“Las vacunas han desplomado el número de muertos por covid”

El responsable de la Sanidad almeriense destaca el papel de la vacunación para evitar la letalidad del coronavirus



ALMERÍA HOY / 07·01·2022

El responsable de la Sanidad almeriense, Juan de la Cruz Belmonte, destaca el papel de la vacunación para evitar la letalidad del coronavirus. Tras destacar que, a pesar de los errores, las autoridades sanitarias han trabajado de forma “correcta”, defiende el pasaporte covid y contrapone el derecho a no ser contagiado frente a la libertad de no vacunarse.

- ¿Qué tal la experiencia de vivir una pandemia como delegado de Salud?
- No la cambiaría. Soy sanitario y he tenido la suerte de manejar una pandemia; con sombras, pero trabajando de la forma más efectiva posible, aunque cada fallecimiento constituya un fracaso. He trabajado con todos los profesionales, de los que he aprendido muchísimo, y he de reconocer que el resultado ha sido muy bueno en la provincia, con independencia de que siempre pudieron ser mejores.
- ¿A qué conclusiones ha llegado al cabo de este año y medio de gestión del covid?
- Destacaría que el porcentaje de defunciones ha caído a medida que se administraban las vacunas. Han desplomado el número de muertos. Los países con mayor tasa de vacunación, como Portugal, Malta, Islandia y España, son precisamente los que menor tasa de fallecimientos por covid-19 presentan hoy. Por el contrario, donde la vacunación es menor, como es el caso de Ucrania, la incidencia de muertes por covid supera las 200 defunciones por millón de habitantes. Son datos que confirman que la solución está en la vacunación, porque supone un aumento de las defensas del organismo frente al virus. Ahora bien, hemos de tener presente que los virus cuya estructura consiste en ARN mutan muy fácil y rápidamente. Eso significa que las vacunas de hoy inmunizan contra las variantes actuales.
- Sin embargo, en un país de 115 millones de habitantes como Etiopía, donde no se ha vacunado casi nadie, apenas hay 6.000 muertos por coronavirus según la Organización Mundial de la Salud, ¿cómo se puede explicar eso?
- Porque la transmisión del covid es fundamentalmente oral en lugares cerrados, y en países como el que usted señala, la gente vive más en espacios abiertos que en las casas. En España podemos observar cómo es mayor la incidencia en el norte que en el sur, donde pasamos más tiempo en la calle.
- Una parte de la población tiene la impresión de que se está caminando a ciegas en esto de la pandemia. Dígame, ¿sabemos hacia dónde vamos?
- Rotundamente sí. Hoy, el conocimiento sobre el virus es máximo. No estamos como hace un año. Se está trabajando en medicamentos para reducir la carga viral. Sabemos cómo evitar contagiarnos y eludir infectar a los más débiles.
- ¿Estaban ustedes seguros de estar dando las instrucciones precisas en cada momento?
- Es verdad que al principio se dieron órdenes sin saber realmente si servirían para algo. Todo era muy desconocido. Queríamos transmitir confianza y, al mismo tiempo, informar.
- ¿En qué se equivocaron?
- En lo importante acertamos. Sin embargo, en los primeros momentos nos pusimos a rociar pueblos enteros con cubas llenas de lejía. Después supimos que el virus no vivía en esas superficies.
- ¿No servía para nada?
- No, pero el confinamiento sí. En toda epidemia no controlada, lo primero que hay que hacer es reducir vectores de contagio. Poco a poco hemos ido conociendo más acerca del covid-19 y su manera de actuar. Cómo contagia por nebulización y se propaga más eficazmente en espacios cerrados. Por eso son esenciales medidas tan sencillas como abrir las ventanas en las aulas, taparse la boca al estornudar o utilizar mascarillas, un equipo con el que se evita el coronavirus, pero también la gripe y otras enfermedades infecciosas.
- Usted habla de las bondades del confinamiento, sin embargo, el Tribunal Constitucional ha dictado dos sentencias en contra no tanto por la medida en sí, sino por la manera en que se impuso. Hay que llevar mucho cuidado cuando se legisla sobre los derechos que afectan a la libertad de las personas.
- La eficacia del confinamiento es una norma de primero de carrera: Evitar el vector de contaminación por medio del aislamiento. Lo que el Constitucional ha determinado, es verdad lo que usted dice, es que no se decretó de manera correcta. Se tenía que haber empleado otro procedimiento. Pero a nivel de salud se hizo bien. Otros países se lo están plantando ahora, e, incluso, lo están poniendo de nuevo en práctica.
- El miedo. ¿Qué piensa cuando ve a alguien en un coche solo y con la mascarilla?
- Nada. Yo mismo lo hago a veces. Me he acostumbrado, y creo que deberíamos usarla más allá del coronavirus, ¿por qué no hacerlo para evitar propagar la gripe o para resguardarnos de ella?
- ¿Va solo en el coche y con mascarilla? No será por temor a contagiarse a sí mismo.
- A veces se me ha olvidado. Los españoles nos hemos acostumbrado a usarla, y me parece muy bien. Veo a mucha gente en mi pueblo con ella. Me llena de orgullo que en esto seamos diferentes a otros que se han relajado más, porque el éxito del fin de la pandemia será obra de los ciudadanos que se han vacunado de forma masiva y siguen actuando de manera responsable.
- ¿Cuál sería su mensaje para quienes defienden el derecho a no vacunarse?
- Yo les preguntaría dónde está el mío a no ser contagiado. Todos somos libres a vacunarnos o no, pero ¿y el derecho a no ser infectado?
- ¿Cree que se acabará imponiendo la vacunación obligatoria?
- Ya está implantada en otros países. Se trata de una epidemia mundial que afecta a la economía a escala global. Creo que se va a imponer. Puede haber un repunte debido a quienes no se vacunan.
- Es decir, elaborar una ley en ese sentido es tan solo cuestión de tiempo.
- Claro. Es que no entiendo que no nos hayamos puesto todos de acuerdo para aprobar una ley de salud pública nacional.
- Y, quien no quiera vacunarse, quedaría aislado.
- Yo no pondría en juego la salud de nadie.
- ¿Qué porcentaje de población está ya vacunada?
- En Almería, a primeros de diciembre, el 93% de la población diana, es decir, los mayores de 12 años, y en España el 88%. La importancia de la vacuna es una realidad. En la provincia tuvimos un pico de 600 muertes entre enero y mayo. Este verano no ha habido tantas porque la gente ya estaba vacunada.