Derribada la Casa de Anita Guerrero

Unidos por Turaniana recuerda que se trata de uno de los edificios más antiguos de Roquetas de Mar



ALMERÍA HOY / 16·10·2020

El Ayuntamiento de Roquetas de Mar dio comienzo ayer jueves a las obras de demolición de la Casa de Anita Guerrero, que conservarán solamente la fachada de esta vivienda histórica del municipio y darán lugar a la construcción del museo que el Consistorio roquetero ha venido anunciando en los últimos años.

Así, una pala excavadora accedía ayer por la parte trasera del edificio a través de la calle Rosario, iniciando dicho derribo por unas estancias anexas de la vivienda y el patio de la misma. Se espera que en el día de hoy o en los próximos días se consume la polémica demolición que ha despertado duras críticas por parte de la plataforma patrimonialista “Unidos por Turaniana” y los grupos políticos de la oposición.

El citado colectivo defensor del patrimonio había presentado sucesivos escritos al Ayuntamiento desde el mes de junio de este año. En ellos reclamaba la restauración íntegra de la vivienda, la búsqueda de alternativas a la demolición, la inclusión del bien inmueble en el catálogo de bienes protegidos del PGOU y, especialmente, una reunión con el alcalde Gabriel Amat y distintos concejales para que escuchasen sus argumentos, sin embargo, aseguran no haber obtenido respuesta alguna. Igualmente, la plataforma presentó ante el Consistorio roquetero un informe sobre los "valores históricos y culturales" de la Casa de Anita Guerrero, así como un proyecto alternativo a la demolición, redactado por los arquitectos Marina Morón Frápolli y Karim Soliman.

“Es un escándalo que la vivienda esté prácticamente demolida y el Ayuntamiento siga actuando como si no existiésemos, como si no llevásemos meses y meses peleando por salvar la casa”, critica el historiador y coordinador de este colectivo, Juan Miguel Galdeano. Unidos por Turaniana recuerda que el edificio demolido fue una de las viviendas más antiguas del municipio. “Seguiremos divulgando los valores que tenía esta vivienda, lo que pudo ser y no fue, y señalando a quienes permitieron y decidieron su demolición. Roquetas no puede perder su memoria”, concluye Galdeano.