Le parecen cortas la petición del fiscal de año y medio de cárcel y la fianza impuesta por el juez de 2,75 millones. Y lo argumenta en que la investigación se ha limitado a un periodo de 16 meses sobreexplotando un pozo ilegal en Overa, “cuando el propio Segura declaró en sede judicial que llevaba 40 años haciéndolo”
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Manuel Muñoz
junto a uno de los naranjos dañados por la salinización del agua a causa de la
supuesta sobreexplotación del pozo de la Terrera. |
ALMERÍA HOY / 23·06·2022
- Ya sabemos que el juez ha impuesto fianzas que suman 2,75 millones para Antonio Segura y los demás investigados por la sobreexplotación de un pozo ilegal en la finca de la Terrera. Además, el fiscal pide un año y medio de cárcel y 343.000 euros de indemnización, ¿qué le parece?
- Muy poco. A quienes conocemos y hemos denunciado los hechos que se juzgan, nos parece una forma de burlarse de la Justicia. Es una barbaridad que el fiscal se limite a exigir responsabilidades a los imputados por un año y medio de extracción de agua del pozo de la Terrera, cuando hasta el propio Antonio Segura declaró al juez que empezó a hacerlo hace cuarenta años.
- Para ser exactos, Segura admitió que el pozo se excavó en 1985.
- Claro. Por eso me gustaría preguntarle al fiscal si está haciendo de abogado defensor en lugar de perseguir al delincuente. Para empezar, ya me resultó extraño que el juez me negara poder personarme en el caso a mí, que presenté la denuncia. Yo sólo pretendo que se esclarezcan los hechos. ¿Por qué no ordena el Ministerio Público que se investigue todo el periodo que el mismo acusado reconoce haber estado explotando el pozo? Nos está obligando a continuar recurriendo. Iremos a Granada, Madrid y Bruselas si hace falta. Yo no voy a parar hasta que sepamos qué ha ocurrido y cuántos hectómetros cúbicos de agua de todos los andaluces han vendido estos señores. Por eso me parece injusta, inapropiada y un disparate la ridícula petición del fiscal.
- Y ése es el motivo por el que ustedes elevan la petición a tres años y medio de cárcel y han pedido que se amplíe el periodo de investigación.
- Para que se esclarezcan los hechos. No soy yo el único perjudicado. Lo han sido todos los agricultores de Overa y Zurgena.
- Sin embargo, sólo usted ha denunciado los hechos que se juzgan.
- Porque los demás tienen miedo. Para poder cultivar la tierra que les da el sustento, están comprando el agua a los señores que ahora se van a sentar en el banquillo. Temen que dejen de vendérsela. No obstante, yo llegaré hasta el final.
- También ha solicitado la práctica de nuevas pruebas.
- Para tener la posibilidad de concretar una valoración real de los daños infligidos por Antonio Segura y su socio, es necesario realizar los cálculos oportunos. Necesitamos saber cuántos kilovatios ha consumido el motor del pozo de la Terrera y a lo largo de cuánto tiempo. Es preciso realizar un aforo, porque no es lo mismo recibir un tiro en la cabeza que dos guantazos. Vamos a averiguar los Hm3 de agua que han sacado. Sólo así se podrá imponer una pena acorde al daño causado realmente. Sin embargo, el fiscal se ha limitado a investigar el tiempo transcurrido desde que puse la denuncia hasta que precintaron el sondeo, pero estamos hablando de hechos prolongados en el tiempo muchos años atrás. Dan ganas de llorar.
- ¿Está convencido de que esos cálculos elevarán las condenas para los investigados?
- Sin lugar a dudas, aunque el perjuicio que han causado Antonio Segura y su socio Francisco Montoya es muy superior a la pena que podrá recaer sobre ellos. Ahora no hablo de números. Han provocado mucho sufrimiento a familias que han tenido que abandonar sus tierras; de personas obligadas a emigrar o a malvivir de ayudas porque la avaricia de estos señores ha salinizado el agua de pozos legales dejándolos inservibles. Son daños irreparables, porque ese acuífero no se va a recuperar nunca. Yo no soy el Capitán Trueno. Me limito a defender mi parcela y, al mismo tiempo, a los perjudicados por una misma acción. Sólo aspiro a que se dicte justicia, y esa tarea corresponde a los jueces asesorados por técnicos. Nada más.
- El fiscal destaca que Segura cuenta con antecedentes penales recientes. Eso significa que sería inevitable su ingreso en prisión en caso de ser condenado.
- Ese extremo no puedo valorarlo porque no sé en qué consisten esos antecedentes.
- ¿Y cómo percibe la posición del abogado veratense en el momento procesal en que ahora se encuentra?
- Lo tiene muy crudo y muy feo. No tiene solución. Va a ser juzgado por lo que ha hecho, no por lo que alguien aconseje que se le investigue. Si, además, cuenta con antecedentes pendientes, tendrá que cumplir lo anterior más lo que le caiga encima.
- Usted ha anunciado que pedirá una indemnización por los daños sufridos en su propiedad, ¿cree que se sumarán más afectados?
- Cuando la gente pierda el miedo, empezarán a reclamar los perjuicios acarreados por la acción de Segura y su socio Montoya.
- ¿A cuánto ascenderá su petición?
- Aún no lo sé. Tengo a los técnicos trabajando en la valoración, pero todavía no han terminado los cálculos.
- ¿Ni siquiera tiene una estimación aproximada?
- De momento, sólo puedo adelantarle que será mucho más de los casi tres millones que ha pedido el juez de fianza.
- ¿Tanto?
