“Pedro Sánchez y Teresa Ribera han declarado la guerra al sistema productivo español”

El secretario General de ASAJA en Castilla-La Mancha llama a la unión contra el plan hidrológico de Sánchez y a “hablar a los políticos en el único idioma que entienden: Las movilizaciones en la calle”


Fresneda sostiene que el trasvase Tajo-Segura “no se puede cerrar por las necesidades del Levante, Albacete y la llanura manchega”

 


ALMERÍA HOY / 23·07·2021

José María Fresneda preside ASAJA en Castilla-La Mancha desde 1990 y es una voz discordante en su región. Hubo un tiempo en que tiró “piedras y cepas de vid” al acueducto del trasvase Tajo-Segura, pero ahora lo defiende y llama a la unidad de todos los agricultores para presentar alegaciones y movilizarse en las calles contra el nuevo plan hidrológico del Gobierno.

Cuando todas las voces parecían tañer al unísono en Castilla-La Mancha en lo concerniente al trasvase Tajo-Segura, aparece un agricultor conquense y presidente en esa región de ASAJA, José María Fresneda, en defensa del trasvase Tajo-Segura y contra la “guerra al sistema productivo” que asegura han declarado Pedro Sánchez, Teresa Ribera -la ministra para la Transición Ecológica- y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.

Para un lector no iniciado en la “amenaza” que el nuevo plan hidrológico impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez supone para la comunicación entre las distintas cuencas hidrográficas de España y, en particular, a la transferencia de agua desde la cabecera del Tajo al Sureste del país, la opinión de Fresneda no dejaría de ser una más, aunque represente a la organización agraria castellanomanchega más importante de la región.

CAUDAL ECOLÓGICO

A fin de situar las palabras en su justo término, es preciso recordar que el pasado 12 de diciembre, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), logró que 41 instituciones de su Región suscribieran un documento que recogía una “posición común” en materia de agua y en el interés de “sus ríos”, apuntándose de entrada un título de propiedad sobre el Tajo que la ley no le reconoce.

El acuerdo, suscrito entre otros por los representantes regionales de PSOE, PP, Cs, IU, UGT, CCOO y agrupaciones ecologistas, perseguía que “los trasvases, y en especial el del Tajo al Segura, no pueden seguir respondiendo a las demandas ilimitadas de otras regiones”, sin tener en cuenta las necesidades castellanomanchegas, e insistía en que “cualquier uso propio de la cuenca hidrográfica debe tener prioridad sobre otros fuera de la misma”.

El documento hablaba también de la necesidad, por parte del Gobierno de España, de asegurar un “caudal ecológico” del río, sin embargo, eludía citar la depuración obsoleta de las aguas residuales vertidas al cauce, para que se diluyan de forma ‘natural’, desde unas depuradoras que sí son responsabilidad del Ejecutivo que preside, y también del madrileño. Para que esa disolución ‘natural’ se produzca es preciso que el río lleve mucho agua; un recurso que se restaría a la que el trasvase prevé transferir a los campos de nuestro sureste español.

Seis meses más tarde, la ministra Ribera hacía realidad las aspiraciones de García-Page firmando el 21 de junio el decreto que aprobaba inicialmente el proyecto de plan hidrológico del Gobierno de Sánchez y, con él, el aumento del caudal ecológico desde 7 m3/sg a 8,6 m3 a su paso por Aranjuez. Hay que recordar que los técnicos cifran las necesidades en 6,2 m3/sg.

“ATENTADO”

En este contexto, Fresneda recuerda que, lo aprobado ahora, responde a un plan auspiciado por Sánchez, Ribera y Morán en 2018, plasmado en un documento sobre la “nueva cultura del agua” que supone “un atentado contra el sistema productivo” español.

El secretario general de ASAJA en Castilla-La Mancha sostiene que el trasvase “no se puede cerrar”, y no sólo por las necesidades de Alicante, Murcia y nuestra comarca –“es un argumento muy pobre y muy necio dejar de trasvasar porque se han construido unas desaladoras”-, sino también por “las de Albacete y la llanura manchega”, cuyos agricultores riegan con el agua que transporta el acueducto.

Sin embargo, Fresneda alerta que el “problema” que se cierne sobre los agricultores de toda España –“porque van a aumentar los caudales ecológicos de todos los ríos del país, no sólo el del Tajo”- es “mucho más gordo”, y por esa razón se ha propuesto “unir” a todo el sector agrícola de las 17 comunidades autónomas para presentar “alegaciones comunes” al proyecto de plan hidrológico de Sánchez y Ribera y “hablar a los políticos en el único idioma que parecen entender: Las movilizaciones en la calle”.

“Tenemos que ser conscientes de que nos han declarado una guerra y nuestra obligación es defendernos. Nuestras armas consisten en poner negro sobre blanco las alegaciones a su plan”, sostiene el representante de ASAJA, que asegura no estar solo. “Aquí hay mucha gente que piensa como yo”, asevera desmontando la imagen de discurso único que se transmite desde Castilla-La Mancha.

“RUINA”

“El plan del Gobierno llevará a la ruina a los regantes de la cabecera del Tajo. Mi compañero presidente de ASAJA en Guadalajara, Juan José Lasso, me cuenta cómo se muere la economía de esa comarca porque los Ejecutivos de España y Castilla-La Mancha no atienden sus necesidades para poder generar recursos que hagan posible que la gente pueda vivir allí. Han condenado a emigrar a los habitantes de esas comarcas mientras hablan del problema de la despoblación. Ellos son el problema. Yo no puedo estar de acuerdo con quienes arman discursos sin mojarse nada”, explica el secretario general de ASAJA en Castilla-La Mancha, José María Fresneda.