AUDIO: Nerviosismo en Medio Ambiente. Un agente insulta gravemente a otro

Un forestal llamó al agente que denunció el presunto absentismo de sus compañeros del Levante. Le acusó de destapar supuestas irregularidades cometidas en el Cuerpo y terminó colgando el teléfono tras un sonoro “¡me voy a cagar en la madre que te parió!”. Para la Delegación no hay nada que investigar


Imagen de archivo.

ALMERÍA HOY / 04·06·2021

Si la información que trasciende sobre lo que ocurre en el seno de la Unidad de Agentes de Medio Ambiente del Levante almeriense resulta cuanto menos sorprendente, más chocante aún resulta la pasividad mostrada por la Delegación ante los hechos denunciados.

El nuevo capítulo de las andanzas de los agentes de Medio Ambiente arranca hace aproximadamente un mes. ACTUALIDAD ALMANZORA publicó entonces un artículo, reproducido por ALMERÍA HOY, informando que el intento de controlar la jornada laboral de los forestales mediante geolocalizadores en sus teléfonos oficiales había quedado en ‘gatillazo’. Los forestales se negaron a instalar la aplicación por venir de una comunicación del departamento de informática y no por orden de un superior.

El artículo explicaba que el Estatuto de los Trabajadores introdujo la obligación del control y registro de la jornada laboral de todos los empleados por cuenta ajena, incluyendo a los de la Administración. Únicamente exceptúa del cumplimiento de esa norma a algunos colectivos muy concretos. Entre ellos cita expresamente al personal de alta dirección, los penados en instituciones penitenciarias, deportistas profesionales o los artistas en espectáculos públicos. Al no citar a los forestales, el redactor se preguntaba retóricamente a cuál de estos grupos pertenecen los agentes de Medio Ambiente, y si, tal vez, era al de ‘artistas’.

“MANGURRINOS”

Precisamente esta última palabra fue el detonante que empujó a un agente próximo a la jubilación, Ángel Ramos, a llamar el pasado 3 de mayo a su colega Álvaro Ramos, el que denunció el 13 de septiembre de 2019 el presunto absentismo reiterado de sus cinco compañeros en el Levante, así como otras irregularidades, entre ellas el uso privado de los vehículos de trabajo.

Ángel decía irónicamente sentirse “eufórico” esa mañana porque había leído que ALMERÍA HOY “nos llama ‘artistas del espectáculo’. Ya sólo les falta llamarnos ‘mangurrinos’”. Durante la conversación, acusaba a Álvaro de “estar alimentando a la fiera”, es decir, de facilitar información al medio sobre las supuestas anomalías en el funcionamiento del Cuerpo.

El tono de la conversación fue subiendo de temperatura. Álvaro repuso que lo ideal hubiera sido abrir “expedientes” a partir de la denuncia que puso en conocimiento de sus superiores, acompañada de “pruebas fehacientes, en lugar de “taparlo todo como os taparon a todos los que fuisteis [como público] a un juicio en horario laboral, vestidos de paisano y con el coche oficial”.

Pero Ángel, tras insistir en reproches de “falta de vergüenza y orgullo” y conminar a su compañero a dirigirse “con dos cojones” al medio para decirle que “no somos ‘artistas del espectáculo’”, dio por concluida la conversación, a voz en grito, con un sonoro “¡me voy a cagar en la madre que te parió!”, colgando a continuación el teléfono.