- Mire, haga cuentas. Primero, tuve que arrancar los árboles plantados en 58 Has, porque la sal se había comido las raíces, y volver a plantarlos. Estamos hablando de 20.000 naranjos. Segundo, la fianza que ha pedido el juez apenas cubrirá la multa y el daño causado a la Administración. Y tercero, si investigan a conciencia todo el tiempo que estuvieron sobreexplotando el pozo de la Terrera, 25 años, las fianzas impuestas en este momento por el juez se quedan cortas.
- Muy poco. A quienes conocemos y hemos denunciado los hechos que se juzgan, nos parece una forma de burlarse de la Justicia. Es una barbaridad que el fiscal se limite a exigir responsabilidades a los imputados por un año y medio de extracción de agua del pozo de la Terrera, cuando hasta el propio Antonio Segura declaró al juez que empezó a hacerlo hace cuarenta años.
- Para ser exactos, Segura admitió que el pozo se excavó en 1985.
- Claro. Por eso me gustaría preguntarle al fiscal si está haciendo de abogado defensor en lugar de perseguir al delincuente. Para empezar, ya me resultó extraño que el juez me negara poder personarme en el caso a mí, que presenté la denuncia. Yo sólo pretendo que se esclarezcan los hechos. ¿Por qué no ordena el Ministerio Público que se investigue todo el periodo que el mismo acusado reconoce haber estado explotando el pozo? Nos está obligando a continuar recurriendo. Iremos a Granada, Madrid y Bruselas si hace falta. Yo no voy a parar hasta que sepamos qué ha ocurrido y cuántos hectómetros cúbicos de agua de todos los andaluces han vendido estos señores. Por eso me parece injusta, inapropiada y un disparate la ridícula petición del fiscal.
- Y ése es el motivo por el que ustedes elevan la petición a tres años y medio de cárcel y han pedido que se amplíe el periodo de investigación.
- Para que se esclarezcan los hechos. No soy yo el único perjudicado. Lo han sido todos los agricultores de Overa y Zurgena.
- Sin embargo, sólo usted ha denunciado los hechos que se juzgan.
- Porque los demás tienen miedo. Para poder cultivar la tierra que les da el sustento, están comprando el agua a los señores que ahora se van a sentar en el banquillo. Temen que dejen de vendérsela. No obstante, yo llegaré hasta el final.
- También ha solicitado la práctica de nuevas pruebas.
- Para tener la posibilidad de concretar una valoración real de los daños infligidos por Antonio Segura y su socio, es necesario realizar los cálculos oportunos. Necesitamos saber cuántos kilovatios ha consumido el motor del pozo de la Terrera y a lo largo de cuánto tiempo. Es preciso realizar un aforo, porque no es lo mismo recibir un tiro en la cabeza que dos guantazos. Vamos a averiguar los Hm3 de agua que han sacado. Sólo así se podrá imponer una pena acorde al daño causado realmente. Sin embargo, el fiscal se ha limitado a investigar el tiempo transcurrido desde que puse la denuncia hasta que precintaron el sondeo, pero estamos hablando de hechos prolongados en el tiempo muchos años atrás. Dan ganas de llorar.
- ¿Está convencido de que esos cálculos elevarán las condenas para los investigados?
- Sin lugar a dudas, aunque el perjuicio que han causado Antonio Segura y su socio Francisco Montoya es muy superior a la pena que podrá recaer sobre ellos. Ahora no hablo de números. Han provocado mucho sufrimiento a familias que han tenido que abandonar sus tierras; de personas obligadas a emigrar o a malvivir de ayudas porque la avaricia de estos señores ha salinizado el agua de pozos legales dejándolos inservibles. Son daños irreparables, porque ese acuífero no se va a recuperar nunca. Yo no soy el Capitán Trueno. Me limito a defender mi parcela y, al mismo tiempo, a los perjudicados por una misma acción. Sólo aspiro a que se dicte justicia, y esa tarea corresponde a los jueces asesorados por técnicos. Nada más.
- El fiscal destaca que Segura cuenta con antecedentes penales recientes. Eso significa que sería inevitable su ingreso en prisión en caso de ser condenado.
- Ese extremo no puedo valorarlo porque no sé en qué consisten esos antecedentes.
- ¿Y cómo percibe la posición del abogado veratense en el momento procesal en que ahora se encuentra?
- Lo tiene muy crudo y muy feo. No tiene solución. Va a ser juzgado por lo que ha hecho, no por lo que alguien aconseje que se le investigue. Si, además, cuenta con antecedentes pendientes, tendrá que cumplir lo anterior más lo que le caiga encima.
- Usted ha anunciado que pedirá una indemnización por los daños sufridos en su propiedad, ¿cree que se sumarán más afectados?
- Cuando la gente pierda el miedo, empezarán a reclamar los perjuicios acarreados por la acción de Segura y su socio Montoya.
- ¿A cuánto ascenderá su petición?
- Aún no lo sé. Tengo a los técnicos trabajando en la valoración, pero todavía no han terminado los cálculos.
- ¿Ni siquiera tiene una estimación aproximada?
- De momento, sólo puedo adelantarle que será mucho más de los casi tres millones que ha pedido el juez de fianza.
- ¿Tanto?
- Mire, haga cuentas. Primero, tuve que arrancar los árboles plantados en 58 Has, porque la sal se había comido las raíces, y volver a plantarlos. Estamos hablando de 20.000 naranjos. Segundo, la fianza que ha pedido el juez apenas cubrirá la multa y el daño causado a la Administración. Y tercero, si investigan a conciencia todo el tiempo que estuvieron sobreexplotando el pozo de la Terrera, 25 años, las fianzas impuestas en este momento por el juez se quedan cortas.
