La campaña y la democracia para los políticos


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Estamos en medio de una campaña electoral. Los ciudadanos nos disponemos a votar, a mantener con los mismos esta democracia que disfrutamos. Nos encanta ir a votar, nos hace felices saber que cada cuatro años cuentan con nosotros. Pero ¿defendemos los votantes la misma democracia que los políticos?

Muchos parlamentos, cargos públicos a mogollón, asesores a miles, chiringuitos todos los posibles y subida de impuestos. Venga subida de impuestos. Esta es la democracia que quieren y por la que luchan los políticos, sean estos del partido que sean.

Si a usted se le ocurre decir que hay que cerrar algún parlamento, o, en su caso rebajar el número de diputados que sientan sus culos en los escaños, o bajar los impuestos que pagamos los españoles, le dirán que está en contra de la democracia. Me lo dijo un político de Izquierda Unida hace muchos años, en medio de una discusión en la que uno mantenía la tesis de que en los parlamentos autonómicos sobraban culos sentados en los escaños sin hacer nada, sin oír sus voces, solo callar, levantar la mano, cobrar, dormir y comer.

No era un demócrata. Para ese político, quitarle un puesto de trabajo a un compañero o amigo, que vivía tan panchamente del bolsillo de los ciudadanos, era rebajar la democracia. Rebajar la democracia…Lo decían hace años, y lo siguen.

Solo los diecinueve parlamentos existentes en España, contando al de los diputados y senadores nacionales en los madriles, nos van a costar de nuestros bolsillos, que es de donde salen nuestros impuestos, la nada despreciable cifra de seiscientos veinticinco millones (625) de euros en este año. Cada uno de los culos sentados, con todos los gastos que le acompañan, nos salen en torno a trescientos cuarenta y cuatro mil (344.000) euros año.

Seguro que algún político nos dice que eso es el chocolate del loro. Menudo loro, diría uno.

Sume sus sueldos, los de su familia, y todos los que entren en su casa, a ver si llegan a una cifra parecida. No, ¿verdad?

Y no estamos contando las más de cincuenta diputaciones y sus culos sentados, tampoco a los miles de ediles que se sientan en los ayuntamientos, unos culos cobrando, otros, es cierto, no lo hacen.

Esa es la democracia para ellos y la defienden a capa y espada. Cuantos más culos sentados en sillones pagados por los ciudadanos, más democracia hay en el país. Cuanto más elevados sean sus sueldos, mayor será la democracia que disfrutamos. Cuantos más asesores, mayor es la democracia que nos ofrecen. Cuantos más chiringuitos monten desde los gobiernos, más democracia hay en la ciudad, la comunidad y por ende en el país, cuantas más subvenciones se den a los amigos, Ongs, sindicatos o patronales, más crece nuestra democracia.

La democracia para los políticos y sus partidos pasa por el número de militantes que pasen a cobrar un sueldo público, bien directamente, bien a través de los miles que enchufados a dedo pululan por el arco político-parlamentario.

En esa democracia es en la que estos políticos creen, y esa es la democracia que van a defender. Esa democracia en la que a muchos ciudadanos les cuesta llegar cada vez con más penuria a final de mes, con media sonrisa en sus caras y con dinero en el bolsillo.

Pero si ellos no cobran, si les rebajamos escaños o sueldo, nos estamos cargando la democracia.

No somos demócratas. Tendrán cara estos tipos.

Y en Andalucía les votaremos este domingo.