Medio Ambiente lleva seis meses sin pronunciarse sobre el presunto absentismo de sus agentes del Levante

Aunque abrió un expediente en noviembre, todo sigue igual que antes de la denuncia formulada por uno de los forestales de la Unidad contra sus cinco compañeros.


El vehículo de trabajo asignado al coordinador comarcal, Ignacio de la Torre, aparcado el pasado 20 de febrero a las 16:20 en la calle Jaul del barrio del Zapillo, en la capital almeriense o, lo que es lo mismo, a cien kilómetros de su área de trabajo.


ALMERÍA HOY / 04·03·2020

pronto hará seis meses desde que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible iniciara hace dos meses el procedimiento para esclarecer y "corregir la situación" denunciada por un agente de Medio Ambiente adscrito a la Unidad Biogeográfica 2 (UB2), que presta servicio en el Levante y Norte de la provincia de Almería, contra sus cinco compañeros de demarcación, a los que acusaba de no acudir a trabajar en un escrito dirigido a la Delegación, la Consejería, Secretaría General Técnica y Oficina Comarcal Agraria registrado el pasado 16 de septiembre, y todo parece seguir igual.

La denuncia iba apoyada por 115 vídeos que probaban la permanencia de los vehículos oficiales de los agentes señalados, Ignacio de la Torre Oliver, quien además es el coordinador comarcal, Rafael Campoy Ors, David Manuel Ortiz Navarrete, Francisco Aparicio Arias González y José Ángel Rodríguez Fenoy, aparcados en las proximidades de sus domicilios -conducta expresamente prohibida por las normas internas de Medio Ambiente- en horas en las que debían estar trabajando según los cuadrantes del servicio. Incluso esta redacción llegó a localizar el vehículo de trabajo del coordinador comarcal, Ignacio de la Torre, aparcado a las 16:20 en la calle Jaul del barrio del Zapillo, en la capital almeriense o, lo que es lo mismo, a cien kilómetros de su área de trabajo.

Sin embargo, Medio Ambiente tardó más de dos meses en reaccionar y emprender una investigación interna de los hechos denunciados y han pasado cuatro más sin que la haya resuelto y tomado medidas para "corregir la situación", utilizando palabras del secretario general técnico de la Consejería, Alberto Sánchez Martínez.

Mientras tanto, el denunciante ha recabado más pruebas sobre la supuesta persistencia de los presuntos absentistas en su falta o persistente retraso a la hora de acudir al puesto de trabajo, así como de utilizar los coches supuestamente para fines particulares.

Cabe recordar que el secretario general técnico respondió al denunciante a primeros de diciembre que había "iniciado las acciones oportunas para corregir la situación" denunciada, así como también "las diligencias para investigar los hechos descritos y las posibles responsabilidades del personal referido adscrito a esta Consejería".

Las prácticas denunciadas por los dos agentes parecían haber calado en las altas esferas de la Administración, hasta el punto de que Sánchez Martínez comunicaba que "en relación a las cuestiones organizativas planteadas en su escrito, se están estudiando las medidas a adoptar de forma específica para el colectivo de agentes".

Entre esas medidas, el secretario general técnico apuntaba la modificación del reglamento que rige al Cuerpo y la elaboración de un "Plan Estratégico de los Recursos Humanos de la Administración de la Junta".

Como viene informando ALMERÍA HOY, cinco de los seis agentes de Medio Ambiente adscritos a la UB2 han sido denunciados ante sus superiores por presunto absentismo laboral, es decir, no acudir a sus puestos de trabajo o hacerlo horas después del momento en que debían incorporarse según el cuadrante mensual de servicios, unos hechos que supuestamente se producen de manera sistemática, según había difundido en su informativo diario RADIO ACTUALIDAD.

Los hechos, que fuentes de la Delegación aseguran estar investigando, sufrieron una escalada cuando los agentes Francisco Arias e Ignacio de la Torre, que además es el coordinador comarcal, antes de disfrutar de 4 y 15 días de descanso, colocaron los vehículos que tienen asignados por Medio Ambiente en la puerta del compañero que los denunció, en actitud supuestamente intimidatoria.