Los hoteleros almerienses se muestran cautos y esperanzados con el verano

Actualmente las reservas se concentran fundamentalmente para los fines de semana



ALMERÍA HOY / 02·05·2021

La eliminación de las restricciones a la movilidad han devuelto la esperanza, pero con cautela, al sector hotelero. ASHAL estima que en dos semanas, teniendo en cuenta los mecanismos de reserva y los tiempos mínimos necesarios de un hotel para volver a la actividad, el destino Almería podría empezar a “despertarse” del letargo. En estos días ya han abierto establecimientos hoteleros cerrados hasta la fecha, aunque no será hasta el mes de junio cuando se proceda a la apertura y disponibilidad de plazas de la práctica totalidad de la oferta disponible en la provincia de Almería. Las grandes cadenas aún no terminan de dar este paso hacia la normalidad, ante unas previsiones de ocupación realmente inciertas.

Hay que tener en cuenta que la pandemia ha condicionado las políticas de penalización por cancelación de las reservas. La situación en muy volátil y es difícil considerar una reserva como confirmada en estos tiempos. Aunque es muy pronto para tener una valoración exacta del comportamiento de las reservas, es cierto que desde que se anunció la eliminación de las restricciones de movilidad en Andalucía se ha observado un incremento de las peticiones de reserva, si bien no al ritmo que en circunstancias normales se podría producir. La clave que determinará las expectativas definitivas está en qué ocurrirá el 9 de mayo, día en el que concluye el actual estado de alarma. Es justo en ese día y en la posibilidad de que no se renueve lo que hace al sector ser optimista de cara a la reactivación de la actividad hotelera y de alojamientos turísticos.

Actualmente las reservas se concentran fundamentalmente para los fines de semana. El comportamiento de las reservas de cara a julio y agosto, está siendo muy desigual y es aún muy pronto para realizar una previsión que sea razonablemente aproximada. A pesar de la incertidumbre, se podría hablar de previsiones de ocupación superiores a las del año pasado, aunque la clave estará en ese 9 de mayo determinante. Por otro lado, salvo que la situación sanitaria pueda volver a empeorar, los meses de septiembre y octubre apuntan indicios de cierta recuperación, incluso mejorarndo las cifras del pasado año. El sector sigue cauto los últimos acontecimientos y pendientes de las decisiones políticas post estado de alarma, que determinarán si realmente hay esperanza o no merece tan siquiera la pena reabrir.