibles causas para la pasividad del Gobierno local: Por un lado, la “desidia” del equipo de Gobierno. Por otro, una deuda abismal que “podría haber impedido” al Ejecutivo local encontrar una empresa que quisiera acometer la reparación “sin garantías de cobrar”.

Finalmente, la concejal Rocío Galindo concluyó que el grupo de Whatsapp de la Asociación de Padres no es el “sitio adecuado” para exponer asuntos como el que nos ocupa. Inaudito. Habría que preguntar entonces cuál es el vehículo idóneo para canalizar la información sobre una cuestión de interés manifiestamente público, como es el derroche de dinero público a causa de una avería no resuelta durante más de seis meses, así como el dispendio de agua en un pueblo en que no sobra precisamente y, muy importante, el peligro que podrían correr 600 niños entre tres y diez años.

El mensaje de Galindo fue recibido y obedecido inmediatamente. Al ser preguntada por esta redacción la presidenta del AMPA, una señora llamada Cristina -“muy próxima al PSOE”, según fuentes consultadas-, se limitó a reconocer que estaba “preocupada”, aunque veía “lógico” que se mantuviera la avería durante nueve meses, con la posibilidad de que se estuviera socavando la cimentación del colegio al que asisten sus hijos, a la espera de acometer las obras en las vacaciones de verano. Cristina no sólo evitó responder a nuestras pregunta y puso empeño en quitar importancia al asunto, sino que mostró un interés inusitado en saber quién había facilitado su teléfono “privado” a nuestra redacción, como si la presidenta de los padres de alumnos del Ex Mari Orta no fuese una portavoz pública y el asunto por el que se le preguntaba no fuera de interés general.

Galasa, consultada por el tema, ha advertido al Ayuntamiento que “aplicará el reglamento” y suspenderá el suministro al Colegio si no se repara la avería de manera inmediata.