Varias operaciones policiales desde inicio de año han supuesto duros golpes al cultivo de marihuana
ALMERÍA HOY / 9·03·2021
Todas las semanas se sucenden las noticias de operaciones antidroga de Policía Nacional o Guardia Civil en relación con los cultivos, bien en viviendas o en invernaderos, como en este caso. Han aumentado este tipo de cultivos pero también las operaciones policiales, las incautaciones y detenciones de presuntos responsables de estos delitos de narcotráfico o que atentan contra la salud pública. El último, y más grande, golpe en lo que va de año lo ha dado la Guardia Civil, haciéndose con un botín de 5.972 plantas de cannabis y 220 kilos de cogollos. La Guardia Civil visitó una finca en el término municipal de Níjar en la que había una plantación de cáñamo industrial, pero comprobaron que se manipulaba y comercializaba como cogollos. Para este tipo de plantaciones, además, se requiere la autorización de la Agencia Española del Medicamento, requisito que no se cumplía.
Al amparo de este tipo de cultivos, con forma legal, las Fuerzas de Seguridad vienen detectando que se esconde, no siempre, pero sí a veces, otra actividad ilícita como sería la de su comercialización ilegal del producto ya manipulado. La operación Vergeles, así llamada, acudió a la plantación en invernadero en una finca del término municipal de Níjar, localizando allí, además de la plantas que podían haber tenido un uso legal de haber existido la tramitación administrativa oportuna, la existencia de hasta 220 kilos de cogollos ocultos bajo plástico. Se abre un debate sobre los cultivos de cáñamo, permitidos si el uso que se le dá y los permisos lo acreditan, es meramente comercial. Producir fibra y semillas para su comercialización en diversos campos, sobre todo científicos y médidos. Sin embargo, en ocasiones, como sería el caso, al amparo de estos cultivos se descubren actividades que pudieran ser ilícitas.
Además de la incautación de plantas y cogollos, la Guardia Civil procedió a la detenció del propietario de la finca como presunto autor de un delito contra la salud pública y fué puesto a disposición judicial. El juez, en este caso, decretó su ingreso en prisión, según se ha informado desde la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.
Al amparo de este tipo de cultivos, con forma legal, las Fuerzas de Seguridad vienen detectando que se esconde, no siempre, pero sí a veces, otra actividad ilícita como sería la de su comercialización ilegal del producto ya manipulado. La operación Vergeles, así llamada, acudió a la plantación en invernadero en una finca del término municipal de Níjar, localizando allí, además de la plantas que podían haber tenido un uso legal de haber existido la tramitación administrativa oportuna, la existencia de hasta 220 kilos de cogollos ocultos bajo plástico. Se abre un debate sobre los cultivos de cáñamo, permitidos si el uso que se le dá y los permisos lo acreditan, es meramente comercial. Producir fibra y semillas para su comercialización en diversos campos, sobre todo científicos y médidos. Sin embargo, en ocasiones, como sería el caso, al amparo de estos cultivos se descubren actividades que pudieran ser ilícitas.
Además de la incautación de plantas y cogollos, la Guardia Civil procedió a la detenció del propietario de la finca como presunto autor de un delito contra la salud pública y fué puesto a disposición judicial. El juez, en este caso, decretó su ingreso en prisión, según se ha informado desde la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.
